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Ola de frío económico: borrasca deflacionaria en formación

@R. J. Lapetra - 24/11/2008 06:00h

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Un escalofrío recorre la espalda de los agentes económicos. No es la recesión, sino una de sus habituales parejas de baile. Genera inquietud en el cuerpo ver el mapa del tiempo, el meteorológico y el económico, ante la borrasca que se está formando. El fuerte descenso en las temperaturas que vamos a sufrir en los próximos días encuentra su alter ego también en la economía, con el enfriamiento acelerado de los índices de precio de consumo que va a volver a cristalizar esta semana con la publicación de los índices adelantados o preliminares correspondientes a noviembre. Esto es desinflación -el incremento de precios se reduce pero no se llega a decrecimientos-, pero se atisba un riesgo mayor: la deflación o contracción de precios.

Hace algo más de un mes, los radares macroeconómicos detectaban la amenaza: la formación de una borrasca deflacionaria en el corto plazo. Pues bien, ese fenómeno ha cogido fuerza y ya se nota su presencia en las expectativas del mercado. En el caso de España, por primera vez desde principios de los 80 se va a asistir a un proceso generalizado de caída en los precios de consumo, lo que significa menores retornos para el productor de esos bienes, ya sean lavadoras, tomates, coches, pantalones o televisores. Menores márgenes que se acusarán todavía más en un entorno de retroceso del consumo y deterioro económico.

En julio, el IPC español se colocaba en máximos de nosecuantos años, superando el 5,3%. Ahora, sólo unas decenas de días después, el incremento de la inflación interanual ha caído al 2,5%, a la mitad. ¿Es esto importante? Sí. O siendo redundante e inflándo un poco la respuesta... Es salvaje, bestia, brutal, aterrador. Adjetivenlo ustedes. Hace décadas que no sufrimos un cambio de clima económico semejante en tan corto espacio de tiempo. Quizá en los años 70 o principios de los 80, cuando se produjo otra de las recesiones españolas en democracia. El aterrizaje está siendo más brusco que suave, más fuerte de lo imaginable. 

Hasta ahora se consideraba que España era una economía estructuralmente inflacionaria, es decir, que crea crecimientos de precios con sólo tocarla. Esto es verdad a medias. Más bien, el país tiene una estructura económica desequilibrada, tendente al apalancamiento y a subir los precios en todos los ámbitos. Sin embargo, el deterioro económico puede invertir el modelo. La facilidad en la destrucción de empleo, de empresas y, en definitiva, de actores productivos ha desencadenado una parálisis de la actividad que es necesario desatascar cuanto antes, para neutralizar el círculo vicioso que se ha creado en la economía real. Las estadísticas dicen que a los internautas les empieza a preocupar. Al mercado, también.

A través de Google Insights, herramienta SEO de referencia y agregador de millones de datos de búsquedas en Internet, las búsquedas sobre deflación se están disparando en las últimas semanas. Echen un vistazo al gráfico. La deflación ya está llegando a la conciencia colectiva de los lectores, ustedes, por todo el mundo. Parece están más vigilantes en países como Singapur, Austria, Alemania, EEUU o, entre en el mundo emergente, Pakistán, India o Sudáfrica. Cuando una economía sufre deflación, el consumidor se pregunta: ¿por qué comprar hoy si mañana puede estar más barato? El empresario se cuestiona, ¿por qué contratar hoy si mañana puedo pagar menos? Unos interrogantes que siembran la duda y la incertidumbre en el futuro, como ocurrió en los años 90 en Japón tras décadas de boom económico.

El tratamiento contra este fenómeno está aplicándose desde hace algunas semanas de forma gradual, pero sin pausa. Las inyecciones de liquidez al sistema financiero, las bajadas de tipos de interés y los estímulos fiscales pueden salvar a algunas economías de entrar en ese proceso de caídas continuadas en los precios. Es el momento de actuar. Los salarios reales comenzarán a ganar poder adquisitivo, los costes financieros descenderán y, en definitiva, se puede liberar renta para incrementar el ahorro y detener la caída del consumo. Se puede hacer más. Una medida que todavía no ha llegado, pero que debe cristalizar cuanto antes es el resurgir de la Ronda de Doha, bajo el paragüas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), con el objetivo de estimular los flujos comerciales entre países ricos y emergentes.

