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Carlos Slim, el empresario mexicano declarado recientemente el hombre más rico del mundo, sigue con su particular lucha contra su principal rival en Iberoamérica, la española Telefónica. Según la prensa local brasileña e italiana, la presión de Slim sobre Anatel, el regulador de Brasil, ha provocado que este organismo público aplazara ayer su visto bueno a la entrada de Telefónica en Telecom Italia.

El visto bueno de la autoridad competente brasileña es imprescindible para que se haga efectivo el acuerdo por el que Telco, donde Telefónica tiene un 43% y el resto empresarios italianos, adquiera el 23,4% de Telecom Italia, debido a que ambas operadoras tienen una fuerte presencia en el mercado de telefonía móvil de Brasil. Telefónica es líder en este país con la marca Vivo y Telecom Italia es segunda, por delante de Claro, la compañía de Slim.

La situación creada por el empresario mexicano podría dar al traste con la operación. Según publicó la prensa italiana, de los cinco miembros que componen Anatel, tres estaban a favor del acuerdo hispano-italiano y dos en contra. Pero el problema es que uno de los que estaban a favor termina mandato en septiembre, por lo que era fundamental para los intereses españoles e italianos que se hubiese aprobado en agosto.

Las presiones italianas, por tanto, no han servido y sí las denuncias de Slim, que se está creando numerosos enemigos tanto en Italia como en el propio Brasil (Anatel es un organismo público). Sin embargo, de momento, el mexicano está ganando la partida y ha conseguido paralizar el acuerdo en el único país que queda por dar el visto bueno a la operación. Todos los demás ya han dado el ok al mismo.

Pese a todo, en Telefónica, que prefiere no hacer ningún tipo de comentario al respecto, se respira un ambiente tranquilo y se confía en que al final el regulador brasileño dé el visto bueno a la operación.

La operadora española ya ha explicado en numerosas ocasiones que el acuerdo con el resto de accionistas de Telco y con Telecom Italia incluye la autonomía de las dos empresas. En una palabra: Telefónica estaría al margen de las decisiones que tomara la operadora italiana en el mercado brasileño.

No es la primera ni será la última pelea entre Slim y Telefónica en Iberoamérica. La batalla entre ambas empresas es constante en todo el continente, donde la diferencia entre Telefónica y América Movil es mínima. El último golpe lo propició la española, este mismo mes y en Brasil, al comprar Telemig y Amazonia, lo que le otorgó cinco millones de clientes nuevos y casi cinco puntos más de cuota de mercado. Tras esa compra, Telefónica se consolidó como líder en Brasil con Vivo, empresa que comparte al 50% con Portugal Telecom.

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