El Consejo de Administración de ADIF (la empresa pública adscrita a Fomento que construye las líneas del AVE), adjudicará hoy al consorcio formado por las empresas Thales y Dimetronic el último gran concurso de señalización y seguridad ferroviaria destinado a dotar de equipos del sistema ERTMS a la nueva línea de alta velocidad que unirá Madrid con Valencia y Alicante. Un portavoz de Adif confirmó ayer a este diario la celebración del Consejo, aunque aseguró desconocer su orden del día.

Por un importe de 656,8 millones de euros, se trata del último gran contrato pendiente de adjudicación del AVE. Esas dos circunstancias –precio y oportunidad- explican la lucha enconada que las empresas especializadas en tecnología de señalización ferroviaria han mantenido por hacerse con él. Cuatro grupos han optado a la adjudicación: el formado por Bombardier y EMTE; la alianza entre Siemens, Alstom, Indra e Isolux; el dúo integrado por Thales y Dimetronic y, por fin, el constituido por Ansaldo y Cobra.

El 5 de junio se abrieron los sobres con las ofertas económicas de los cuatro competidores. La presentada por la canadiense Bombardier y su socio español EMTE resultó ser la más barata (528 millones de euros), seguida por la del grupo Siemens, Alstom, Indra e Isolux (565,8 millones). En tercer lugar quedó la presentada por Thales y Dimetronic (584,9 millones), no obstante lo cual tanto en el mundo ferroviario como en el de las empresas licitantes se había extendido la sospecha de que la ganadora terminaría siendo precisamente esta oferta. ¿Pucherazo a la vista?

Aunque conviene aclarar que, de acuerdo con las bases del concurso, la parte económica pondera solo el 40% de la valoración frente al 60% de la técnica, razones objetivas para la sospecha no faltan, y es que desde el año 2003 la alianza entre la francesa Thales (heredera de la división de comunicaciones para ferrocarril de Alcatel) y la española Dimetronic Signals (empresa con sede en San Fernando de Henares, Madrid, integrada en el grupo de ingeniería Invensys) se ha convertido casi en un monopolio de adjudicación en lo que a trabajos de tecnología de señalización ERTMS se refiere, habiéndose adjudicado entre el citado 2003 y el 2006 concursos varios por un total de 1.055,5 millones de euros.

“Es un secreto a voces que Dimetronic tiene buenos amigos en ADIF”, aseguraba el pasado 17 de junio (ver noticia) a este diario un directivo de una de las empresas competidoras en esta licitación, “y de ahí la sospecha extendida en el sector de que podría terminar llevándose también este concurso”. La decisión del consejo de hoy no hará sino profundizar esas sospechas. La misma fuente aseguraba ayer que “ADIF ha confeccionado un informe técnico interno, en lugar de uno externo y, por tanto, neutral, que le permite adjudicar el contrato a Dimetronic descalificando al resto de las ofertas”. Ayer tarde no fue posible conocer la opinión al respecto de ADIF.

“Ayer se habían repartido ya las carpetas para el Consejo”, prosigue la fuente, “en las que se incluye ese informe interno que termina recomendando la adjudicación a Thales y Dimetronic”. Todos los dedos apuntan a Manuel Sánchez Doblado, director general de Desarrollo de la Infraestructura de ADIF, como el hombre clave en el organismo para este tipo de adjudicaciones. De hecho, Thales y Dimetronic figuraban como favoritas antes incluso de que se abrieran las plicas económicas. “Y luego que venga Zapatero y hable de austeridad y de la necesidad de hacer ahorros ante la crisis”.

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