El desbarajuste que ha montado el Gobierno a cuenta de la reforma fiscal empieza a arrojar algunos puntos de luz. Uno de ellos es que ha descartado "por el momento" una subida del IVA, según fuentes cercanas al Ministerio de Economía, a pesar de que ésta es la mejor opción que señalan los expertos para incrementar la recaudación y reducir el galopante déficit público. La razón oficial es el efecto que puede tener en el consumo, que ya está absolutamente deprimido en la recesión actual. La extraoficial, siempre según estas fuentes, es que puede hundir los márgenes de muchas empresas, sobre todo los comercios, que no podrían trasladar la subida a sus clientes.

No obstante, dado que las alternativas a subir el IVA son escasas y también tienen unos aspectos muy negativos, y dado que el Ejecutivo tiene que pactar la reforma con otros grupos para sacarla adelante en el Congreso, no se puede descartar que al final tenga que dar marcha atrás. Pero su intención es no aplicar esta medida hasta que no se aprecie una mejoría en el consumo privado. Un portavoz del Ministerio ni confirmó ni desmintió esta información.

Distintos fiscalistas consideran que subir el IVA sería la solución "menos mala" para elevar la recaudación en una cantidad importante en la desesperada situación actual de las cuentas públicas (ayer se anunció que el déficit alcanza ya los 50.000 millones de euros, el 4,7% del PIB, y subiendo). Las razones son que es un impuesto que "se nota menos" que los impuestos directos (los que gravan los ingresos), que el Gobierno tiene la coartada de que el tipo del IVA en España es inferior a la media europea y que es un buen momento para hacerlo ahora que estamos casi en deflación y, por consiguiente, la subida se nota menos en los precios. Pero el gran argumento es que es el único impuesto, junto al IRPF, con capacidad recaudatoria suficiente para solucionar la papeleta al Gobierno de Zapatero.

Ahora bien, estas ventajas chocan con los citados inconvenientes de que puede tener un efecto demoledor en un consumo de los hogares que está cayendo al 5,9% interanual (en el segundo trimestre). Para frenar el desplome, las empresas de comercio se verían obligadas a no trasladar la subida del IVA a sus precios, lo que significa llevarla contra sus márgenes. Y eso puede destrozar las cuentas de unas empresas importantísimas para el empleo en nuestro país y que ya se encuentran bastante perjudicadas por el desplome de las ventas: la semana pasada, Carrefour reconoció unas pérdidas de 58 millones de euros en el primer semestre por culpa sobre todo de la mala evolución de sus centros en España.

A esto hay que añadir el mal recuerdo de la última subida del IVA en España en medio de una crisis, la de 1993, decidida por muchos de los actuales altos cargos de Hacienda (el equipo de Solbes, que ha mantenido Salgado). Entonces, la elevación de los tipos de este impuesto se tradujo en una menor recaudación por la caída del consumo y por el aumento estratosférico del fraude. Algo que ahora podría repetirse, a juicio de las fuentes citadas.

Las alternativas, insuficientes

En todo caso, a medio plazo, una subida del IVA parece inevitable porque las cuentas públicas van a tardar muchos años en volver al equilibrio. El problema es qué medidas se pueden tomar para incrementar la recaudación a corto plazo sin tocar el IVA, porque las alternativas no son nada fáciles. La que tiene más clara el Ejecutivo es la supresión de la deducción de los 400 euros, cuyo importe se situaría en unos 4.500 millones de euros. Una medida "necesaria pero no suficiente", a juicio de los fiscalistas consultados.

También parece decidida, a tenor de las últimas declaraciones del Presidente del Gobierno, una elevación del tipo único de la renta del ahorro (plusvalías, intereses y dividendos) desde el 18% actual hasta una cifra que estará entre el 20% y el 21%, según las estimaciones que se barajan. Pero esta medida tendría un impacto recaudatorio muy reducido. Asimismo, se volverán a revisar los impuestos especiales; hay que recordar que el del alcohol no entró en la última subida.

O el IVA, o las rentas del trabajo

Por tanto, hay que ir más allá. Y eso es muy complicado si no se quiere subir Sociedades -donde España tiene uno de los tipos más altos de Europa y donde una subida puede provocar una deslocalización masiva de empresas- ni resucitar el recién suprimido Impuesto del Patrimonio. Eso deja únicamente las opciones del IVA... o una subida generalizada del IRPF que ataque las rentas del trabajo, bien mediante una subida del tipo de todos los tramos (no bastaría con los más altos), bien mediante el establecimiento de un mayor número de tramos. Pero eso crearía un malestar social muy grande en tiempos de reducciones salariales y despidos masivos.

