Tristeza es lo que siento ante el debate que está teniendo lugar de nuevo en torno a una cuestión tan dolorosa como es el aborto voluntario. Por distintas circunstancias la vida me ha colocado ante mujeres, la mayoría jóvenes, que optaron por abortar. He mantenido contacto con algunas y les aseguro que sus daños son muy difíciles de superar. Desde aquí no quiero contribuir a la polémica ni dar lecciones de moral. Bastante tienen las mujeres de cualquier edad y sus allegados ante una decisión tan difícil, seguramente la más comprometida de sus vidas, como para aguantar este nuevo espectáculo donde todo el mundo se cree con derecho a juzgar. Tratando de definir la vida el hombre se coloca una vez más en el lugar de algo más grande, Dios para los creyentes, la Vida para los que no lo son. Gran arrogancia la nuestra.

No soy de los que creen en un infierno donde penaremos nuestros pecados más allá de este mundo. Creo que esa penitenciaría nos la creamos nosotros en esta vida con nuestros propios actos, individualmente y sobre todo de modo colectivo. Entre estos incluyo mirar para otro lado (“yo no tengo el problema”) y juzgar incesantemente a los demás y a todo lo que nos ocurre. De tanto valorar y calificarlo todo como bueno o malo nos perdemos la vida, el momento que nos toca vivir. Y, como dijo el sabio, ¿qué sabe el hombre del bien y del mal? ¿Cómo juzgar a una mujer o a una pareja que se enfrenta al terrible dilema de tener que abortar, interrumpir una vida? ¿Quién es alguien como para calificar ese hecho de asesinato u homicidio? Yo, desde luego, no soy nadie para ello. Lo que si puedo, es tratar de informar, de educar desde mi experiencia en este tema a quién se encuentra en la dramática tesitura de elegir. Y exigir a los poderes públicos que hagan lo mismo. ¿Qué voluntariedad o libertad hay en una mujer que no cuenta con la ayuda necesaria para seguir embarazada y tener un hijo o en la que no conoce las consecuencias de interrumpir la gestación de un ser? Responderé: ninguna.

Como padre estoy más que preocupado con el tema que tratamos. Con la educación que trato de transmitir a mis hijas intento que consigan ser capaces de tomar decisiones y de que entiendan que estas tienen consecuencias. Trato de mostrarles el mundo a través de ojos adultos, ayudándoles a  tomar decisiones para las cuales tienen pocos elementos en los que apoyarse. Intento que sean cada vez mas capaces de tomarlas por sí mismas. De que vuelen con sus propias alas. Entiendo que no todas las adolescentes disponen de este soporte y creo que una sociedad avanzada debe suplirlo allá donde no exista. Son los individuos capaces de madurar los que conforman una sociedad más libre, solidaria y, permítanme decirlo, feliz.

Como miembro de la sociedad que me toca vivir, siento cierta angustia ante las preguntas que me hago, ¿cómo es posible que nuestros gobernantes piensen que es necesario para algunas adolescentes no informar a sus progenitores de un hecho tan trascendental?, ¿a dónde vamos cuando quienes están bajo nuestra tutela se sienten legitimados para ocultar algo que provocará tanto dolor?, ¿quién o qué asistirá a nuestros hijos en trances tan sobrecogedores?

Cuando una parte de la sociedad defiende que las mujeres puedan abortar libremente en los plazos que defina la ley, debe, cuando menos, abogar también porque se garantice la existencia de los instrumentos necesarios para que tal decisión sea instruida, informada. La sociedad ha de conseguir previamente que quién esté ante esta difícil encrucijada conozca las graves consecuencias psíquicas y a largo plazo que se derivan de un aborto voluntario (y también de los riesgos físicos). ¿Quién asumirá ahora, en el caso de una menor, esas consecuencias? Conocemos a través de los medios y de campañas lanzadas desde distintas instituciones, las secuelas del tabaco, del alcohol, de la conducción peligrosa, etc. Por lo menos este mismo nivel de información. Como ya he dicho no puede haber voluntariedad sin un nivel de educación que acompañe la gravedad de la toma de distintas decisiones.

Cuando otra parte de la ciudadanía quiere amparar los derechos de los no nacidos y se opone al aborto optativo, debe antes asegurarse de que la mujer embarazada goza de una necesaria protección, física (incluyo aquí los recursos imprescindibles) y psicológica. No puede ser un mero ejercicio de buenas voluntades acompañado de un “ya verás como todo sale bien”. No se trata de cuestionar y juzgar leyes o realidades que ya existen, sino de apoyar materialmente esas vidas que se quiere que progresen.

