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Aunque no sería la primera vez que el departamento que preside Magdalena Álvarez tiene que salir al paso de problemas provocados por una empresa privada, actualmente ese escenario ni se contempla. Ni siquiera desde el enfoque del problema como la quiebra de un servicio público. “En estos casos, lo único que podemos hacer es vigilar que se cumpla lo que marca Aviación Civil respecto a indemnizaciones, reasignación en los vuelos, etc. Y en eso Iberia suele ser bastante escrupulosa”, añaden estas fuentes. Una argumentación que no coincide con los planteamientos del Partido Popular, que ha solicitado la comparecencia en el Congreso de la ministra, a la que acusa de haber “desatendido” la situación en el aeropuerto de Barajas y a los pasajeros que han perdido vuelos durante las Navidades.

Desde el Ministerio se encogen de hombros. “Es que en este caso concreto ni siquiera hay declarada ninguna huelga. Más allá de que los pilotos puedan estar trabajando según convenio, lo cierto es que oficialmente no hay una convocatoria. Todos vemos las cosas y es obvio que algo pasa en Iberia que le impide realizar su labor normalmente, pero…”. Fuentes del sector consultadas por El Confidencial avalaban en este punto el planteamiento de Fomento: “Si se demuestra que hay una huelga de celo, Fomento puede entrar a saco contra los pilotos y a éstos se les puede caer el pelo. Eso explica el afán de la compañía en demostrar ese extremo. Es el quid de la cuestión. Mientras eso no pase, lo tiene muy difícil para intervenir”.

Ayer, la supuesta huelga provocó 10 cancelaciones y un 60% de los vuelos retrasados, según datos de Iberia, que no obstante calla que tampoco ayudaban las condiciones de intensa niebla y de mala meteorología en toda Europa. Desde el inicio del conflicto, los datos de la aerolínea hablan de 500 cancelaciones, 5.000 retrasos y 156 vuelos adicionales contratados, con su correspondiente coste. La compañía dijo que ayer se vio obligada a recurrir a diez vuelos extra para paliar los efectos de las cancelaciones. En todo caso, rechazó entrar a valorar la actuación del Ministerio.

Fomento recuerda que sí se movilizó durante el pasado fin de semana cuando al conflicto de los pilotos se sumó el de controladores, generando un auténtico caos en el aeródromo. Tanto desde el Ministerio, como desde la compañía y la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA), se deja claro que la situación estaba ya ayer normalizada. Fuentes de la USCA insistieron en que se ha trabajado con AENA para solventar el problema. ¿También también problemas ellos con el convenio? “No puede haberlos, ni siquiera se está negociando todavía”, expone el sindicato, que agrupa al 95% de los 2.450 controladores.

Despidos y 41 expedientes

En su estrategia de ejercer la mayor presión posible sobre los pilotos, la compañía admitió ayer que ha abierto –además de los 14 anunciados hasta ahora- 27 expedientes más a pilotos por presuntamente haber secundado esa huelga y que a los primeros “les llegará esta misma semana”. Las sanciones que podrían acotar las investigaciones van desde la suspensión de empleo y sueldo hasta el despido de la compañía, pasando por la retirada del grado de comandante. Desde el sindicato de pilotos (Sepla) se ha defendido desde el principio que sus asociados, simplemente, “están trabajando a convenio” y  ayer se aseguró que la aerolínea “ya tuvo que cerrar los primeros expedientes por falta de pruebas”.

La apertura de los citados expedientes se une a la solicitud de la aerolínea ante la Audiencia Nacional de las actas de las Asambleas celebradas por el Sepla los pasados 4 y 12 de diciembre, con el fin de hallar en esos registros la “prueba fehaciente” de que el sindicato de pilotos instó a sus asociados a ponerse en huelga. Fuentes conocedoras de los pasos que seguirá la compañía aseguran que, una vez se depuren esas investigaciones y se conozca el contenido de las actas, “se pedirán daños y perjuicios si hay pruebas de una acción concertada”. En una misiva remitida al responsable del Sepla, Justo Peral, el director general de Iberia, Enrique Donaire, ya anticipaba “la exigencia, tanto a la Sección Sindical como a sus componentes, de reparación del perjuicio económico ilícitamente ocasionado a la empresa”.

Entretanto, Iberia y el Sepla retomaron ayer las conversaciones, que continuarán el próximo miércoles. ¿Avances? Más bien pocos. La dirección de la compañía sí hará a los pilotos en dos días una propuesta sobre cómo resolver el escollo que supone la fusión con British Airways. Desde los pilotos se pide que el empleo crezca proporcionalmente en la T-4, donde la británica concentraría sus posibilidades de expansión. Más delicada es la problemática que afecta a la retroactividad del convenio. Según los pilotos, Iberia querría empezar a negociar no desde la letra del citado convenio, sino desde un acuerdo firmado en 2006 según el cual los pilotos se comprometían tras la creación de Clickair a ir más allá del convenio de forma voluntaria. Desde el Sepla se exigió a Iberia que ponga los medios para acabar con el malestar entre los pasajeros y se recordó que desde el dia 17 la empresa no habría llamado a los pilotos para sentarse a negociar.  

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