La crisis no ha pasado por encima de la industria del capital riesgo. Las firmas de mayor dimensión están siendo las primeras en redimensionar sus estructuras. En España, con un mercado más reducido que en otros países europeos, la británica 3i ha decidido recortar su estructura directiva. En los próximos días, Pablo Gallo materializará su salida de la firma de private equity después de 11 años de trabajo y tras haber alcanzado la condición de socio.

En fechas recientes, 3i sentó a su staff para poner encima de la mesa cuál era el estado de las cosas. La necesidad de ajustar la estructura afectaría también al equipo directivo y ofreció la posibilidad de que hubiera una selección voluntaria para abandonar la compañía. De los tres socios de la británica en España, quien decidido a aprovechar la puerta que se abría fue Gallo, que se sienta como consejero en varias de las participadas (La Sirena y Everis). 

La inminente salida de Gallo no será la primera. El pasado mes de noviembre, otro ejecutivo de 3i abandonaba la firma después de casi 10 años. Se trataba de Mikel Bilbao, otro hombre de la casa, con otra década de servicio a sus espaldas, que negoció su salida para incorporarse a un nuevo proyecto. En este caso, Bilbao se ha incorporado a la boutique financiera GBS para gestionar un nuevo fondo de private equity lanzado por Pedro Gómez Baeza y Juan Antonio Samaranch. 

Después de estas dos salidas, la estructura de 3i en España quedará reducida a 13 cargos directivos, una de las más nutridas del sector, con Maite Ballester como partner/managing director y otros dos socios, Jorge Quemada y Abelardo López, a la cabeza. También con sede en la oficina de Madrid, pero con responsabilidades para toda Europa, está el socio Mark Heappey, antiguo consejero delegado de la firma para la Península hasta finales de 2007.

La actual coyuntura está pasando factura a todos los niveles. Los cambios en 3i han comenzado por lo más alto de su cúpula. Hace sólo dos semanas, su consejero delegado Philip Yea fue relevado en el cargo, después de que la firma revisara a la baja en un 20% la valoración de su cartera sobre los últimos tres meses. La firma británica, que cotiza en el FTSE 100, ha visto como el precio de sus acciones se ha depreciado un 75% en los últimos doce meses.

3.  sunny12/02/2009, 18:49 h.

Saben? esa es una industria basada en el Trile. Varios pillastres se reunen entorno a una caja de cartón en medio de la calle jaleando al que mueve los cubiletes con un garbanzo debajo. Uno simula que juega y gana varias veces hasta que los que pasan se acercan, uno pica y juega, le dejan ganar una mano y luego lo despluman.
Si intenta marcharse si perder lo jalean para que se quede.
Otros pillastres vigilan a ambos lados de la acera por si viene la pasma.

Han vivido a todo trapo, con argumentos, estructuras y estrategias que ya no se sostenían en la bonanza. En crisis no quedarán ni los huesos de ese negocio, con mucha competencia entre ellos, hacian operaciones indefendibles con tal de facturar y justificar las abultadas comisiones. Creo que los inversores se van a dar el gran batacazo.
Suerte tendrán los extranjeros que emigrarán, pero los gestores españoles . . . ya veremos. A alguno le colorearán la cara. Tal vez Baring? Se acabaron las fiestorras, los puros de 18 euros y los licores de 180 pavos botella amiguitos. Por no hablar de los bonus descomunales.
Llegó la hora de la verdad.

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2. otrodecapital12/02/2009, 17:42 h.

Si, tiene mucho sentido. Cuando cobras más de lo que facturas. Vuelta a la sencillez...

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1. Unodecapital12/02/2009, 11:07 h.

Poco a poco el sector de capital riesgo y private equity va reduciendo su dimensión; 3i es una, en Najeti Capital han salido dos de sus tres directores de inversión, y hay más sociedades reestructurando sus equipos. Es razonable, pero ¿tiene sentido si existe voluntad de crear valor en el largo plazo?

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