publicidad
publicidad
www.elconfidencial.com www.vanitatis.com
Logo de Cotizalia
Miércoles, 30 de julio de 2008 (Actualizado a las 21:00)
Expo Zaragoza 2008
PORTADA    Noticias     Vivienda    Análisis    Fondos    Blogs     Cotizaciones       ValorFondoNoticia  

TRIBUNA LIBRE
Felipe Portocarrero*

Retos de la comunicación en un ERE

ERE comunicacion economia

@Felipe Portocarrero* - 30/07/2008 06:00h

Deja tu comentario (0)

Valorado (3/5)Valorado (3/5)Valorado (3/5)Valorado (3/5)Valorado (3/5) (3/5 | 7 votos)

enviar a un amigoimprimir

En los Expedientes de Regulación de Empleo (EREs), reducciones de plantilla y los cierres de fábricas, las empresas se enfrentan a situaciones de crisis que las hacen muy vulnerables.

Demasiadas situaciones que atender y resolver y muchas las audiencias afectadas, por lo que es fundamental gestionar ordenadamente la comunicación. La situación se agrava cuando como ahora se llevan a cabo en los comienzos de la crisis económica y pueden ser interpretadas como que están aprovechándose de la situación para abaratar sus costes sin una necesidad perentoria de hacerlo.

La empresa debe continuar funcionando a la vez que negocia una solución adecuada para los trabajadores afectados. Todo ello, intentando no perjudicar la relación con las autoridades, consumidores y clientes, los proveedores y la propia imagen, credibilidad y reputación de la marca.

La experiencia demuestra que es complicado adoptar una decisión de este tipo y no sufrir un menoscabo de la imagen y reputación de la compañía ante la opinión pública. Es importante asumir que el desarrollo de estos procesos depende directamente de las condiciones y ambiente del entorno en que tienen lugar (local, regional, nacional o internacional).

En España, las medidas de reestructuración empresarial deben contemplar una serie de factores que contribuyen a dificultarlas.

Por lo que respecta al marco legal, la legislación laboral española ha sido tradicionalmente un obstáculo a la hora de adoptar medidas de reestructuración. Las nuevas normativas laborales intentan dar respuesta a la flexibilización del mercado laboral pedida por el empresariado español.

No obstante, en la práctica, la situación no ha variado mucho. El principal obstáculo sigue siendo el mismo: que la autoridad laboral ralentice el proceso y que por tanto, acabe en la vía judicial. Para no correr ese riesgo y para que la empresa consiga sus objetivo en los plazos y presupuesto que se haya trazado, es necesario que empresa y trabajadores lleguen previamente a un acuerdo.

Las Administraciones, tanto locales, regionales como estatales, pueden ser excepcionales mediadores en estos conflictos. Sin embargo, no hay que olvidar que también tienen sus propios intereses. Dependen de cómo respondan a la comunidad que los elige cada cuatro años. Si para ello le interesa manifestarse contrarias a los objetivos del proyecto, lo harán sin dudarlo.

Los sindicatos y comités de empresa deben ser muy tenidos en cuenta. España tiene uno de los índices más bajos de afiliación sindical de Europa. Sin embargo, los sindicatos mantienen su papel relevante en la economía española. Su reconocido papel de agente económico les lleva a sentarse con empresarios y gobierno para discutir las cuestiones socio-laborales cada ejercicio.

Este protagonismo es aprovechado por las organizaciones sindicales, manteniendo a lo largo del año una elevada presencia en los medios de comunicación, que inundan diariamente con comunicados y ruedas de prensa. En los EREs su papel es decisivo.

Los medios de comunicación son los principales mediatizadores de la información que llega a la opinión pública. A través de ellos llegarán, a lo largo del proceso, las versiones contrarias de sindicatos, comité de empresa y administraciones públicas. En esta situación, la compañía se encuentra sola en su labor de información a los medios, en el que a priori, nunca tiene aliados.

