Dos días de fiesta es más que suficiente teniendo en cuenta la profunda crisis económica que atraviesa Estados Unidos. Después del día de resaca electoral, el nuevo presidente del país, Barack Obama, ya se ha puesto manos a la obra y en esta semana se desvelarán los nombres de su equipo económico, aunque son pocos los que aparecen en todas las quinielas.

A todas luces, la batalla estará entre el presidente de la Reserva Federal de Nueva York, Timothy Geithner, el que fuera secretario del Tesoro en los gobiernos de Bill Clinton, Robert Rubin, también del equipo de este Lawrence Summers y el ex director de la Reserva Federal Paul Volcker. No obstante, determinados sectores apuntan al multimillonario Warren Buffet como el fichaje estrella del nuevo gobierno.

Y es que el nuevo Secretario del Tesoro va a ser el hombre clave en la Casa Blanca durante los próximos cuatro años. “Se necesita una persona con capacidad para acabar con la sangría financiera y con fuerza moral para actuar rápido” ha explicado a Cotizalia.com Jaime Mallet, presidente de la Cámara de Comercio Americana en España. “Una vez hecho esto tendrá que poner en marcha la restauración del sistema financiero”.

No obstante, aunque los asesores de Obama han asegurado en numerosos medios de comunicación que están barajando el nombramiento de un secretario del tesoro experimentado, capaz de superar la crisis actual y devolver la confianza a los mercados, uno de los nombre que suena con más fuerza es el de Geithner, de 47 años de edad, que encajaría perfectamente en el perfil de cambio y juventud que transmite Obama. Además, Geithner sigue la línea que parece haber elegido el nuevo presidente, ya que también formó parte del Tesoro en la era Clinton.

Ayer el Gobierno entregó las llaves de la oficina de transición en Washington a los asesores de Obama, 9.300 metros cuadrados que acogerán una plantilla de 500 personas. Entre ellos se encontrará el nuevo capitán económico del país y que podría ser “el Gran Capitán” si Obama decide dar un golpe de efecto con Buffet. De hecho, el magnate norteamericano tiene la oferta sobre la mesa. Ya durante la campaña, los dos candidatos aseguraron que querían contar con el oráculo de Omaha como el nuevo Secretario del Tesoro de Estados Unidos y el propio Buffet ha mostrado en varias ocasiones su apoyo al ya electo candidato demócrata. Sin embargo, aunque sería la opción más deseable, también es la menos posible de las que se han barajado.

Y es que el hombre más rico del mundo según la revista Forbes tendría que renunciar a mucho para entrar en el Gobierno. De dar el “sí quiero” a Obama tendría que, o bien vender todas sus acciones como hizo en su día el actual secretario del Tesoro, Henry Paulson, con Goldman Sachs, o bien meter su fortuna –valorada en unos 62.000 millones de dólares- en un fondo ciego, esto es, un fondo gestionado por un grupo de personas que no reciben instrucciones del inversor y que siguen sus propios criterios. Demasiado riesgo para un hombre que nació con el don de olfatear el negocio.

En cualquier caso, sea cual sea el elegido, pasará a la historia, o debería pasar a la historia, por ser el cerebro del “nuevo Bretton Woods” del siglo XXI.