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Opiniones de los lectores (17)

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17. usuario registrado deflacion1, 24/11/2008, 21:20 h.

Hace más de 2 años empezamos a advertir de que era DEFLACION lo que venía, de ahí nuestro alias. Como a otros tantos que se atrevían a ir contracorriente(BorjaMateoVilla,Pisitofilos,etc.), nos tildaron de locos.
No se preocupen, producir inflación es fácil, como dice Ben Bernanke:"si no nos da tiempo a producir bastante dinero,cambiemos el valor del mismo..."
En 6 meses tipos de interés al 1 por ciento en Europa.Ni siquiera eso impedirá tener que acudir a medidas extremas (devaluaciones concertadas de divisas incluidas).
Por lo demás, una deflación breve e intensa de todos los precios es necesaria en vivienda (-50 por ciento), automóvil(-25 por ciento) y consumo (-40 por ciento). Si quieres reactivar el consumo, debes pagar el doble a los trabajadores o bajar a la mitad los precios...

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16. inflacionatutuplen1, 24/11/2008, 18:26 h.

La Depresión del 29 fue deflacionaria. Muchos economistas parten de que una crisis de crédito siempre se purga con una deflación. Pero tengo serias dudas de que los estados permitan que la cosa sea tan triste. En algunos casos como el español incluso más que permiso quizás sea necesidad, ya que como el deficit sea muy alto vamos a tener que pagar la deuda pública mucho más cara que el resto de Europa (ya se paga casi un 1% mas que la deuda alemana). Bueno, simplente decir que creo que actualmente los estados tienen una capacidad casi ilimitada de producir inflacción, españa esta en la unión monetaria y tiene limitaciones, pero puede que pronto en todo occidente se pongan a darle a la maquinita de los billetes como locos.

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15. usuario registrado madjato1, 24/11/2008, 16:15 h.

Sinceramente yo también veo saludable una deflacción. Es posible que no en todos los sectores, pero también como comentaba un forero, los asalariados no podemos soportar precios europeos con salarios españoles. No es lógico que una cena en una pizzería para dos personas hoy día sean 36 eurines de vellón, pero tampoco es lógico que las grandes distribuidoras cargen los productos alimentarios y de primera necesidad que más del 100% respecto a lo que cobra un agricultor, también por ahí se puede deflacionar. Eliminando la sangrá que supone el estado de las autonomías se podría invertir en la mejora de los procesos de producción, en I+D y en más cosas que abaratarían el coste producto (otra forma de deflacionar); la lista podría ser muy larga.
Pediría a uno de los que consideran mala la deflacción me explique, de forma sencilla para que un lego en economía lo pueda entender, el porqué de su idea.
Saludos

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14. usuario registrado bertie1, 24/11/2008, 15:56 h.

La deflación ya está aquí desde hace meses. El IBEX (como casi todos los índices) ya se ha dejado un 40%: eso es deflación (de la bolsa). Los automóviles están bajando de precio: eso es deflación. Y ahora los inmuebles: también eso es deflación.

Y si hay quien se ha empufado hasta las cejas pensando en que todo va bien y va a ir aún mejor, pues qué le vamos a hacer. Hay muchos que se han olvidado la regla más básica de la economía: el NNSS (Nunca Nada Sube Siempre), mal que pese a los keynesianos. Y si hay quien ahora las está pasando canutas por haber querido vivir por encima de sus posibilidades, no queda más que decirle aquello de 'you should have known'.

Nada nuevo bajo el sol. Estamos viviendo la fábula de la cigarra y la hormiga a escala global, sólo eso.

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13. usuario registrado toledano1, 24/11/2008, 15:54 h.

brigadoon2: Efectivamente, la deflacción es un problema, pero cuando se produce porque baja el precio del petroleo a una tercera parte en seis meses, cuando las materias primas están bajando también muchísimo, yo creo que porque durante unos meses haya una bajada de la inflacción, tampoco se va a hundir el chiringuito. O qué tiene que suceder entonces, que bajando el petroleo, y como consecuencia la energía el tansporte, etc, sigan subiendo los precios un 5% como en julio?

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