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Un hombre, Peter Kurer, y un destino, salvar UBS

UBS Marcel Ospel bancos crisis subprime

@E. Sanz - 05/04/2008

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Un hombre, Peter Kurer, y un destino, salvar UBS
 Peter Kurer cogerá las riendas de UBS.

No será una tarea fácil. De hecho, posiblemente será el mayor reto de su trayectoria profesional. Peter Kurer, el abogado general de UBS, ha sido designado para asumir las riendas del banco suizo, el mayor por activos de toda Europa y el más castigado por la crisis ‘subprime’. Tiene poca experiencia dentro del sector financiero pero conoce todos los entresijos del banco después de siete años como abogado general del banco y seis como miembro del equipo ejecutivo del consejo.

Su designación como futuro sustituto de Marcel Ospel -después de que éste anunciara que no se presentaría a la reelección el 23 de abril ante las cuantiosas pérdidas obtenidas por el banco a cuenta de la crisis 'subprime'-, ha generado reacciones diversas. “No estoy seguro de que tenga el perfil que espera el mercado”, comentaba a Reuters un analista al poco de conocer la noticia. “Lo bueno es que aunque no es muy conocido de puertas afuera, sí lo es dentro de la propia entidad”, añadía.

De hecho, Kurer, padre de tres hijos y licenciado en derecho por la Universidad de Zúrich y Máster en Leyes por la Universidad de Chicago, no estaba en la lista que manejaban los medios de comunicación y los analistas para cubrir la vacante dejada por Ospel. En ella sonaban, entre otros, el director ejecutivo de Fiat, Sergio Marchionne, el controvertido millonario suizo y antiguo ministro Christoph Blocar, el vicepresidente del Swiss National Bank, Phillip Hildebrand e incluso el CEO de Deutsche Bank, Josef Ackermann, de nacionalidad suiza.

Sin embargo, ha sido finalmente este suizo de 58 años quien se ha llevado el gato al agua y todo pese a que Ospel aseguró a sus accionistas el pasado mes de febrero que quería gente con mayor experiencia bancaria en el consejo. Curiosamente, UBS llegó a proponer para el consejo el pasado 13 marzo al antiguo director financiero de Morgan Stanley, David Sidwell.

Pese a su falta de experiencia en el sector, quienes le conocen y han trabajado con él aseguran que sus cualidades son indiscutibles. “Tiene lo que necesita para dirigir UBS. Es capaz de actuar y mantener la cabeza fría en los momentos de crisis”, comenta Heinz Schaerer, quien trabajó con él en el bufete Homburger en Zúrich.

“Kurer es un candidato interesante, al menos para un periodo transitorio”, comentaba a Bloomberg Dominique Biedermann, directora de Ethos Foundation en Geneva, con participaciones en UBS y que ha cuestionado recientementes los controles de riesgo del banco. “Conoce muy bien el funcionamiento del banco, pero no es un banquero”, añade. En su opinión, el consejo del banco debería reclutar gente con mayor experiencia financiera.

El futuro presidente de UBS compensa sus carencias financieras con una amplia experiencia en el mundo legal. Antes de unirse a Homburger, Kurer en 1991, donde permaneció hasta 2001 hasta aterrizar en UBS, fue abogado y socio en Baker & McKenzie (1980-1990), una firma de Zúrich. Trabajó en los consejos de Holcim, Kraft Suchard y SBC Wealth Management y participó como abogado en la venta de la unidad de servicios financieros de British American Tobacco en 1998 a Zurich Financial Services. Sin olvidar sus pinitos como periodista durante un periodo muy breve de tiempo en Neue Zuercher Zeitung, el mismo diario en el que Peter Wuffli, consejero delegado de UBS hasta julio de 2007, también trabajó como economista freelance.

Sin embargo, no todo han sido alegrías en su carrera profesional. Peter Kurer tuvo hace un par años una inesperada y poco deseada publicidad con el estreno de la película de corte documental Grounding, los últimos días de Swissair, que narraba el colapso de la antigua aerolínea nacional Suiza en la que se acusaba a UBS de planificar la quiebra de la compañía en 2001.

En la película, Marcel Ospel aparecía representado como un directivo sin corazón y Kurer como un despiadado abogado, una imagen que quienes le conocen aseguran que no se corresponde con la realidad.

Ahora, sus caminos profesionales se separan. El futuro de Ospel es todavía incierto, y el de Kurer se antoja complicado: nada más y nada menos que sacar de pérdidas y recuperar el prestigio perdido del mayor banco de Europa. ¿Lo conseguirá?

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