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“Nadie inspecciona. ¿Quién va a denunciar que te están pagando a 120 días? Si lo haces, estás muerto. Son las comunidades autónomas quienes tendrían que actuar de oficio. Pero no lo hacen”. Y es que según explica Jorge Jordana, secretario general de la Federación de Industrias de la Alimentación y Bebidas (Fiab), la Ley de Comercio Minorista se incumple de forma sistemática y los proveedores sufren en los pagos retrasos medios de 40 días, lo que se traduce en 8.000 millones de euros menos de capital circulante. “Se está pagando a 82 días de media. La gran distribución a 86”, explicó, cuando la ley fija una horquilla entre 30 y 60, y sólo excepcionalmente 90.

“El problema es que la excepcionalidad se ha convertido en norma”, asegura el secretario general de la Fiab. El Real Decreto 367/2005, que nació para regular los plazos de las operaciones comerciales con el fin último de luchar contra la morosidad, establece que el pago de los productos frescos y perecederos debe hacerse en 30 días, mientras que el de los no perecederos, de gran consumo, en 60. Sin embargo, en este último caso se recoge que puntualmente puede llegarse a los 90 días, siempre y cuando se pacte expresamente y se establezcan compensaciones económicas para el proveedor por esa mayor demora.

Claro que, hecha la ley, hecha la trama. O el fraude de ley, en palabras de Jordana. “Además de las condiciones generales de venta, los contratos ya pactan los aplazamientos y advierten que están incluidas las compensaciones económicas exigidas por la ley. Es decir, cuando se firman los contratos ya se firma el aplazamiento. Te encomiendas a Dios Padre y ya está. Porque si no vendes…”, apuntó, añadiendo que el Grupo Socialista en el Congreso se habría mostrado ya partidario de eliminar ese recurso a los 90 días, con el placet del secretario de Estado de Medio Rural y Agua, Josep Puxeu.

¿Acaso el problema es nuevo? Ni mucho menos. Es más, sucede desde la entrada en vigor de la norma. La clave es que hasta ahora los proveedores podían aguantar. Sin embargo, con la crisis económica ya no va a ser tan fácil renovar las pólizas para capital circulante. Una problemática general de la pequeña y mediana empresa en España, y de la que no escapa casi ningún sector. De hecho, pese a insistir en que la alimentación “tiene menos problemas que los demás” y es de los tres que han crecido y generado empleo en 2008, Jordana pidió una línea específica del ICO para facilitar la inversión de obra nueva en la industria alimentaria. Con este apoyo financiero, aseguró que el sector, que factura 80.000 millones de euros al año, puede invertir un total de 3.000 millones durante los próximos tres ejercicios.

Concejales 'pata negra'

Una fortaleza cogida con alfileres y que, en todo caso, aguantará en el periodo navideño, aunque no del mismo modo. “Habrá un trasvase del consumo en hostelería al canal doméstico –aseguró el secretario general de Fiab. En estos casos, lo que se produce es una reclasificación de la demanda”. Es más, se aventuró a ironizar sobre la inquietud de determinados sectores. “Noto inquietud en los pata negra. Y los que compraban pata negra eran de la construcción. Incluido algún concejal. Pero no creo que afecte mucho al consumo. La gente cambiará el irse a Canarias por comer marisco”, aseguró.

¿Tocará ese trasvase al mayor uso de la marca blanca? Jordana no quiso entrar. “No soy un crítico de la marca blanca. Todos conocemos Zara y no fabrica nada. Es todo producto del distribuidor. Y el modelo tiene éxito. Hay hueco para todos. A veces se coge el taxi y no el autobús. El mercado es así”, argumentó. En todo caso, la evolución de los precios sólo puede ser a la baja: “Los precios van con el petróleo. Están bajando. Otra cosa es que llegue al consumidor. El año que vienen seremos deflacionarios. Ya estamos por debajo del IPC”.

Las reivindicaciones del sector pasan por un paquete de medidas que ya se ha hecho llegar a la ministra, Elena Espinosa, y que, además de las disposiciones financieras, acoge preocupaciones sobre la simplificación administrativa y la promoción. “El sector está hiperregulado. En diez años, en el Boletín Oficial de las Comunidades Europeas se han recogido 1.470 normativas. Es una barbaridad. Cada 2,5 días sale un reglamente nuevo. Entiendo, por ejemplo, que el trato a los animales tiene que ser el correcto. Que las gallinas tienen que tener un espacio de recreo. Lo que pasa es que luego hay otras gallinas más baratas que vienen de Brasil y que no tienen recreo. Si no competimos con las mismas exigencias…”, precisó Jordana. Respecto a la promoción, abogó porque las instancias implicadas y que manejan fondos, como las Cámaras de Comercio, el Icex, el Ministerio y las propias comunidades autónomas, actúen de forma coordinada.

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