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Demagogia y política familiar o el cuento de Zapatero de los 2.500 euros

Debate del Estado de la Nación

@S. McCoy - 04/07/2007

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Náuseas me da el ver cómo se intenta hacer política familiar a base de chequera. Sean 2.500, ó 10.000, los euros que se abonen por cada criatura que venga al mundo a partir de cuando sea. Insultante me parece el afán por jugar al “yo más” en el que, sobre esta materia, está envuelto el discurso de los dos principales actores del escenario político patrio. Vergüenza ajena, y severa preocupación, me produce el comprender que, de ninguno de ambos, podemos esperar una cierta altura de miras sobre el conjunto de decisiones que afectan al núcleo esencial de cualquier sociedad que es la familia, base de su supervivencia. Vivimos en el “Mi reino por un voto”. País, que diría Forges.

Porque traer hijos al mundo es, ante todo, un ejercicio de responsabilidad y no el resultado de un trapicheo económico que, en este caso concreto, seguro que es pan para hoy y hambre para mañana. De hecho, si hiciéramos un análisis ‘bottom-up’ de los hijos como activo en el que invertir, el resultado sería natalidad cero, aun con las ayudas del gobierno. Los hijos vienen con un pan debajo del brazo derecho... y con una plétora de facturas bajo el izquierdo. Los flujos de caja son claramente negativos y el escenario temporal, ante la perpetuación de las criaturas en el hogar parental, se acerca a la famosa g a la que hacen referencia los modelos de descuento de cash flows. La natalidad requiere de incentivos económicos, cierto, pero dentro de un marco de política familiar ambiciosa. Los parches acaban cediendo si la bola se sigue hinchando.

La familia se convierte en una inversión enormemente rentable cuando se analiza desde una perspectiva ‘top-down’, esto es: si se contemplan los beneficios que la estabilidad y el crecimiento del núcleo familiar, aportan para el conjunto de la sociedad. Se trata de un ejercicio a largo plazo, de una apuesta cuyos frutos no nos corresponden y, por tanto, de un activo en el que los réditos dependen de las decisiones de hoy pero se manifestarán mañana. Obviamente estas tres consideraciones les alejan de cualquier atractivo para la clase política actual donde la gestión de la “cosa pública” ha pasado, de guiarse por los principios de la mejora de las condiciones de la ciudadanía, a la búsqueda de la forma de eternizarme en el poder.

Resulta curioso como en una sociedad cada vez más desestructurada familiarmente, como la nuestra, la realidad económica parece querer indicar justamente las bondades de lo contrario. El consumo se ve favorecido por el trade-off o la relación de intercambio de hijos, menos, por tiempo libre o capacidad de gasto, más. La pléyade de separaciones y divorcios ha dado sostén al mercado inmobiliario y ha permitido crear una cultura, la del single, impensable hace unos años y que ha encontrado en el ocio compartido una vía indudable de expansión. Hay toda una economía sumergida de “cuidadoras”, legión extranjera, que permite a muchas parejas, bajo la excusa de realizarse, trabajar a destajo para mantener unos estándares de vida artificialmente creados a costa del tiempo que dedican a su progenie. El envejecimiento de la sociedad ha permitido la explosión del lucrativo negocio de las residencias de la tercera edad, aparcamiento, muchas veces por voluntad propia, cierto es, de aquellos que sólo pueden aportar a la sociedad el pasado que han ayudado a construir. La conclusión es una sociedad más rica pero menos humana, en el sentido más profundo del término. Y no hay nada peor que le pueda pasar al hombre que la pérdida de su naturaleza.

Los valores de la familia son incuantificables desde el punto de vista económico y, precisamente por ello, exigen una comprensión global por parte del legislador. En muchos casos, de hecho, requieren de políticas de restricción que, paradójicamente, son las que ofrecen mayor libertad. No es más libre el que tiene más caminos para elegir, sino el que sabiendo por dónde quiere ir, sabe cuál de ellos es el correcto. Lo contrario produce angustia e incertidumbre. Y entramos aquí en un debate de enorme calado social que ni mucho menos debemos considerar superado. El hombre nace, fomento de la natalidad, aplicación estricta de las leyes que la restringen; crece, ayudas a la educación en todos los niveles, conciliación entre vida profesional y familiar, incentivos a la compra de la primera vivienda, subvenciones a las familias numerosas; se reproduce, establecimiento de marcos que favorezcan la estabilidad matrimonial; y muere, subsidios para el cuidado de personas mayores, cambio del régimen de Seguridad Social de reparto a capitalización.

