La inmigración divide al Gobierno: De la Vega versus Corbacho

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@Daniel Toledo - 06/09/2008

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La inmigración divide al Gobierno: De la Vega versus Corbacho

Celestino Corbacho (Efe).

Lo dijo María Teresa, punto redondo: “Habrá las contrataciones en origen que se necesiten”. Y tardó poco más de dos horas Celestino Corbacho, ministro de Trabajo, en sacar bandera blanca, mostrar su total acuerdo con la vicepresidenta y pedir árnica. “Uno no es perfecto al explicar las cosas. Nunca he dicho que haya que suprimir las contrataciones porque soy un defensor de ellas”. Claro que apenas dos días antes el titular de Trabajo había apuntado que la cifra de contratos en origen a inmigrantes en 2009 “se aproximaría al punto cero”. Ayer debió pensar que una retirada rápida y a tiempo es una victoria.

De la Vega, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, fue tajante. Dejó claro que esta modalidad de contratación “se ha mostrado como una buena herramienta para lograr el objetivo de una inmigración legal y ordenada” e incidió en que seguirán siendo los agentes sociales y económicos, en colaboración con las comunidades autónomas, quienes diseñen el contingente. “Así debe ser y así va a seguir siendo”, zanjó.

Todo después del aluvión de críticas recibidas y de un renuncio que no ha pasado inadvertido al resto de fuerzas políticas. Ayer mismo CiU anunció la presentación de una interpelación urgente para que Corbacho informe sobre la necesidad de adecuar la política de inmigración a los cambios normativos y a la situación económica. Su portavoz de Trabajo en el Congreso, Carles Campuzano, expueo que estimular la contratación de residentes en el Estado español “es un planteamiento impecable desde la perspectiva teórica, pero que a su vez requiere de una agilidad y eficiencia hoy inexistente en los servicios públicos de empleo y formación”.

Mariano Rajoy, más radical, aseguró que acabar con la contratación de inmigrantes en origen, simplemente “liquida la inmigración legal”. En este sentido, emplazó al Gobierno a apoyar “la inmigración legal y no esconderse ante la ilegal”. Un diagnóstico no muy diferente al que formularon con anterioridad los sindicatos UGT y CCOO, para quienes este tipo de medidas, “ya puestas en marcha por el Gobierno de Aznar, tuvieron como resultado una enorme bolsa de trabajadores en situación irregular”.

Debate con aristas

Entretanto, en apenas 48 horas, muchos miembros el Gobierno se retrataron y mostraron las numerosas aristas que el debate ha generado en el Gobierno. El propio ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, en la línea de Corbacho, consideró razonable que la contratación en origen se adapte a la actual situación de desempleo y se mostro partidario de ser más restrictivo en la contratación en origen. No obstante, más en línea con el planteamiento de De la Vega, matizó que la reducción de contratos para inmigrantes no debería afectar a todos los sectores laborales.

El propio Corbacho, pese a dar marcha atrás, insistió ayer en que “hay dos millones y medio de parados en España y esto nos tiene que llevar a una reflexión: veamos qué cualificación tienen las personas que están en paro y encontremos alternativas. Parece razonable que aquellos puestos que podamos cubrir con personas que estén aquí…”. Según datos del Ministerio de Trabajo, entre enero y julio se contrataron más de 88.000 extranjeros en origen y el año pasado esta cifra superó los 200.000 contratos.

Es más, en su explicación insistió en que en el catálogo de ocupaciones de difícil cobertura es posible que en alguna profesión la cifra de contratos se quede en el punto cero, y citó en concreto al sector de la construcción. No obstante, si atendemos a dicho catálogo, publicado por el Inem, aparecen recogidas una enorme cantidad de profesiones para la que es dificil encontrar empleados, más allá de la construcción. Hasta 104 ocupaciones diferentes son difíciles de cubrir en Madrid, 86 en Barcelona y 116 en Valencia, por citar algunas de las provincias con más carencias.

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