El desempleo en Japón llegó en julio pasado al nivel más elevado de su historia al situarse en el 5,7%, por encima del 5,5% de abril del 2003, informó el Gobierno nipón. La tasa de paro alcanzada en julio fue superior en tres décimas al 5,4% registrado en junio y se conoce en plena campaña electoral en Japón, que elegirá primer ministro el próximo domingo.

La crisis económica mundial ha golpeado especialmente a Japón, que se recupera de la recesión lentamente, pero cuyas grandes multinacionales del país continúan con sus planes de recortes de empleo, lo que agrava la situación económica de los japoneses, acostumbrados a ligarse a sus empresas de por vida. El Ministerio de Interior anunció que de los casi cuatro millones de parados, 1,21 millones fueron despedidos.

El deterioro en el mercado laboral, una de las principales preocupaciones de las familias japonesas, contrasta sin embargo con una lenta mejora de la producción de las fábricas japonesas y del consumo de las familias y de la salida de la recesión de Japón en el segundo trimestre del año. El paro ha mostrado crecimiento mensuales constantes desde enero y según los economistas aumentará hasta alcanzar una tasa sin precedentes del 6%.

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