Bolsas
¿Lo peor está por detrás? Pues eso parece, ¿no?
@José Ramón Iturriaga* - 11/10/2007
Si nos atenemos a lo que ha sido el comportamiento de bolsas –sobre todo emergentes-, volatilidades y precios de materias primas no habría ninguna duda. Hay que comprarlo todo ya que los máximos de ayer son los mínimos de mañana y día que estamos fuera, día que nos perdemos de subida. ¡Malditos agoreros!
Además, cualquier dato malo de actividad se lee como bueno -porque va a propiciar nuevas bajadas- y los buenos pues también. ¿Por qué?, ¡porque sí!
Sin embargo, no todo parece apuntar en esa dirección. Los tipos de los bonos a largo plazo tanto europeos como americanos están por encima –bastante- del día que bajó la Fed; los bancos centrales siguen aportando liquidez al sistema un día sí y otro también; el interbancario –sobre todo a tres meses- no se ha recuperado para nada; y el dólar sólo parece tener un camino….
Por lo tanto, parece que Bernanke –y su helicóptero- no está consiguiendo lo que pretendía o por lo menos no todo: la liquidez ha muerto y la confianza del sistema financiero está lejos de recuperarse. Y lo peor no es eso. Lo peor es que puede que ésta no sea la solución. Quizá los bancos centrales no tengan el remedio para los excesos que se han cometido en el sistema financiero. La solución pasa por purgarlos –y no hemos hecho nada más que empezar- y por una regulación que trate de poner alguna puerta al inmenso campo de la innovación financiera.
El tema de la liquidez no me parece baladí. Hasta hace muy poco era la respuesta a todas las preguntas. ¿Por qué el nivel de actividad corporativa está batiendo todo los records? ¿Por qué cada operación de capital riesgo que vemos es mayor que la anterior? ¿Por qué una constructora mediana se convierte en el primer accionista de una petrolera en una operación con escaso sentido financiero y ninguno estratégico? ¿Por qué un señor de Valencia con 80 millones de euros en activos es capaz de conseguir endeudarse por 750? Por la liquidez, por la liquidez y por la liquidez.
Y, a toro pasado como siempre, sabemos por qué había dinero para todos. Los bancos habían dado con la fórmula magistral por la que no se quedaban con el riesgo de los préstamos que concedían y además eran capaces de colocarlos con magníficos ratings. Así las cosas, marica el último.
Después de haberle visto las orejas al lobo como se las hemos visto –que más que las orejas le hemos visto la campanilla-, a corto/medio plazo a los bancos no les va quedar otra que volver a hacer banca y no ingeniería financiera.
Y que no haya dinero ni para el señor de Valencia ni prácticamente para nadie, ¿no va a tener ningún efecto? El tiempo dirá.
*José Ramón Iturriaga, socio de Abante Asesores
Opiniones de los lectores (0)
Septiembre, un mal mes para los Fondos de Inversión
@Ignacio Rodríguez Añino* - 10/10/2007
@Jesús Sánchez-Quiñones* - 09/10/2007
¿Por quién se preocupan los bancos?
@José Ramón Iturriaga * - 04/10/2007
Renta Fija: ¿Es un buen momento para invertir?
@Ignacio Rodriguez Añino* - 03/10/2007
¿Tan mal está la banca española?
@Jesús Sánchez-Quiñones* - 02/10/2007
Árbol de Cotizaciones
Otros artículos de opinión
¡¡¡Peligro!!! El apellido de la crisis ya no es liquidez sino solvencia S. McCoy
Tienen razón los “Mc” Constantino Gómez*
El destino de las exportaciones españolas ante la debacle del dólar Elena Herrero-Beaumont (Chicago)
Todos los derechos reservados © Prohibida la reproducción total o parcial