Paul Schrott, un italiano de 38 años conocido como uno de los mejores chefs de los templos culinarios marbellíes, ha sido detenido la pasada semana en las puertas del restaurante Lime & Co por miembros de la Policía Nacional acusado del delito de estafa y apropiación indebida. El acusado, que durante toda su vida profesional ha presumido de laborar en las mejores cocinas y deleitar los paladares más exquisitos de estrellas de Hollywood como Al Pacino, Roberto de Niro o Jon Bon Jovi en el legendario restaurante palio del inolvidable Andreas Hellriegl en Nueva York, fue denunciado por los propietarios de diferentes restaurantes de Marbella.

Según ha podido saber El Confidencial de fuentes judiciales, el caso de Paul Schrott ha sido derivado al Juzgado de Instrucción nº 1 y numerosos proveedores han acudido a la sede judicial para reclamar “todo lo que nos debe este chorizo que nos ha engañado durante tanto tiempo haciéndonos creer que era quien no es”, apunta uno de los presuntamente estafados.

Y es que el dicho de que "la buena cocina es la base de toda felicidad", que el maestro Escoffier preconizaba, ha quedado desvirtuada con delitos de estas características que cada vez son más comunes, tal como se demuestra con el escándalo que en el mes de mayo protagonizaba en las cocinas de Ferran Adriá su socio Miquel Horta, que demando al prestigioso chef acusándole de estafa y engaño y de comprarle en 2005 un paquete de acciones por un precio muy inferior al real.

12.000 euros para irse

Con engaños y tretas de este estilo, Paúl Schrott se presentaba en los foros marbellíes como reputado cocinero de fama internacional, galardonado con dos estrellas Michelin. De esta manera conseguía que propietarios de establecimientos le cedieran la explotación de sus restaurantes, haciendo frente únicamente a las cantidades iniciales de alquiler, dejando luego de pagar, generando importantes deudas tanto con los propietarios como con proveedores.

Cuando los propietarios le desalojaban de sus restaurantes, el presunto estafador  aprovechaba para llevarse mercancías y enseres. Incluso consiguió por la desesperación del dueño de uno de ellos, el propietario de Lime & Co, que le compensara económicamente con 12.000 para que desalojase el establecimiento, según ha sabido El Confidencial de fuentes de la investigación. En el momento de ser detenido se encontraba en negociaciones con el conocido restaurante de Puerto Banus Al dente para ejercer la explotación del mismo al igual que ya había hecho con Ruperto de Nola y Lime & Co .

En los almacenes de Al dente han sido recuperadas las mercancías y efectos de los otros restaurantes que había ido llevando. Se le imputan los presuntos delitos de estafa y apropiación indebida. El día de su detención había citado a los proveedores para cobrar, cuando ya tenía desalojado el restaurante y no tenía previsto volver. Algunos de estos proveedores, que sospechaban lo que estaba ocurriendo, estaban en la puerta esperándole, y fueron testigos de la detención del individuo.

Templos culinarios

El primer paso en la ciudad lo dio en el Restaurante Ruperto de Nola, un templo culinario, que es el único restaurante en toda la costa distinguido con cinco tenedores, y propiedad de Santiago Domínguez, quien es de por sí una leyenda en la escena gastronómica de toda España y conocido internacionalmente por su restaurante Santiago en el paseo Marítimo de Marbella (donde la policía grabó las conversaciones de la Operación Malaya).

Paul llegó a marbella y se presento en Santiago para  tomar las riendas del Ruperto de Nola como especialista en alta cocina creativa. Le contó a Santiago Domínguez que había  trabajado durante toda su vida profesional en las mejores cocinas y con los mejores cocineros como por ejemplo con el llamado "cocinero del siglo" Eckhart Witzigmann en el Aubergine (3* Michelin) o con Heinz Winkler en Aschau, Alemania (3 * Michelin). También esgrimió argumentos como que “para Alfons Schubeck en Munich recuperó la estrella perdida en cinco meses como jefe de cocina”  y cocinó para la Champions League en Barcelona o Madrid.

La guinda que este “presunto estafador ponía a su currículo” era la de destacar “que el secreto de mi cocina es una alta cocina creativa con un fuerte toque italiano, eso quiere decir que no debe faltar el aceite de oliva de calidad, las hierbas frescas y las especias. Trabajar con las mejores materias primas ecológicas y cocinar de una forma conscientemente sana es lo más importante para mí.