Las revueltas de Tailandia marcan el fichaje de Robinho
Tailandia, Robinho, Historias de Asia
@Ángel Villarino. Bangkok.- - 03/09/2008 06:00h
Los miles de manifestantes que invaden las calles de Bangkok desde hace más de una semana quizá no consigan tumbar al Gobierno tailandés. Sus protestas, sin embargo, han servido para acelerar la salida de Robinho del Real Madrid. Es una historia de globalización, del mundo plano. Pero vayamos por partes.
La democracia tailandesa vive desde hace varios meses un importante desafío, una crisis que está siendo ampliamente desatendida por los medios de comunicación españoles. En la última semana, la situación ha degenerado, con incidentes violentos y un primer muerto en las calles de Bangkok. El paradisiaco país asiático se aproxima hacia un nuevo golpe de estado, o hacia una escalada de violencia de dimensiones impredecibles.
Suena extraño, pero es cierto: sin los desórdenes civiles de Bangkok, el brasileño no se habría marchado a Inglaterra este año. La clave la tiene el político y empresario más importante de Tailandia, Thaksin Shinawatra, hoy en el exilio y quien vendió hace tres días a un consorcio árabe el Manchester City, el mismo club que su familia compró en 2006, cuando fue apeada del Gobierno por un golpe de Estado militar.
En un par de días, los petrodólares y la megalomanía de los magnates del Abu Dhabi United Group (consorcio de los Emiratos Árabes Unidos), han reunido lo que no estaba dispuesto a pagar ni el Chelsea de Abramovich, colmando así las aspiraciones de Ramón Calderón: 42 millones de euros exigidos como cláusula de rescisión y la ficha de uno de los jugadores mejor pagados del mundo.
Thaksin, que había convertido el City en un delirante circo, no tenía ninguna intención de vender el equipo inglés hace un par de meses. Sin embargo, en las últimas semanas ha cambiado de opinión, ya que necesita liquidez para preparar su eventual retorno a la política tailandesa y para defender a sus partidarios, que estos días se aferran al Gobierno y hacen frente como pueden a la violenta presión de la oposición.
La oposición no es otra que la élite y las clases medias urbanas, dispuestas a hacer otro paréntesis en esta azarosa democracia con tal de quitarse de encima un gabinete de ministros de corte populista que no responde a sus intereses y expectativas.
Se trata de una maniobra muy parecida a la que orquestaron en 2006. Como ocurrió entonces, se presentan como un frente que lucha por la democracia, pero actúan desafiando con prepotencia la voz de las urnas. Su levantamiento bien podría llamarse la revolución de los palos de golf porque son estas las armas que han empleado para enfrentarse con un cuerpo de policía con los dientes picados, una perfecta metáfora del choque de clases en curso.
Acusando a Thaksin y sus acólitos de populismo, corrupción y negligencia en asuntos económicos (acusaciones que en su mayoría se sostienen), la élite tailandesa propone ahora una reforma constitucional que racione el sufragio, que saque a los campesinos de la fiesta democrática y deje todo el poder en sus manos: que quien decida sea, en definitiva,
Para conseguirlo se han lanzado a la calle y llevan 102 días provocando al Gobierno, ocupando el Palacio de Gobierno, la televisión nacional y el cuartel central de
Y así, en su terca resistencia ante los envites de las fuerzas vivas, Thaksin y sus partidarios han acabado beneficiando al pobre Robinho. Sin ellos, el brasileño seguiría vestido de blanco, deprimido y padeciendo esos ataques de llanto que le achaca su ex presidente. Como habrá concluido el lector con suficiente paciencia para llegar hasta aquí, lo accesorio es que la democracia tailandesa esté volviendo a las tinieblas. Lo crucial, por supuesto, es que Robinho le dará patadas a la pelota en un país vecino. El mundo es plano, sí, pero también ridículo.
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Opiniones de los lectores (3)
3. OGarate1, 03/09/2008, 14:00 h.
Claro PJCM, qué importan los problemas de los tailandeses, ¿no? Como tú dices, lo más lamentable es que los turistas españoles tengan que seguir unos días más en sus hoteles de lujo en Phuket. Que tragedia, ¿no? Los tailandeses allá se pudran con sus problemas. A mi este ultranacionalismo ombligista en el que sólo importa lo que nos pasa a los "nuestros" (sean estos españoles, catalanes, vascos, o zamoranos) me pone enfermo. Con perdón
2. PJCM1, 03/09/2008, 10:34 h.
Lo más lamentable de la situación en Tailandia es que hay turistas españoles que no pueden regresar a España.
1. lyapunov1, 03/09/2008, 09:48 h.
Hombre, dicho así parece que el gobierno está repartiendo dinero a los pobres y a los ricos les molesta. No son sólo los ricos los que están en contra del actual gobierno, son todos los de las grandes ciudades. Recordemos que están intentando cambiar la constitución para que vuelva Shinawatra libre de cargos, entre otras lindezas.
Son los defectos de la democracia, que hay masas fácilmente manipulables (campesinos en este caso), creo que el PRI en México utilizaba tácticas similares. Otro golpe de estado no solucionaría nada.
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