Repsol YPF y Royal Dutch Shell han decidido dejar en el aire su proyecto de 10.000 millones de dólares en Irán por los problemas geopolíticos en la región así como al aumento de los costes para construir las infraestructuras necesarias.

En declaraciones de Repsol YPF a Cotizalia.com, la petrolera española asegura que se encuentra en conversaciones con el gobierno iraní para intentar conseguir el cambio de este proyecto, que comprendía el desarrollo de la Fase 13 de South Pars, el mayor campo de gas del mundo, por las fases 20 y 21, bloques no estarán operativos al menos hasta dentro de diez años, según recoge Financial Times.

Royal Dutch Shell, por su parte, aseguraba al diario británico que "no hemos tomado aún ninguna decisión sobre si continuar el proyecto iraní". Además, Shell ha justificado su intención de retirarse de la fase 13 porque no puede cumplir el requerimiento iraní de un rápido desarrollo de ese bloque, dice el periódico

Ante las informaciones aparecidas en la prensa, la compañía española insiste en que Irán no se encuentra dentro de sus planes estratégicos, si bien, en estos momento se encuentra -junto con Shell- realizando los estudios preliminares de un el proyecto de regasificación 'Persian LNG', aunque todavía no hay tomada ninguna decisión al respecto.

El proyecto comprendía el desarrollo de la Fase 13 de South Pars en el que Shell y Repsol YPF tenían cada una un 25% del consorcio que iba a desarrollar el proyecto, mientras que la petrolera estatal iraní controla el 50% restante.

Presiones de Washington e Irán

La decisión de ambas compañías se produce en medio del aumento de las presiones por parte del Gobierno de Estados Unidos para que las compañías internacionales dejen de operar en Irán, como parte de una campaña para aislar al país ante su negativa a poner fin a su programa nuclear.

El grupo angloholandés y el español firmaron el año pasado un acuerdo preliminar con la Compañía Nacional Petrolera Iraní por el que se comprometían a ayudar al desarrollo de las fases 13 y 14 de Pars del Sur.

Según el FT, Irán ha estado presionando a Shell y a Repsol para que firmasen el acuerdo definitivo dado que la fase 13 del proyecto está en la frontera con Qatar, país que ya está extrayendo gas de la parte que le corresponde. El mes pasado, Teherán conminó a los dos grupos, así como al francés Total, que participa en las fases 11 y 12, a finalizar en junio sus contratos respectivos.

El ministro iraní del Petróleo advirtió de que, si no lo hacían, la rusa Gazprom, la china Sinopec y la empresa nacional india estaban más que dispuestas a sustituirlas.

El desarrollo del mismo se ha visto fuertemente obstaculizado por las sanciones estadounidenses, que limitan el acceso a equipamiento, tecnología y contratistas de ese país.

Estados Unidos quiere obligar con sus sanciones a Irán a suspender su programa de enriquecimiento de uranio, cuyo objetivo, según sospecha Washington, es claramente militar frente a protestas en sentido contrario del Gobierno de Teherán.

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