La facturación del fabricante de hemoderivados entre enero y septiembre se situó en 600,2 millones de euros, un 14,5% más que al cierre del tercer trimestre de 2007, aunque Grifols señaló que, excluyendo los efectos cambiarios de la apreciación del euro frente al dólar, sus ventas habrían crecido un 21,5%.

La compañía destacó que sus ingresos se habían visto beneficiados por un aumento tanto en el precio como en el volumen de alguno de los hemoderivados que comercializa, como la inmunoglobulina intravenosa (IVIG), la albúmina y el factor VIII.

El beneficio bruto de explotación (Ebitda) de la compañía se situó en 174,1 millones de euros, lo que supone una mejora del 32,1%, desde los 131,84 millones registrados hasta septiembre de 2007. Por otra parte, la deuda financiera neta del grupo hasta septiembre era de 471,6 millones de euros, lo que supone un ratio de 2,1 veces el Ebitda, frente a las 2,3 veces registradas hace un año.

Por segmentos de negocio, la compañía destacó el comportamiento de su división Bioscience, que en los nueve primeros meses de 2008 facturó 445,27 millones de euros, un 21,6% más que en septiembre de 2007. La división Hospital mejoró sus ingresos un 11,2%, hasta 62,12 millones de euros, mientras que la filial Diagnostic incrementó su cifra de negocios un 7,6%, hasta 63,64 millones.

Cumpliendo las previsiones de la compañía, la división Raw Materials & Others, que engloba la venta de productos intermedios y de plasma a terceros, redujo su facturación un 31,8%, hasta 29,14 millones de euros, por la ausencia de ventas de plasma a terceros desde que en 2007 finalizasen los acuerdos derivados de la adquisición de PlasmaCare.  

Las ventas del grupo se centraron en la Unión Europea, que acaparó un 51,5% del total, mientras que en el mercado estadounidense colocó un 34,4% de su producción. Grifols ganó en España y Portugal 169,9 millones de euros, un 13% más que en el último ejercicio.