Uno de los puntos más relevantes del informe anual del fondo de reserva de la Seguridad Social (la "hucha de las pensiones") es que a finales de 2008 dejó de comprar deuda pública de otros países -hasta ese momento adquiría bonos de Francia y Holanda- para adquirir únicamente deuda española. Un movimiento que ha generado una viva polémica en el mundo de la inversión sobre si está justificado o no que este fondo se centre exclusivamente en activos nacionales en la difícil coyuntura actual.
Los críticos consideran que el Gobierno de
Zapatero está utilizando este instrumento para dar salida a la ingente cantidad de deuda que tiene que emitir para financiar el desbocado déficit público español. En efecto, la crisis supuso un
aumento del endeudamiento del Estado de 48.000 millones de euros en 2008, y el Tesoro prevé emitir una cifra espectacular de 86.500 millones en 2009, el 68% más que el año pasado. Esto, en un entorno de emisiones masivas de deuda por parte de todos los países para financiar sus planes de estímulo económico y de rescate de la banca, implica que España va a tener grandes dificultades para colocar esa ingente cantidad de papel en mercado.
Máxime cuando el riesgo de crédito de nuestro país ha empeorado como confirman la bajada de rating por parte de Standard & Poor's en enero, así como la
explosiva subida hasta máximos del diferencial de nuestro bono con el alemán y del CDS (seguro contra el riesgo de impago) de España.
En esas circunstancias, el Gobierno tiene que utilizar todas las vías para dar salida a ese volumen de papel, y una de ellas es colocárselo al fondo de reserva. Pero eso supone un claro perjuicio para la hucha de las pensiones, siempre según los críticos de esta medida, puesto que implica asumir íntegramente el deterioro del riesgo de crédito de nuestro país. Asimismo, el fondo está "poniendo todos los huevos en la misma cesta", es decir, está reduciendo la diversificación de cartera que se considera imprescindible para minimizar los riesgos de cualquier inversión.
Si la deuda española es más rentable...Por el contrario, los partidarios de esta medida piensan que tiene toda la lógica del mundo, tanto desde el punto de vista político como desde el económico. En cuanto al primero, "todos los organismos públicos tienen que remar para salir de la crisis, y que el fondo de reserva de la Seguridad Social absorba la deuda pública española es su granito de arena para ello; él también va en el mismo barco del Estado", opina una fuente progubernamental.
Desde la perspectiva de la inversión, no hay que olvidar que el mayor riesgo de España implica que nuestros bonos tienen que pagar unos intereses superiores a los de los países más solventes de la UE, y eso al final supone una mayor rentabilidad para el fondo. Y dado que, según este bando, es imposible que España quiebre, comprar su deuda si da unos intereses más altos que los de sus vecinos es un acierto de gestión. De hecho, hay algunas firmas de análisis que recomiendan comprar bonos españoles con este argumento.
Un punto llamativo es que el fondo de reserva decidió dar este golpe de timón el 19 de noviembre, es decir, dos meses antes de que se produjera la
bajada de rating de España. Lo cual puede significar dos cosas según a quién hagamos caso: que los gestores del fondo son tan buenos haciendo pronósticos que adivinaron que los bonos españoles iban a elevar su rentabilidad en los meses siguientes y apostaron ya entonces por aprovecharla; o que llegó algún tipo de instrucción 'desde arriba' para dejar de comprar deuda extranjera y concentrarse en la nacional.