Más educación para la vida

Todos debemos ocuparnos como sociedad de informar a parejas o mujeres solas que van a enfrentarse a un embarazo. Debemos procurar que los niveles educativos sean suficientes para que a la edad en que nuestras hijas puedan gestar una nueva vida, tengan muy claras las responsabilidades que ello implica. Para que sepan que interrumpir un embarazo no es una mera intervención médica. Hoy en día y en nuestro país no se dan las circunstancias. No sé si se dan en otros países europeos a los que continuamente ‘perseguimos’ (como ejemplos ¿de qué?) aunque es obvio que en estos todo lo relacionado con la sexualidad lleva muchos más años atendiéndose en edades tempranas.

Esta educación debe incluir la información sobre alternativas existentes. Por ejemplo, una embarazada, sobre todo si es adolescente, debe conocer que existen organizaciones que se ocupan de que pueda llevar su embarazo a término e incluso le ayudarán a entregar su hijo en adopción si lo desea. Duro, muy duro, pero menos que las consecuencias de un aborto sin el nivel de consciencia que se requiere para llevarlo a cabo. Echo de menos una educación para la vida en nuestros colegios, una formación que ponga al hombre al servicio de la vida y no al revés. Y me temo que con la progresiva desaparición de las humanidades esto no mejorará.

No se trata solamente de educación sexual, sino como decía anteriormente, de educar para enfrentarnos a las decisiones que toda vida conlleva, con su mayor o menor gravedad. De educar para, protegiendo la niñez y la adolescencia, ayudar en el proyecto de un ser humano maduro que disfruta de la vida con sus alegrías y sus desgracias en compañía de otros seres humanos. Y para todos, pues de nuevo es más probable que este tipo de educación se de entre las clases más favorecidas. Son éstas las que pueden proteger mejor a sus vástagos de las consecuencias de sus decisiones. Será muy difícil que una adolescente sin recursos, propios o de su familia, pueda obtener los recursos necesarios para superar las heridas que un aborto deja en el alma. Serán de nuevo los más desfavorecidos los que sufran las consecuencias de libertades o ‘voluntariedades’ mal entendidas.

Sólo con más educación podremos disminuir los graves malos entendidos que se están generando en las capas más desprotegidas de nuestra sociedad, en concreto adolescentes y rentas muy bajas. Ayer me contaba una farmacéutica que una joven pidió la píldora post-coital o ‘del día después’ pues le quería regalar a su chico ‘hacerlo’ sin condón. De nuevo, no hablo de películas. Tenemos unos jóvenes muy informados. Sí, pero no educados para asimilar esa información. La libertad exige educación para ejercerla. Estamos pisando el acelerador de ciertas  ¿libertades? y hace tiempo que dejamos atrás los niveles de educación que se requieren para que sean reales.

En la historia de la humanidad, de sus creaciones mitológicas, existe una división entre dioses (las fuerzas que se manifiestan en la vida) y hombres. Los dioses son inmortales y fuertes frente a los desamparados seres humanos. Aquellos son felices mientras nosotros vivimos angustiados ante una vida incierta. El hombre es ‘juguete del destino’. Creo que la arrogante lucha del hombre contra los dioses, contra la vida, sólo puede resultar en más angustia. Sólo amparándonos unos a otros, construyendo sociedades que decidan conjuntamente ante los temas más cruciales (y el aborto al concernir a la vida lo es), dejaremos de luchar contra esos dioses, contra ese destino y fluiremos con la vida dándonos así una oportunidad de ser felices.

37.  DIDI20/05/2009, 12:53 h.

Continuándo el análisis que antecede,el presidente se refirió a la toma de decisiones libres. Quién habrá de educar a los jovenes en tan tremebundo menester? Eso se hace en un abrir y cerrar de ojos o lleva su tiempo? En todo caso,si se encuentran absoluta y totalmente desautorizados los profes para labrar ayudar al alumno a forjar y construir su propio criterio,quién habrá de acompañar al ado en tan crítica singladura? o en su caso esa travesía del desierto? parece ser que no conocen a los verdaderos ado de 16 años, si creen que nacieron ya con todos los dientes definitivos puestos. un criterio, para ser digno de llamarse así, ha de tener sostenibilidad.con cual cuenta su propuesta?y con cual contará la opción ocultista de la ado que se acoge a la ley para mantener a raya a quienes puedan brindarle un apoyo? El día después necesitará tal joven hablar con alguien?o se habrá forjado a pulso con la inestimable ayuda de la ley,su bien ganada y merecidad soledad? qué humanidad estamos construyendo?una insolidaria sin duda.Las decisiones tomadas a hurtadillas no son sino el máximo exponente del miedo a encarar la propia realidad o circunstancia.El miedoso es un ser dependiente.y más

