Las cajas vascas pactan el reparto de áreas de negocio con vistas a su fusión

Domingo, 22 de abril de 2007 (Actualizado a las 17:32)

EMPRESAS

Las cajas vascas pactan el reparto de áreas de negocio con vistas a su fusión

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@O.L. Fonseca / C. Hernanz - 23/04/2007

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Todos reman hacia el mismo norte. Kutxa, BBK y Caja Vital tienen claro que su futuro pasa por una fusión a tres bandas, cuestiones políticas al margen, para crear la tercera caja de ahorros del país, por detrás solo de La Caixa y Caja Madrid. Tan convencidas están, que las tres entidades de ahorro ya tienen acordadas y recogidas por escrito las líneas básicas sobre las que giraría su integración, con su correspondiente reparto de poderes.

El principal de los escollos está ya resuelto. Siguiendo los pasos del borrador redactado para el intento frustrado de 2005, se han creado tres áreas generales sobre las que pivotaría la estructura de la nueva caja. En primer lugar, para la actividad bancaria y crediticia (incluidas sociedades instrumentales), las competencias serían asumidas por la vizcaína BBK, presidida por Xavier Irala.

En segundo lugar estaría el grupo corporativo, del que colgarían todas las participaciones de las cajas (Iberdrola, Banco Guipuzcoano, Petronor, Euskaltel, Red Eléctrica, GAM, Enagas, CAF, Europistas, Bolsas y Mercados, NH Hoteles, Banco Madrid...). Para esta área, las atribuciones pasarían a manos del equipo de la vitoriana Caja Vital, presidida por Gregorio Rojo.

El tercer área de negocio, la de servicios de desarrollo de soluciones y sistemas informáticos, correría a cuenta de los directivos de la guipuzcoana Kutxa, presidida por Carlos Etxepare. En este caso, por ejemplo, es de suponer que adoptarán por una plataforma tecnológica única, la desarrollada por Ibermática, que comparten Kutxa y Vital, a su vez accionistas de la compañía informática.

Según el documento de trabajo, al que ha tenido acceso este diario, se propone un “modelo descentralizado por actividades que permita, de una forma sencilla y flexible, una expansión no solo dentro del Estado, sino incluso fuera de él, así como la celebración de posibles alianzas o adquisiciones futuras”. El consenso sobre la necesidad de competir fuera de su territorio autonómico es máximo.

Un caso a parte sería el reparto de poderes en la nueva Obra Social. Partiendo del arraigo de esta actividad en su “ámbito de influencia”, es decir a la territorialidad, el borrador de trabajo, del que se ha cursado copia a la Oficina Económica de Moncloa, aboga por la creación de tres sedes, correspondiente cada una de ellas a cada uno de los territorios históricos del País Vasco.

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