¿Es momento de invertir en deuda? Las bajadas de tipos se enfrentan a la avalancha de papel en 2009
El desastre de la bolsa ha empujado masivamente a los inversores a la deuda pública: la pasada fue la mejor semana para los bonos desde el
crash bursátil de 1987. Y se espera que este
rally continúe a corto plazo por las expetctivas de bajadas de tipos y por el deprimente escenario económico. Pero ¿realmente es un buen momento para invertir en este activo con visión de medio plazo? ¿O es demasiado tarde? El mercado está dividido al respecto, pero, en todo caso, esta opción no es tan segura como muchos la pintan
En los últimos días, Bancaja y Barclays ha presentado fondos de inversión que invierten en deuda e Ibercaja ha lanzado dos planes de pensiones de este tipo para captar el dinero que sale de la bolsa. En todos los casos se centran en deuda a corto plazo, que es la más demandada por un inversor que se ha vuelto extraordinariamente conservador y que no se fía ni de la deuda del Estado a más de un año.
Algo que permitió al Tesoro español emitir la semana pasada letras a un año al 2,54%, su nivel más bajo desde 2005. No obstante, las ganancias en precio -caídas en rentabilidad- se han dado en toda la curva: el rendimiento del Bund alemán a 10 años se encuentra en el 3,41%, muy cerca de su nivel más bajo desde 1989.
"Hay una demanda muy fuerte de activos seguros y, aunque actualmente se centra en los plazos más cortos, la curva de tipos debe perder pendiente y la parte larga (los bonos a 10 años) tendrá más recorrido a la baja en rentabilidad, lo que significa ganancias en precio", opina
Iván Díez, responsable de ventas de la gestora especializada en renta fija Groupama en España. Además, hay una convicción generalizada de que los bancos no pueden mantener los depósitos por encima del 6% cuando el Euribor a 12 meses está ya en el 4,12% y se espera que siga bajando. De ahí que se prevea un trasvase desde los depósitos hasta los fondos de deuda en los próximos meses que siga alimentando la demanda de bonos.
Si las expectativas son que el BCE baje los tipos medio punto o incluso tres cuartos en la reunión de diciembre, y que continúe bajando en 2009, la teoría es que la caída de los tipos de la deuda tiene margen para continuar. El broker X Trade considera que el Bund puede caer a corto plazo hasta el 3% en rentabilidad.
Pero hay quien va mucho más lejos:
JP Morgan pronostica que la Fed llevará los tipos al 0% en febrero por la gravedad de la crisis, y Citigroup prevé que el BCE llegue hasta el 1% a mediados de 2009, sin descartar que también los deje en el 0% si la recesión es muy fuerte, la crisis financiera no remite y entramos en deflación. Si esas previsiones se confirman,
Alain Galibert, presidente de la firma de asesoramiento Bolságora, considera que "no sería extraño que el rendimiento Bund llegue al entorno del 1% durante 2009".
La avalancha de emisiones presionará a los bonosPero frente a este escenario tan positivo para la deuda (y tan negativo para la bolsa), hay un factor de riesgo muy importante: la avalancha de emisiones de deuda que van a tener que realizar todos los grandes Estados -EEUU, Alemania, Italia, Gran Bretaña, Francia, España- para financiar sus planes de rescate del sector financiero y de estímulo fiscal a la economía. Hablamos de cantidades realmente ingentes: el secretario del Tesoro
Henry Paulson ha anunciado que sólo EEUU tendrá que emitir 1,5 billones de dólares en el año fiscal que comenzó el 1 de octubre.
Por tanto, la gran pregunta es si la demanda actual de bonos será suficiente para absorber todo ese papel. Y ahí se detecta división de opiniones, con muchos expertos que condicionan la respuesta a lo que ocurra en la bolsa en 2009: si continúa la extrema aversión al riesgo actual, sí habrá demanda suficiente para los nuevos bonos.
Pero otros son mucho más pesimistas.
Félix López, director de Atlas Capital, advierte de que "podemos ver verdaderas sorpresas desagradables en la renta fija, lo que hoy es la salvación de los inversores puede convertirse en el infierno". La razón es que "todos esos paquetes fiscales van a provocar un volumen de peticiones al mercado enorme, que va a ser muy difícil de cubrir a los tipos actuales. La curva se va a positizar muchísimo", lo que quiere decir, en román paladino, que los tipos de los bonos van a subir aunque los tipos de los bancos centrales bajen.
A su juicio, las emisiones de deuda pública se van a colocar porque entrarán los fondos soberanos y otros inversores institucionales, pero van a pedir unos precios muy superiores a los actuales. Y los Gobiernos tendrán que pagarlos para financiar estos planes y sus crecientes déficits públicos. En esa puja, además,
España tiene todas las de perder por la desconfianza de los inversores en nuestro país: "El dinero prefiere ir a Alemania antes que a España, así que nuestro Gobierno tendrá que pagar más caro y el diferencial con el Bund se ampliará", opina un analista que prefiere no identificarse.
En lo que unos y otros coinciden es en que el aluvión de papel de los Estados va a ocupar el lugar de las emisiones privadas, y que empresas y bancos van a tener muy difícil colocar bonos en 2009. "¿Por qué
emite ahora Iberdrola con un diferencial tan fuerte en vez de esperar a 2009? Porque sabe que el mercado se le va a cerrar del todo el próximo año", conclute el analista citado.