Las exportaciones chinas en febrero se redujeron un 25,7%, el mayor retroceso de las ventas al exterior del país desde 1993, cifra que unida a la bajada de la inflación de ese mes (un 1,6%) muestra un agravamiento de la crisis económica. Sin embargo, el superávit comercial se incrementó hasta los 4.840 millones de dólares, por debajo de lo que esperaban los expertos.

"China ha sucumbido finalmente y de forma espectacular a la crisis financiera en sus exportaciones, y será difícil que su situación mejore a corto plazo", dijo en declaraciones a Reuters Paul Cavey, economista en Macquarie Securities de Hong Kong.

El comercio exterior chino en el segundo mes del año llegó a 124.948 millones de dólares (98.810 millones de euros), un descenso del 24,9% con respecto al mismo periodo del pasado año. Las cifras no sólo muestran una continuación de la tendencia descendente de las exportaciones chinas, sino un agravamiento de la caída, ya que en enero está había sido del 17,5%, ocho porcentuales menos que un mes después.

Por otro lado las inversiones chinas en carreteras, ferrocarriles y energía se han incrementado notablemente, en un intento del Gobierno por restablecer la buena marcha económica de la que ha hecho gala china en los último años. El primer ministro chino, Wen Jiabao presentó la semana pasada el plan de estímulo de 585.000 millones de dólres aprobado el pasado mes de noviembre. Entre las medidas que va a emprender el Gobierno del gigante asiático se encuentra la reducción de los impuestos a las exportaciones y al consumo.

La importancia de las exportaciones para el Gobierno es relativa, según señalan los expertos, como Eduardo Bregolat, ex embajador español en China, que subraya que el gran motor del crecimiento chino es la inversión y que lo que preocupa realmente a la Administración es reactivar el consumo interno.

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