Así pues, el Ejecutivo tiene una papeleta muy difícil. "Están buscando la reforma con mayor impacto recaudatorio y menor coste social, pero eso es la cuadratura del círculo", opina uno de los expertos consultados. Por eso, todavía no hay ninguna decisión en firme y es lo que explica las declaraciones contradictorias de los distintos miembros del Ejecutivo. Hay otras alternativas, según los fiscalistas, pero de momento no se contemplan: combatir más duramente el fraude o reducir el gasto público de forma significativa.

33.  jih02/09/2009, 19:26 h.

#32 El problema de este país es que todos somos solidarios hasta que nos nombran la pela.

El Gobierno tenía que haber tomado medidas fiscales antes, pero antes tenía que haber reducido sus costes.

Las medidas que tome ahora no solo serán impopulares [que es lo menos problemático], sino que además es posible que lleguen demasiado tarde.

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32.  Tadeoteveo02/09/2009, 16:36 h.

No hay salida. Denlo por hecho. Todos los impuestos serán revisados al alza. Plusvalias, rentas de capital, del trabajo, IVA y ademas los impuestos autonomicos y municipales. La administración española perezosa, cunado no corrupta, en sus niveles de gestión e ineficaz, ante la caida de ingresos presentará esas subidas como algo inevitable y de justicia. Las promesas de subsidio " No dejaremos a nadie abandonado" quieren decir esto: Subiremos los impuestos a los ricos[que seran todos] con la excusa de que estamos haciendo una labor social ineludible.
ZP es un tipo muy listo, por eso es Presidente del Gobierno. Nada de que es un inutil, sirve perfectamente a los intereses de quienes lo mantienen ahí.
Como todo político solo tiene un defecto, la soberbia. Y puede que mordiendo la mano que le dió de comer [Prisa] acabe mal.

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31.  canica02/09/2009, 16:29 h.

¿Es posible que alguien que dia a dia visualiza el panorama, tenga confianza en la casta que ha alcanzado el poder? ¿Es posible confiar en todos estos señores, que lo unico que han hecho es rodearse de privilegios ? ¿ O no es un privilegio asegurarse la pension maxima con solamente 7 años de diputado? ¿ O simplemente jurar un cargo de ministro?.¿No es un privilegio en disponer de un tercio de su sueldo sin estar sujeto a IRPF? ¿ No es un privilegio el disponer de un sueldo superior a los 4000 euros con solo ser concejal de festejos en una poblacion de mas de 15000 habitantes,mientras que un médico cirujano supere escasamente los 3000?¿No es un privilegio es disponer de mas de tres funcionarios a su disposicion despues de jubilarse como presidente de la Junta de Extremadura ? Sres. cuando estos seres sinverguenzas,nos expliquen cuales son sus privilegios y en justicia renuncien a algunos de ellos,empezaremos a tener confianza en ellos,mientras solamente recibiran nuestro desprecio por el asco que esparcen,Maldita la hora que en nombre de la democracia aparecieron estos individuos.Gracias Perez Reverter por habrirnos los ojos,ya somos dos que cisgamos en la puta madre que los parió.

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30.  polilla994702/09/2009, 16:27 h.

#13 Sencillamente, las izquierdas estaban ocultas en las cloacas.

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29.  menos mamoneo02/09/2009, 16:11 h.

España necesita reducir sus costes de producción en al menos un 15%, para compensar el diferencial de inflación soportado respecto de la zona euro durante los ultimos 9 años. Para conseguirlo, hay que abordar seriamente lo siguiente:
- Reforma laboral, abaratando el despido y suprimiendo la negociación colectiva.
- Reducción sustancial de las cotizaciones empresariales a la Seguridad Social.
- Reducción de sueldos en el sector público.
- Programa de austeridad en el gasto público, suprimiendo el gasto superfluo y el mamoneo.
- Eliminación de las situaciones restrictivas de la competencia, incluyendo una trasposición seria de la Directiva de Servicios y un Servicio de Defensa de la Competencia que haga algo más que fcilitar las operaciones de control empresarial auspiciadas por el Gobierno.
- Política energética orientada a la producción de energía barata [nuclear].
- Pueden mantenerse los tres grandes logros del Estado de Bienestar: Sanidad universal y gratuíta, Educación y Pensiones.

De lo contrario, no lograremos crecer solidamente y, además, correremos el riesgo de que el ahorro exterior deje de financiar nuestro escandaloso déficit por cuenta corriente.

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