Por otro lado, las experiencias recientes han evidenciado la proactividad de los trabajadores españoles en la movilización y organización de todo tipo de protestas y manifestaciones contra este tipo de medidas. La violencia ha sido, en un gran número de ocasiones, la gran protagonista, sobre todo, de cara a la opinión pública.

En casos extremos, los argumentos nacionalistas en algunas comunidades autónomas españolas se radicalizan todavía más, actuando como nexo de unión entre los propios trabajadores. La situación acaba politizándose y el conflicto se extiende progresivamente entre la población.

Por último, la acción de diferentes asociaciones como las de consumidores, vecinos, telespectadores, culturales, etc. suelen añadir gravedad al proceso. Son un termómetro claro de si la situación ha comenzado a extenderse al resto de la población y a ser uno de los temas que, diariamente, acaparan su atención.

A veces, son especialmente graves los casos en los que existen claras amenazas contra los productos o las personas de la empresa involucradas en el proyecto (pintadas, amenazas personales o acciones violentas).

La comunicación juega un papel decisivo en el desarrollo y gestión de los procesos de cierres de fábrica y regulaciones de empleo. A la vez, se revela como un instrumento clave para el equipo directivo que ha de afrontar la situación. La comunicación en estos procesos no depende tanto de la información que se transmite sino de cómo se recibe por parte del público. La comunicación en un ERE plantea cuatro retos fundamentales:

1 Informar sobre la medida. Para ello hay que identificar todas las audiencias, tanto externas como internas, que se vayan a ver afectadas por la situación, y definir los mensajes básicos que expliquen la medida y adaptarlos a las respectivas audiencias, de manera que informen de: las razones, las consecuencias y el marco de negociación.

2. La comunicación con los trabajadores. Tan importante como el hecho en sí, lo es la percepción que de él tengan las diferentes audiencias y, por encima de cualquiera de ellas, los trabajadores afectados. Esto exige una información permanente y constante a lo largo del proceso, comprender y resolver las diferentes situaciones personales, e involucrar su participación en el futuro de la compañía.

3. Minimizar las posibles repercusiones negativas de la medida en la imagen pública de la compañía. Hay que gestionar un control y análisis detallado y riguroso de las informaciones que se producen durante el proceso y preparar planes de acción concretos que permitan responder a los peores escenarios posibles (huelgas, manifestaciones, sabotajes, amenazas, conflictos, encierros, etc.).

4. Gestionar la influencia que se pueda desarrollar en la negociación. Para ello hay que gestionar una comunicación rápida y eficaz con las audiencias internas de las propuestas de la empresa (empleados, comité de empresa, sindicatos y directivos), de manera que favorezca la fluidez del proceso negociador. Igualmente importante es canalizar hacia el exterior la Información a las distintas audiencias sobre la marcha de las negociaciones.

Una adecuada comunicación es clave en un proceso de reducción de plantilla y de ella va a depender minimizar el impacto negativo que una medida así pueda tener en la imagen y la reputación de la empresa.

(*) Director de Portocarrero & Asociados

Valorado (3/5)Valorado (3/5)Valorado (3/5)Valorado (3/5)Valorado (3/5) (3/5 | 7 votos)

enviar a un amigoimprimir

Enlaces patrocinados

Opiniones de los lectores (0)

Deja tu comentario

El equipo de redacción revisará las opiniones para evitar la difusión de comentarios no apropiados o insultos. El horario del foro es de 07:00 a 23:00 h, con horario restringido a los invitados de 10:00 a 19:00 h. Fuera de ese horario no se incluirán opiniones.

Ir al foro    Deja tu comentario

Vacaciones sin sobresaltos

@Fernando Moreno Maíz - 21/07/2008

Pervivencia de Porter treinta años después

@Josep Ros* - 22/04/2008

Excelencia y competitividad

@Juan Antonio Zufiría* - 18/04/2008

En busca de los apóstoles de la marca

@Gloria Martín - 04/04/2008

Ver más»

 

los más leidos los más leidos los más comentados los más enviados

Todos los derechos reservados © Prohibida la reproducción total o parcial

Auditado por Ojd

ir a El Confidencial

Cotizalia

ir a Vanitatis