Quito, 16 mar (EFE).- La petrolera estadounidense Chevron Texaco ha pedido en un tribunal de Ecuador, donde se la juzga por delitos de contaminación, la eliminación de un informe pericial por el que se le podría imponer el pago de 27.000 millones de dólares en compensaciones.

Según un comunicado publicado hoy por Chevrón, las supuestas pruebas del daño ambiental provocado por la petrolera en la Amazonía ecuatoriana presentadas por el perito Richard Cabrera "carecen de validez porque fueron tomadas en secreto, fuera de tiempo, en lugares desconocidos y por individuos ligados a los demandantes".

Los abogados de Chevron Adolfo Callejas y Alberto Racines pidieron que se retirara el mencionado informe después varias inspecciones realizadas en campos petrolíferos, que operó Texaco en Ecuador entre 1972 y 1992.

La petrolera es demandada por colonos e indígenas ecuatorianos que acusan a la empresa de haber contaminado extensas zonas de la Amazonía, dañando el ambiente y la salud de miles de pobladores.

Según el comunicado de la empresa, los abogados de Chevron también denuncian que las muestras de la supuesta contaminación fueron analizadas en laboratorios que no fueron calificados por la Corte de la ciudad de Nueva Loja, en la provincia amazónica de Sucumbíos (este de Ecuador), donde se sigue el proceso.

Según Callejas, "Cabrera manifestó bajo juramento que el peritaje global había concluido el 28 de septiembre de 2007. Sin embargo, tomó de manera clandestina varias muestras después de esa fecha" y no ha revelado los lugares donde las tomó para que puedan ser verificadas.

Por ello, el abogado pidió al presidente de la Corte de Nueva Loja, Juan Núñez, que "rechace de inmediato el informe de Cabrera por ser fraudulento y por contener errores burdos".

En el escrito, Chevron también señala que las acusaciones de los demandantes no se sustentan, sobretodo una que se refiere a que Texaco supuestamente vertió más de 60 millones de litros de agua tóxica procedente de la extracción de crudo.

Según la compañía, ese líquido no es considerado tóxico por la actual ley ambiental ecuatoriana y es una práctica habitual entre las petroleras que operan en Ecuador y en otras partes del mundo.

Por su parte, Pablo Fajardo, abogado de los demandantes, rechazó la versión de la petrolera y calificó como "desesperada" su conducta pues, según él, "el juicio está cercano a su final".

Fajardo dijo a Efe que la próxima semana se efectuarán las últimas cuatro inspecciones judiciales en campos que operó Texaco y que se prevé que en octubre concluya la fase de pruebas del proceso, con la entrega de los informes periciales y alegatos de las partes.

Después de eso, dijo el abogado, el juez que lleva la causa debe emitir un dictamen y una sentencia, aunque aclaró que no existe un plazo definido para que el presidente de la Corte anuncie su fallo.

Fajardo insistió en que hay "pruebas concluyentes" contra Texaco e indicó que se han presentado evidencia de que la compañía vertió agua tóxica, ya que el líquido que extrajo junto al crudo no fue tratado como los establecen los reglamentos ambientales.

Los abogados de Texaco están "absolutamente desesperados" porque el juicio, que ya lleva una década, "está llegando a su fin", concluyó Fajardo. EFE fa/ei/pdp

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