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Se sincera. Enrique Bañuelos, fundador de Astroc y presidente hasta la semana pasada de la compañía, hace un repaso a las causas de su dimisión, en parte forzada por el resto de accionistas y la crisis de confianza y credibilidad desatada por la reciente crisis bursátil en el valor, y cuenta sus bazas para el futuro, según sendas entrevistas que publican este lunes el diario La Gaceta de los Negocios y 'El Mundo'.

“He decidido reducir mi participación por el interés de la empresa”, dice Bañuelos después de perder el control tanto de la gestión como su mayoría en el capital, tras la reorganización accionarial vivida en los últimos meses por la inmobiliaria valenciana. “Con la situación actual, mediática y de imagen, pensé que lo mejor era retirarme”, zanja, de este modo y con estas palabras una dimisión que, paradójicamente, ha beneficiado a Astroc.

De hecho, los títulos de Astroc reaccionaron con subidas del 38% en bolsa ese día. Algo que se quiera o no llama la atención. Señala, igualmente, que el actual proyecto de la nueva Astroc no es el modelo que impulsó la salida a bolsa de la inmobiliaria, el pasado 24 de mayo de 2006. A su juicio, Astroc necesitaba todavía cuatro años para consolidar su proyecto inicial, pero no tuvo tiempo de desarrollarlo.

La traición hace sombra al crash

"Hay un dato que nos gustaría que se investigara en el futuro y es que apareció un préstamo importantísimo que alguien hizo de 1,8 millones de acciones, en posición en corto (bajista(), que provocaron uan caída importante. Nos gustaría saber, ya que es un mercado ciego, si la CNMV va a hacer un requerimiento o a través de la vía judicial o de otros elementos. Queremos saber lo que pasó", explica al diario El Mundo.

El empresario se refiere a una venta en bloque de más del 1% del capital. "No habría más de 10 accionistas que pudieran tener esas acciones", añade. En el capital de Astroc habitaban en marzo, momento al que se refiere Bañuelos, más de media docena de grandes accionistas. Entre ellos, Amancio Ortega (5%), Nozaleda-Nozar(7%), Godia (5%), Rayet (5%), Caixa Galicia (5%) y el ex consejero Rafael Benavent (Keraben), que contaba por entonces con cerca del 1% del capital.

Fue a mediados de febrero cuando Astroc empezó a mostrar signos de debilidad. Ese mes su cotización en bolsa se empezó a derrumbar tras la salida del capital de Xavier Adserá y Félix Abánades. Como muy bien señala Bañuelos en Astroc “la crisis la generó la especulación sobre la acción, no el proyecto empresarial”. El propio Bañuelos entró en el juego garantizando a Rayet la recompra de sus títulos. Pero el ex presidente va más allá.

Él garantizó pactos de recompra a precios fuera de mercado a algunos accionistas como el propio Abánades y, finalmente, no pudo cumplir con su promesa ahogado por la presión financiera y sus deudas lo que hizo que su capital se redujera hasta menos del 30%. A todo ello se sumaron, además, una serie de chascarrillos sobre la intención del ex – presidente de ganar peso en BBVA, rumor que Bañuelos desmiente en todos sus extremos.

“Es sorprendente la capacidad e imaginación que mi figura ha supuesto. Nunca me plantearon el asalto al BBVA y siempre di mi apoyo al actual presidente, Francisco González. Si han pensado otras cosa, padecen fiebre o manía persecutoria”, apunta contundente Bañuelos.

Su salida de la empresa coincidió con la fusión de la misma con AISA. “Es una tarea que han tomado los nuevos gestores y el consejo de administración para proponer a los accionistas por lo que carezco de información para poder opinar al respecto. Ha sido un proceso llevado a cabo por el nuevo consejero delegado, Juan Antonio Alcaraz”, aclara, dejando a la vista que ya hace tiempo su experiencia carecía de valor.

Tiempo de reflexión

Por último, la entrevista recoge las aspiraciones de Buñuelos, quién ya ha sido sustituido por Juan Carlos Nozaleda, en representación de la inmobiliaria Nozar, y que controla cerca del 25% del capital. “Mi deseo, con 41 años, y mi experiencia como empresario, es iniciar de forma tranquila una nueva etapa con algún proyecto internacional de real estate y quizás en algún otro sector, con apoyo y ayuda de otros inversores, incluso compartiéndolo con la antigua Astroc si así lo desea”. Con estas palabras concluye una de las primeras entrevistas que ha concedido tras el revuelo ocasionado por su marcha forzada.

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