Durante años Mario Conde ha permanecido en el más absoluto silencio. Poco se sabía de él tras su caída pública. Mientras permaneció en la cárcel no quiso contestar, ni hablar por boca de nadie, ni responder a las acusaciones de muchos de los que en su día le encumbraron y le jaleaban mientras bailaba sevillanas en ‘El Portón’.

Durante ese tiempo, tampoco aceptó las propuestas para escribir sus memorias, ni dio entrevistas exclusivas, ni respondió a los muchos cuestionarios que llegaban al despacho de su fiel Paloma, su mano derecha antes, durante y después de ser ‘Supermario’, según publica hoy Vanitatis.

Pero tras la muerte de su mujer Lourdes Arroyo, su percepción vital ha cambiado. O al menos eso es lo que parece y lo que veremos el sábado en el programa ‘La Noria (Telecinco). Hace un tiempo, el periodista Jordi González le envió una carta solicitando una entrevista para su programa. Cuál no sería su sorpresa cuando el ex banquero no solo dio el visto bueno, sino que le invitó a comer con el fin de conocerse y saber de primera mano en qué consistiría el encuentro televisivo.

Hubo química entre ambos y más desde que el ex banquero le comentó a González que su madre era una gran admiradora suya. A partir de ahí se estableció una buena relación cuyas consecuencias podremos ver el sábado por la noche. Que se sepa, Conde no ha puesto ningún tipo de condición, ni temas que no se puedan tratar. De ahí que la charla entre el periodista y el diseñador de envases de aceite (Ver ‘Los hijos de Mario Conde venden aceite’) sea una bomba de relojería.

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