Las fuertes pérdidas anunciadas por American International Group no han hecho más que agravar el pesimismo que la semana pasada y la anterior azotó a Wall Street. Este lunes, el Dow Jones de Industriales se despidió de los 7.000 puntos y continúa en niveles de hace 12 años tras confirmarse definitivamente la ruptura bajista. No en vano los analistas hablan de una inmensa bola de nieve difícil ya de detener mientras la confianza de los inversores sigue cayendo en picado y es ya casi inexistente. Al "shock" provocado por AIG hay que sumar la ampliación de capital que va a llevar a cabo HSBC, que aumenta el pánico hacia el sector financiero, y las declaraciones de Warrent Buffet, que augura un año "desastroso" para la economía.

Al cierre, los principales indicadores aumentaron su desplome que se saldó con una caída del 4,25% para el Dow Jones de Industriales, que terminó en los 6.762 puntos, mientras que el Standard & Poor´s 500 perdió un 4,66% hasta los 700 puntos, sus mínimos desde diciembre de 1996. Finalmente, el Nasdaq se dejó un 3,99%.

Las pérdidas anunciadas por AIG hicieron flaco favor a la sesión de este lunes. Un agujero de 61.660 millones de dólares en el cuarto trimestre del año pone de manifiesto la más que difícil situación que atraviesa la aseguradora rescatada ya tres veces y que este lunes se preparaba para la cuarta intervención del Gobierno. AIG podría recibir otros 30.000 millones de dólares, que se suman a los 85.000 millones que recibió el pasado mes de septiembre para evitar que siguiera los pasos de Lehman Brothers, que posteriormente fueron ampliados en sucesivas intervenciones hasta los 150.000 millones. Sin embargo, sus acciones se disparan por encima del 9,5%.

A esto hay que sumar las noticias procedentes del viejo continente. El mayor banco europeo llevará a cabo una ampliación de capital de 14.000 millones de euros y ello se ha llevado por delante la cotización del sector financiero en Europa. Las pérdidas en los principales parqués tuvieron también su réplica en Estados Unidos, donde todos los bancos tiran del mercado hacia abajo. Más de un 8% recortó Bank of America, mientras que Goldman Sachs y Morgan Stanley se dejaron un 5,28% y un 8,14% respectivamente. En cuanto a los recortes para Wells Fargo superó el 10%, mientras que JP Morgan cedió algo más de un 7,4%. Ni siquiera Citigroup, que se disparaba por encima del 14% en los primeros compases logró evitar una nueva sangría para el sector y giraba a la baja para desplomarse un 20% al cierre.

Wall Street comienza marzo como cerró febrero, en negativo. El PIB de Estados Unidos que se conoció el viernes pasado y que constató una contracción del 6,2% de la economía ha servido de apoyo a las palabras del oráculo de Omaha, Warrent Buffet, que ha augurado un gran desastre para 2009. El inversor, que este fin de semana ha dado a conocer un descenso del 62% del beneficio de su firma de inversión, Berkshire Hathaway, aseguró que la economía seguirá "en ruinas" durante 2009.

También con fuerza cayeron los títulos de General Electric, que se desplomaron un 10% y los de Caterpillar, la mayor empresa de maquinaria pesada en el mundo, que cedieron el 9,91%, una pérdida a la similar a la sufrida por General Motors, que alcanzó el 10,67%.

La actividad en el sector manufacturero de EEUU se contrajo en febrero, por décimo tercer mes consecutivo y se percibe un mayor deterioro del empleo en el sector, según datos que divulgó hoy el Instituto de Gestión de Suministros (ISM, por su sigla en inglés). El índice de actividad se situó el mes pasado en 35,8 puntos, comparado con los 35,6 puntos del mes anterior, indicó esa entidad.

De poco sirvió, por otro lado, que el gasto de los consumidores estadounidenses repuntara un 0,6%, poniendo fin a seis meses consecutivos de caídas gracias al aumento de los ingresos disponibles por los hogares y a los descuentos aplicados por los minoristas, según informó por la mañana el Departamento de Estado.

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