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MERCADOS

Cinco claves para saber si el mercado alcista iniciado en 2003 ha tocado a su fin

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Cinco claves para saber si el mercado alcista iniciado en 2003 ha tocado a su fin

@Elena Sanz.- - 22/08/2007

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La última sacudida bursátil hace pensar en el fin de la tendencia alcista que ha acompañado a los mercados mundiales en los últimos cinco años. El pasado 19 de julio, el Dow Jones superó los 14.000 puntos por primera vez en su Historia. Desde entonces, no ha dejado de ceder terreno. Ha perdido cerca de 1.400 puntos, o lo que es lo mismo, un 9,8%. El S&P 500, por su parte, ha dicho prácticamente adiós a las ganancias registradas a lo largo de todo el año.

A factores como el fuerte incremento del precio del crudo, el repunte de la rentabilidad de los bonos en Estados Unidos y las advertencias de malos resultados por parte de alguna de las principales compañías del país, se ha unido la crisis de crédito que se vive en la actualidad, lo que lleva a pensar a los expertos que el espectacular comportamiento de las bolsas desde finales de 2002, principios de 2003, podría haber llegado a su fin.

CNN Money enumera las cinco señales que generalmente preceden a un fuerte cambio de tendencia.

El precio del petróleo

“Cualquiera que recuerde los años 70 sabe que un rápido incremento de los precios puede ser fatal para las acciones. Estos se cuadruplicaron en los meses posteriores a octubre de 1973 provocando el fin alcista del mercado que se tornó bajista casi inmediatamente”, explica el portal financiero.

El aumento de los costes energéticos justo antes de la Guerra del Golfo (1990-91), recuerda, también supusieron malas noticias para el mercado, ya que cuando el crudo se vuelve mucho más caro, generalmente se produce estagflación (inflación sin crecimiento económico) o recesión.

Los elevados precios del crudo actúan como un impuesto sobre la economía, desacelerando el crecimiento y, a causa de ellos, la Reserva Federal suele responder con incrementos de los tipos de interés a corto plazo con el objetivo de contener la inflación.

En los últimos años, el barril de petróleo se ha encarecido una media del 20% anual, hasta tocar máximos en 78,40 dólares el barril. “Es de esperar que este incremento de precios afecte a los negocios y a los consumidores”, asegura a CNN Money Timothy Fidler, gestor de Ariel Capital.

Rentabilidad de los bonos

También hay que estar pendiente de la renta fija. Los grandes descalabros bursátiles suelen tener lugar después de importantes subidas en la rentabilidad de los bonos americanos a 10 años. A los mercados bajistas de mediados de los 70, a principios y finales de los 80, a comienzos de los 90 y 2000, siguieron incrementos significativos de las rentabilidades en la renta fija. Por ejemplo, a 10 años repuntó desde el 7% en enero de 1987 hasta el 10,2%, justo antes del crash de octubre.

¿Qué sucede ahora? El rendimiento del bono a 10 años en Estados Unidos ha repuntado del 4,5% a mediados de marzo hasta el 5,2% en junio, si bien, ha vuelto a caer hasta el 4,7% a mediados de agosto.

“Si la rentabilidad a 10 años superara el 6% podría cambiar la manera de pensar de los inversores y acabar con la tendencia alcista de los últimos años”, apunta Jeffrey Saut, director de estrategia de inversión de Raymond James Financial.

También, señala CNN Money, hay que tener en cuenta cómo afecta el dólar a la renta fija. La debilidad del billete verde hace que los inversores extranjeros se pongan nerviosos si mantienen posiciones en renta fija. Cuando venden, los precios caen y las rentabilidades suben.

“Esta debilidad podría afectar a las bolsas, como sucedió en 1987”, explica Subodh Kumar, un analista independiente. El dólar se ha debilitado en los últimos meses. Ha pasado de cambiarse de 1,29 dólares por cada euro a principios de año, hasta 1,34 dólares a mediados de agosto. “Si sigue cayendo, es una señala alarmante”, dice Kumar.

Número de valores alcistas

Para saber si podemos estar ante un cambio de tendencia, es importante estar atento a los valores que cotizan en bolsa. Antes de que el mercado explotara en el año 2000, algo muy importante sucedió. Aunque casi todos los índices –como el Dow Jones o el S&P 500- seguían subiendo, estos incrementos estaban respaldados sólo por un puñado de compañías, la mayoría relacionadas con Internet.

“Fuertes incrementos por parte de unos pocos valores pueden enmascarar que los mercados están cambiando de tendencia”, comenta Larry Haverty, gestor de Gamco Investors. De ahí que recomiende tener una visión global del mercado: observar cuántas acciones suben en comparación con las que bajan.

Gasto de los consumidores y resultados empresariales

El portal financiero recuerda también que todo grand descenso en el gasto de los consumidores en los últimos 30 años ha tenido lugar cuando las bolsas comenzaban a caer. A lo largo de esta década, los consumidores han gastado dinero a espuertas. Hasta hace poco.

La ventas minoristas en Estados Unidos han caído un 0,9% en junio, lo que supone una mala noticia para compañías como Home Depot, Macy’s y Sears. Si los precios de las viviendas siguen cayendo en muchas partes del país, es posible que los consumidores se aprieten aún más los bolsillos.

Por último, conviene prestar atención a los resultados corporativos. Durante el mercado alcista de finales de los 90, las ganancias de las compañías del S&P 500 crecieron de media más de un 12% anual. Cuanto las firmas comenzaron a advertir de malos resultados o de menor crecimiento de los beneficios en el año 2000, las acciones comenzaron a caer en picado.

Ahora, en la racha alcista actual, entre 2003 y 2006, esas ganancias dentro del S&P 500 han sido, de media, superiores al 17%. Para 2007, los analistas de Thomson Financial ya han pronosticado que estos incrementos se situarán en el 7%, lo que ya refleja un importante cambio.

No es difícil ver por qué. El incremento de la productividad está cayendo. Las presiones salariales crecen… sin olvida el incremento de los precios energético antes mencionados.

Y más importante aún, los tipos de interés a largo plazo no han parado de subir durante la primera mitad del año. Si esta tendencia se mantiene, disuadirá a las compañías de pedir prestado para realizar grandes inversiones. “Si la liquidez se agota”, comenta John Fox, co-gestor de FAM Value Fund, “las consecuencias serán negativas”.

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