Las compañías japonesas han puesto al mal tiempo buena cara y han decidido aprovechar la debilidad de los mercados internacionales para adquirir empresas más allá de sus fronteras. Según informa Bloomberg en su edición digital,  el valor de las compras realizadas por las firmas niponas en el extranjero en lo que va de 2008 alcanza los 48.600 millones de dólares (33.500 millones de euros), casi el doble de todas las adquisiciones realizadas en 2007, y se sitúa en máximos desde el estallido de la burbuja que sumió en una severa depresión al país a finales de los años 80.

Entre las principales operaciones destacan la compra de la alemana Epcos por parte de TDK, dentro del sector tecnológico, y las de la india Ranbaxy o la estadounidense Millenium por parte de Daiichi y Takeda, respectivamente, dentro de la industria farmacéutica. Por su parte, la alimenticia Kirin acordó ayer mismo la compra de la australiana Dairy Farmers  en una operación valorada en 580 millones de dólares (400 millones de euros). Mientras que las firmas vinculadas al negocio de la salud persiguen dar rentabilidad a unos niveles de caja que, en ocasiones, suponen cerca de la mitad del valor de sus activos, las sociedades del sector de la nutrición buscan, fundamentalmente, expandir sus mercados de influencia.

Los japoneses están aprovechando la crisis internacional para pagar multiplicadores sustancialmente por debajo de aquellos a los que cotizaban las compañías compradas hace poco más de un año. Uno de los principales beneficiados ha sido Goldman Sachs, que se ha posicionado como el asesor de referencia por delante de UBS lo que le ha llevado a publicar resultados réord en Japón en lo que va de año.