Las garras de la peor crisis financiera desde la Segunda Guerra Mundial también han dejado rastro de su zarpazo sobre las economías de América Latina y, especialmente, sobre sus divisas. La herida empieza a ser profunda y parece que tardará un tiempo en cerrarse.

Las monedas de países como Brasil, México o Argentina se encuentran en mínimos frente al dólar, que ha comenzado 2009 con fuerza y escalando posiciones frente a las principales divisas mundiales. La debilidad económica mundial y el empuje del billete verde está dejando tras de sí varios cadáveres sobre el camino, muchos de ellos, con apellido latinoamericano.

El peso mexicano es la divisa más castigada frente al dólar. La moneda fijaba el pasado viernes –cuando se conoció el PIB estadounidense- mínimos históricos al superar por primera vez los 15 pesos por dólar. El banco central mexicano se vio obligado a comprar directamente pesos por segunda vez en sólo una semana para contener la caída de la moneda local. 

De hecho, esta política no es nueva, ya que desde el pasado mes de octubre, según informaciones de Bloomberg, México ha destinado más de 18.00 millones de dólares a contener la caída de la moneda local. Y a tenor de las cifras, la medida no ha conseguido los resultados esperados. Sólo en febrero, la divisa  mexicana ha perdido un 6% frente al dólar, la mayor caída entre las divisas latinoamericanas, mientras que en los últimos seis meses, este descenso supera ya el 34%. Estos porcentajes han obligado al ministro de finanzas mexicano, Agustin Carstens, a salir en defensa del peso al asegurar que la caída ha sido excesiva y que está infravalorada.

Tampoco pintan mejor las cosas para el real brasileño, la segunda moneda más castigada frente al dólar por detrás del peso mexicano. El real acumula una caída del 2,4% en febrero y del 32% desde septiembre, mientras que el peso argentino vive su particular declive ya que se encuentra en mínimos desde octubre de 2002 frente al dólar. Precisamente el lunes, la fuerte corrección que sufrieron las bolsas de todo el planeta, provocó la mayor caída en cuatro meses de la moneda argentina.

La recesión en Estados Unidos castiga las exportaciones brasileñas y mexicanas

El fuerte deterioro de la economía estadounidense –el PIB se contrajo más de un 6% durante el cuarto trimestre de 2008-  puede tener un efecto devastador sobre las economías de América Latina. Por poner un ejemplo, Estados Unidos compra cerca del 80% de las exportaciones mexicanas y éstas cayeron un 15% sólo durante el mes de diciembre.

El flujo de dólares hacia esos países procedentes de las exportaciones, las remesas, el turismo y las inversores extranjeras directas, han comenzado ya a resentirse. La demanda de activos procedentes de los mercados emergentes como acero, minerales, o productos de alimentación, se ha debilitado, provocando fuertes caídas de las exportaciones.

Brasil, por ejemplo, presentó en enero el primer déficit comercial desde 2001 como consecuencia del fuerte deterioro de las exportaciones. Éstas se hundieron un 26% respecto al mismo mes de 2008, mientras que las importaciones cayeron con fuerza otro 17%.  En México, el deterioro de la economía estadounidense se ha reflejado en una caída del 12% del envío de remesas durante el mes de enero, mientras que los flujos dólares procedentes de inversiones extranjeras directas se desplomaron un 32% el año pasado hasta 18.600 millones de dólares.

Las perspectivas de cara al futuro no son demasiado optimistas. Los economistas consultados por el Banco de México prevén una mayor contracción económica de lo esperado para este año, con una caída del PIB del 1,9%, frente al 1,2% que se barajaba en enero. Respecto a la moneda local, los analistas consultados por el Banco de México se muestran más optimistas, ya que esperan que el peso se fortalezca en torno a un 14% frente al dólar a finales de 2009. 

Moody’s alerta sobre Argentina

En Argentina no pintan mejor las cosas. Los planes del gobierno de intervenir en el negocio de los cereales y el enfrentamiento con los agricultores están pesando negativamente sobre el mercado de renta variable y sobre la divisa local. Aunque no es esto lo que preocupa más a los inversores, sino la capacidad del país para hacer frente a los pagos de su deuda.

El mensaje de alerta lo lanzaba recientemente la agencia de calificación Moody's al asegurar que "aún cuando Argentina pueda cumplir con los servicios de su deuda para este año, es probable que las opciones de financiación para 2010 sean mucho más reducidas". Según el vicepresidente de Moody's, Gabriel Torres, autor del informe, "en general, Argentina debería tener suficientes recursos para financiarse durante 2009, pero si la crisis continúa afectando los ingresos, 2010 será un año mucho más difícil".

Las bolsas también se resienten

Ante este panorama, las principales plazas de la región también se han resentido. El IPC de México se asomaba a principios de semana a los mínimos de octubre tras contagiarse el lunes del pánico vendedor que se apoderó de las plazas de todo el mundo y caer un 4,6%. El Bovespa de Brasil, por su parte, ha dicho adiós a las ganancias acumuladas desde que comenzó el año tras dejarse el lunes más del 5%, mientras que el Merval fue la plaza más castigada ese día, al hundirse un 7,4%.

Árbol de Cotizaciones

Otras noticias

Blogs