Royal Bank of Scotland (RBS), actualmente controlado por el Estado, tiene previsto reducir sus gastos en más de 1.000 millones de libras (unos 1.127 millones de euros), en parte mediante la reducción de su banca de inversión, según han informado fuentes cercanas a la operación.

RBS se dividirá en dos unidades de negocio en los próximos tres o cinco años, con una entidad para el Reino Unido y otros negocios “centrales” y una segunda para operaciones que no pertenecen al negocio principal de la entidad con sede en Edimburgo, según una fuente citada por Bloomberg.

“Esta solución conllevará al fortalecimiento del banco”, dijo Howard Wheeldon, un analista de BGC Partners en Londres, que recordó que hay “partes muy buenas de Royal Bank que necesitan ser capaces de prosperar”.

Según las informaciones publicadas este fin de semana por el Financial Times, RBS anunciará el próximo jueves la supresión de miles de puestos de trabajo, entre 10.000 y 20.000 de una plantilla total de 215.000, y una subasta de sus activos en Asia, donde se retirará del negocio minorista.

El nuevo consejero delegado de la entidad financiera, Stephen Hester, hará estos anuncios el mismo día en que informe de los resultados del banco correspondientes al 2008, que reflejarán unas pérdidas de entre 7.000 y 8.000 millones de libras (7.770 a 8.880 millones de euros), añade el rotativo. El banco anunció hace un mes que podría sufrir pérdidas de hasta 28.000 millones de libras, la peor cifra de su historia. RBS dará a conocer sus resultados de 2008 el próximo 26 de febrero. 

Según Financial Times, Hester quiere de todas formas mantener la presencia internacional del banco y declarará la intención de continuar en el negocio de banca de inversiones.

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