Aunque suene a eslogan electoral, invertir en familia es invertir en el futuro de la sociedad. España es el país donde más ha caído el porcentaje de menores de 14 años en Europa en los últimos 25 años... y donde más ha subido el porcentaje de mayores de 65 años; tiene una tasa de natalidad de 1,34 hijos por mujer, muy lejos de lo que exigiría el reemplazo generacional, siendo España el país de Europa donde más tarde se tiene el primer hijo (casi con 31 años); su crecimiento poblacional es debido principalmente a la inmigración que está cambiando la estructura social; ha vivido un crecimiento del número de abortos del 75% en los últimos 10 años, cantidad que sube al 326% cuando de divorcios se trata (es verdad, partiendo de bases de comparación más bajas); y hasta ahora destinaba sólo el 0,68% del PIB a gasto familiar. Desde ese punto de vista cualquier medida es bienvenida. Pero es momento de hacer política y no demagogia. Aplíquense el cuento.

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Opiniones de los lectores (43)

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43. usuario registrado eowynMiércoles, 06/07/2007, 11:06 h.

Hola a todos. Magnífico artículo que resume un tema que ya conocemos. Lo suscribo casi en su totalidad. Lo malo de lo que ofrece el sr. Zapatero con el único objetivo de comprar votos en las muy próximas elecciones (nunca defendió antes a las familias) no es la ayuda en sí (bienvenida sea, muchos lo necesitan) sino que, si cualquiera se pone en contacto con el Ministerio para conseguir información, no tienen ni z...idea de ello. Vamos, que parece que aún no se ha hecho nada, que esta medida superstar se la ha sacado el Presi de la manga en el último momento. Claro, que es comprensible, ya que necesitaba algo con que contestar a su contrincante en el último Debate.

42. SoldadoMiércoles, 04/07/2007, 19:13 h.

La noticia sorpresiva de Zapatero, como en otras ocasiones, ha pillado con el pie cambiado a todos los ministerios.El solito, se ha sacado de la chistera un conejo sin saber ni decir como va a hacerlo.Ahora, toca a los españoles subvencionar a los inmigrantes.Es decir, hace ya muchos años que el gobierno de turno, por cierto socialista, retiró de las nóminas las ridiculas ayudas familiares.Empezaron aplicando el IRPF a las 250 ptas por hijo y a las 375 por esposa y finalmente, desaparecieron.Luego,los 100 euros por hijo, pero con condiciones.Si de verdad, se quiere hacer politica social sobre la natalidad, tienen que empezar facilitando la conciliación real de la vida familiar y laboral.Todo esto es un camelo electoralista como el aplazamiento de la subida de la luz.Así no se gobierna ZP

41. BASKAMiércoles, 04/07/2007, 18:49 h.

Realmente me parece gente de muy mala baba y poca credibilidad en sus opiniones,los que critican la decisión del Gobierno socialista al conceder 2.500€, por cada hijo que se tenga. Ya critican por criticar sin saber de que están hablando. Esa gente olvida que hay MUCHOS ESPAÑOLES que apoyan a este Gobierno, que fallos habrá tenido( no entro a enumerar los del PP), pero si algo se le puede aplaudir es su politica social, que se puede mejorar y que quedan muchos flecos sueltos, por supuesto!,pero por algo se empieza. por lo tanto !adelante Sr.Zapatero! tiene todo my apoyo

40. alfreditoMiércoles, 04/07/2007, 18:11 h.

Zapatero esta fuera de tiempo. esta sobrepasado. no lo coge el tranquillo. Antes de las elecciones del 2004, elaboró, prometió, vociferó por un programa progresista. ¿que entenderan por progreso que nunca se cumple? ¿será que solo se queda en progre? Despues de las elecciones, ya sonriente, carcajada abierta, dijo que no iba a defraudar. El resultado a dia de hoy es que lo que iba en su programa no se ha cumplido nada y sin embargo otras materias que no se expusieron a la ciudadania, y por tanto no pudieron ser respaldadas par esta, si se han hecho. Esto es así, sin quitar ni poner nada. Zapatero ha imcumplido lo que prometió y ha hecho lo que le ha dado la gana, y encima con malos resultados. Ahora, lo de los 2.500 euros. No es el momento. No es el lugar. No es el tiempo.zapatero NO

39. usuario registrado españa33Miércoles, 04/07/2007, 17:52 h.

Todos estos listos que hablan con ese desprecio de la gente de fuera por que son los unicos que se animaran a tener mas hijos por ese dinero,¿quien creen que va a cuidarles cuando sean unos viejos decrepitos?¿quien limpiara sus babas?a dia de hoy muchisimas familias dejan a sus mayores a cargo de gente de fuera y seguramente alguno de los que se dedican a criticarlos tambien,asi que no sean tan listos y ojala en este pais hubieran unos cuantos millones mas de africanos y unos millones menos de garrulos,incultos que en su vida han salido de España y van arreglando el mundo de bar en bar

 

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