“Nací en un pueblo de 40 habitantes y siempre he vivido en el campo. Nunca había visto semejante caída libre de los precios de lo que producimos. Sé lo que cuesta un tractor y lo que me pagan, pero luego veo muy poca transparencia en la formación de precios”. Con esta crudeza se expresaba Pedro Barato, presidente de la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (Asaja), momentos después de anunciar la convocatoria de una manifestación frente al Ministerio de Economía el próximo 19 de junio para pedir medidas que ayuden al campo a afrontar la subida del precio del combustible.

La concentración no dejará de tener un cierto ambiente festivo, en tanto se repartirán hortalizas, aceite de oliva y carne envasada. Si no se atienden sus peticiones, Barato aseguró que se tomarán medidas menos festivas, que podrían coincidir con la operación salida o con la operación retorno de vacaciones.

¿Incluyendo cortes de las carreteras? “Serán medidas más contundentes. Hay muchas formas de estar en la carretera. No sé si se van a cortar o no, pero se incrementará la presión y no descarto nada”, aseguró. Las peticiones de Asaja son ya clásicas y pasan por el establecimiento de un gasóleo profesional (con una mejor fiscalidad) y por la bajada del precio de los abonos y fertilizantes. Asimismo, solicita una ley de comercio por la que no se pueda vender el producto agrario por debajo de los costes de producción, en línea con la tabla de tarifas mínimas que demandan los transportistas para, al menos, “que no cueste dinero trabajar”.

Para poner cifras a ese incremento de costes, Barato explicó que “a una explotación de 100 hectáreas le cuesta 27.600 euros producir hoy lo que en 2006 apenas le suponía 18.000. Todo por la subida del gasóleo, los plásticos, los fertilizantes…”.

Asaja también pide la aprobación de una prórroga del actual sistema de tarifas eléctricas oficiales. “Llegamos a un acuerdo para una moratoria, al menos hasta diciembre, con el anterior secretario general de Energía, Ignasi Nieto, pero con la llegada del nuevo equipo a Industria se ha parado todo”, explicó Barato, precisando que el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino les ha garantizado que les “echará una mano” en sus reivindicaciones a Industria.

El próximo 1 de julio desaparecen las tarifas oficiales eléctricas para el riego, sin que haya ningún mecanismo de transición o contrato tipo. “Las grandes eléctricas podrán imponer sus condiciones de precio”, apunta Barato. “Vienen, te quitan el contador y no puedes hacer nada, ¿acaso no es eso allanamiento de morada”, se preguntó.

En el ámbito fiscal, la organización aboga por reducir al mínimo los impuestos especiales sobre el gasóleo agrario (hasta 21 euros por 1.000 litros) y dejar un tipo del IVA reducido al 7% (ahora está en el 16%). Estas medidas rebajarían el peso de la fiscalidad en el coste del gasóleo hasta el 17% (desde el 25% actual) y permitirían reducir el precio que soportan los agricultores un 38%.

Asaja también hace hincapié en “poner freno a la especulación en torno a los precios de los fertilizantes, limitar las exportaciones para aumentar la oferta y bajar los precios de los abonos”. En el caso de la ganadería, la asociación pide, entre otras medidas, el denominado desacoplamiento total (que se pueda acceder a las subvenciones europeas se tenga o no el ganado cuando se ha decidido abandonar el sector) para los sectores del vacuno, ovino y caprino, así como aumentar la oferta de materias primas para la alimentación animal. “No se puede competir con pollos argentinos que vienen hartos de soja transgénica”, aseveró Barato.

Los agricultores no se moverán al unísono. El movimiento de Asaja no contará con el apoyo de la otra gran fuerza del campo español, la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG). “Puede pasar que nuestras peticiones no coincidan con las de otras organizaciones. Asaja no ha tenido ningún problema mientras ha habido reivindicaciones profesionales”, precisó Barato.

En todo caso, los agricultores no están solos en sus protestas. De hecho, se les adelantó ayer la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de Mercancías (Fenadismer), segunda patronal del sector, que decidió mantener la convocatoria de paro indefinido a partir de la medianoche de mañana domingo, tras no alcanzar un acuerdo sobre medidas compensatorias por la subida de los precios de los carburantes. Los contactos se retomarán el lunes, si bien la organización con más peso, la Confederación Española de Transportes de Mercancías (CETM), ya ha adelantado que no se sumará al paro.

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