Votar esta noticia

Resultado (39 Votos)

Deja tu comentario (6)

Los analistas del Santander han diseñado una auténtica hoja de ruta para una posible compra de Bankinter por parte de Sabadell, uno de los rumores más recurrentes del mercado. Su conclusión es que, aunque la operación tiene sentido estratégico, es muy improbable porque el banco catalán no tiene capacidad para acometerla. Sin embargo, el Santander señala a otra entidad que sí podría hacerlo y que no sale en las quinielas: el Popular.

Las bondades de una integración de Bankinter y Sabadell son muchas, según un informe elaborado por los analistas Álvaro Serrano y Santiago López al que ha tenido acceso El Confidencial. Su combinación crearía el tercer banco español por activos, con un 6% de cuota de mercado, una cartera de créditos de 100.000 millones de euros y un beneficio neto de 1.200 millones el primer año.

Según este informe, Sabadell podría integrar el negocio minorista de Bankinter con su filial de banca personal ActivoBank, y el negocio de pequeñas empresas con la marca SabadellAtlántico. Los analistas creen que la fusión daría al Sabadell la posibilidad de reducir el impacto de una crisis inmobiliaria, al diluir su alta exposición al crédito al promotor (el paradigma es su cliente Astroc). Asimismo, la apuesta de Bankinter por las pequeñas empresas reduciría aún más ese riesgo inmobiliario y mejoraría la visibilidad de sus resultados. Y, en general, las sinergias que podría obtener son mayores que las de un comprador extranjero: de hasta un 10% de los costes y de un 5% en ingresos gracias al negocio de pymes.

A favor de esta operación está el historial comprador del Sabadell, que nunca ha ocultado ni su intención de seguir acometiendo adquisiciones, ni que Bankinter le gusta mucho, cosa que ha reconocido hasta su presidente Josep Oliu. Asimismo, el Sabadell siempre ha pagado primas altas para asegurarse el éxito de sus ofertas –el último ejemplo es el Urquijo-, luego no le falta disposición para hacer lo mismo por Bankinter; algo imprescindible dada la altísima valoración con la que cotiza (el informe habla de 70 euros como “precio razonable” de compra).

Ahora bien, una integración con tanto sentido estratégico choca con dos obstáculos. El más ‘salvable’ es la poca disposición de los accionistas de Bankinter a vender. El Santander se apunta a la teoría de que el nombramiento de Pedro Guerrero como presidente no tiene detrás el objetivo de “dar el pase” al banco, sino justo lo contrario; era Juan Arena el proclive a aceptar ofertas. Estos analistas consideran que Jaime Botín (16,3% del capital) rechazará cualquier acercamiento y que Ram Bhavnani (14,85%) sólo lo aceptará si el precio es realmente elevado.

Y ahí es donde aparece el principal obstáculo para el Sabadell: que no tiene esa capacidad por su escasez de capital (ratio de core capital estimado para 2007 del 5,8%). Si quisiera comprar Bankinter a 70 euros, tendría que hacerlo principalmente con acciones y eso significaría acometer una ampliación del 50%, con una dilución tan brutal que sería inviable. Incluso aunque vendiera el portugués BCP y aunque el Banco de España le permitiera capitalizar una parte del exceso de provisiones de los dos bancos (muy poco probable), “vemos la operación muy improbable. La destrucción de valor sería enorme para los accionistas del Sabadell”, concluye el informe.

Entonces, si no puede ser el Sabadell, ¿quién podría comprar Bankinter? La respuesta es tan obvia que a mucha gente ni se le pasa por la cabeza: el Popular. Estratégicamente, el banco que preside Ángel Ron quiere reforzar su crecimiento en servicios para clientes particulares y fondos de inversión, donde se encuentra por debajo de su cuota de mercado natural por falta de capacidad tecnológica. Y si algo le sobra a Bankinter es esa tecnología. Además, Popular quiere desarrollar nuevos productos y negocios para el mercado retail, y puede reforzar su tradicional negocio de pymes con la reciente apuesta de Bankinter por este mercado.

El dinero en este caso no sería un obstáculo insalvable. Es más, dado que el Popular nunca ha acometido una adquisición, esta operación le serviría para “poner en valor” sus activos, el exceso de provisiones y el superávit de capital según la nueva legislación. El problema estaría en el choque cultural entre las dos entidades. Algo que puede ser más difícil de superar que la falta de dinero.

Votar esta noticia

Resultado (39 Votos)

Ver más comentarios    Deja tu comentario

PUNTO DE VISTA

El país de las mil 'marbellas' y la corrupción urbanística como emergencia social
Jesús García

INFORMACIÓN PRIVILEGIADA

Decisiones impopulares de los gestores de fondos “fundamentales”  I. Rodríguez Añino*