Las bolsas asiáticas se han contagiado de las ventas que ayer se impusieron en Europa, primero, y en Estados Unidos, después, y han cerrado la sesión en negativo. En plena temporada de resultados empresariales, los inversores se han lanzado a recoger beneficios tras el rally alcista de las últimas seis semanas ante lo que pueda suceder. No en vano, las perspectivas no son demasiado optimistas, especialmente dentro del sector financiero, como han vuelto a poner de manifiesto las cuentas de Bank of America.

El Nikkei 225 registraba caídas del 2,7%, mientras que en Australia, el S&P/ASX 200 retrocedía más del 2% después de que el gobernador del Banco Central haya dicho que la economía se encuentra en recesión. El índice MSCI Asia Pacífico recortaba un 2,2% tras marcar máximos desde principios de enero. 

Los futuros estadounidenses rebotan hoy ligeramente tras el duro revés sufrido ayer en Wall Street. Bank of America sorprendió al mercado con resultados mejores de lo previsto -triplicó su beneficio neto en el primer trimestre-, aunque anunció que ha tenido que aumentar sus reservas en previsión de futuras pérdidas, dejando en entredicho la recuperación del sector financiero en Estados Unidos.

HSBC Holdings retrocedía cerca de un 6%, mientras que la segunda entidad financiera surcoreana, Shinhan Financial Group, se dejaba más del 3%. Por su parte, la entidad nipona Mitsubishi UFJ Financial cedía un 3,4%. Recortes del 4% para National Australia Bank y del 3% para KB Financial Group. También cotizaban a la baja las acciones de Fubon Bank (-4,5%) y Dah Sing Banking Group (-4,1%), mintras que Wing Hang Bank recortaba un 5,7%.

"Un día de corrección no rompe una tendencia, especialmente después del feroz rally vivido en las últimas seis semanas", explica un operador a Reuters. "Pero esperamos que aumente de nuevo la aversión al riesgo a corto plazo, especialmente hasta que se conozca el resultado del stress test el próximo 4 de mayo", añade. "Las especulaciones en torno a la evolución del stress test está comenzando a presionar a los mercados".

Las perspectivas sobre nuevas pérdidas bancarias ha provocado que se haya disparado de nuevo la demanda de yenes y oro como activos refugios. La divisa nipona ha tocado los 97,66 dólares, su nivel más alto desde finales de marzo, mientras que la onza de oro ha recuperado un 2,3%.

Las especulaciones en torno a que lo peor de la recesión a nivel mundial había pasado ha llevado las valoraciones en el MSCI Asia Pacífico a si nivel más alto desde principios de noviembre de 2007.

Entre los valores en el punto de mira, destaca China Mobile, cuyas acciones cedían más del 5%. Su beneficio neto en el primer trimestre creció un 5,2% hasta 3.300 millones de dólares, su menor ritmo de crecimiento e cinco años. El resultado, conocido ayer, se situó por debajo de las previsiones de los analistas consultados por Bloomberg.

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