 Me gusta (0)    |    Marcar como ofensivo    |     Responder   

36.  DIDI19/05/2009, 22:57 h.

Ninguneados los padres a más no poder y por igual ni la mamá se libra,habría que apelar a la otra instancia que se lleva a cuestas todas las irresponsabilidades, inclusive de algunos progenitores, que también las hay: los profesores.Desde dónde y con qué autoridad podría contarle a "la Ado en cuestión" las excelencia de un hablar sincero, de la comunicación? no sería este papel menguante de educador además de un doble fraude epistemológico y científico, un fraude económico ya que les pagan por transmitir ese talante? S´rá que con la elección se elimina todos los problemas o el el principio de todos los subsiguientes .los padres y profes se reimplicarán ? Hay más

 Me gusta (0)    |    Marcar como ofensivo    |     Responder   

35.  DIDI19/05/2009, 22:43 h.

EL TALANTE,genericamente tan preciado y convincente no pasará la prueba del polígrafo.O es que el presidente es más bien partidario de la huida hacia delante, del solapado miedo al diálogo al que quiera o no se le sumará el ENGAÑO a los padres al que por imperativo legal tal vez habrían de recurrir las sufridas adolescentes en tan crítico trance.Gracias a esta coletilla,se les suma un problema más a su ya maltratada y maltrecha psicología.O tal vez prefiera una información diferida a los padres,hurtándoles su obligación de asistencia cumplida religiosamente durante15 años que anteceden,y hasta impidiéndo el cumplimiento del deber con esa postergación.En todo caso esa postergaíón no sería sino la cultura del miedo que no crea precisamente las condiciones de posibilidad de un equilibrio mental conditio sine qua non para una mente sosegada que se apresta a tomar decisiones con criterio.todo criterio armado sobre el miedo es un no - criterio,porque de lo contrario habría que hacerles el paseillo de honor a los terroristas y violadores de todas las estirpes.si el miedo a las interferencias fuese el paradigma en ciencia,no habría avance alguno y cada logro estaría en su trinchera[ y 3]

 Me gusta (0)    |    Marcar como ofensivo    |     Responder   

34.  didi19/05/2009, 22:14 h.

Desde luego a veces parece mentira que estén las autoridades rodeadas de un sinnÚmero de asesores que o bien no hacen nada por dejación de funciones,o es que sus jefes no les dejan salvarlos del precipicio.No me puedo creer que Zapatero,después de la que ha llovido con la metedura de pata de Bibiana Aido,vaya pidiéndo "nos alineemos con los paises del entorno"así por las buenas?aunque se equivoquen?Tan increible resulta que los que le recriminamos a Zarkosi si no le damos la razón poque yo creo que nuestro presidente es intelligente,veremos asombrados e impotentes,como por regla de tres,él mismo acabará dándole pábulo a un juicio tan ligero.Sus asesores deberían darse cuenta de que UN CRITERIO ES UN CONSTRUCTO;Y UN CONSTRUCTO TIENE COMPONENTES,ALGUNO DE LOS CUALES ES EL DIÁLOGO[A LA SAZÓN FAMILIAR]entre otros mucho que este espacio no es suficiente para analizar.Pero,ciñiéndonos unicamente a este,un criterio,por ser un constructo,no tiene que ser dado,ylos padres son partícipes en su elaboración;pero el presidente los considera en su hipótesis acientífica,una interferencia[en palabras de los que le ponen a parrir"UNOS INTRUSOS,UNOS INDESEABLES,UNOS AGUAFIESTAS" [Y DOS]EL TALANTE..

 Me gusta (0)    |    Marcar como ofensivo    |     Responder   

33.  antfiz19/05/2009, 19:37 h.

#33 Maitica:

Es difícil ponerse en la mente de otras personas, pero creo que para muchas mujeres y sus familias puede ser una decisión mucho más dura dar en adopción un hijo concebido que abortar.

No soy mujer pero, personalmente, creo que podría superar psicológicamente un aborto. Estoy seguro que no sería fácil, pero creo que finalmente lo podría superar.
Sin embargo, dar en adopción un hijo mío que he tenido en mis brazos sería un trauma que estoy convencido que nunca podría superar.

Un cordial saludo,

 Me gusta (0)    |    Marcar como ofensivo    |     Responder   

El equipo de redacción revisará las opiniones para evitar la difusión de comentarios no apropiados o insultos. El horario del foro es de 07:00 a 23:00 h. Fuera de ese horario no se incluirán opiniones.

Acerca de...

Otros artículos de opinión

Árbol de Cotizaciones

En Archivo

Los comentarios más votados de hoy