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En 1984 American Express lanzó su tarjeta Platinum y empezó a asociar su propiedad al éxito de una persona. Años más tarde se unieron al mercado Master Card con su famosa tarjeta Worl Card y Visa con Visa Signatura. El miedo a una fuerte competencia llevó a American Express a sacar la tarjeta Centurión en 1999, conocida también como la “tarjeta negra”.

Sus objetivos iniciales buscaban sobrepasar el nivel de lujo establecido por sus competidoras y ser la tarjeta más prestigiosa, respetada y exclusiva en el mundo. De momento lo ha conseguido. Cuatro años después de su lanzamiento se contaban todo tipo de trucos y anécdotas acerca de gente que deseaba obtenerla.

En Gran Bretaña, el inglés Richard Mannion, ante la imposibilidad de hacerse con ella por los cauces normales -para tener acceso a la misma hay que ser miembro de American Express y es necesaria una invitación previa-, creó una página en Internet en la que proporcionaba los secretos para conseguirla.

American Express decidió darle entonces un ejemplar de la tarjeta a cambio de que cerrará el portal. Pero aquí no acaban las historietas. Un banquero de Connecticut (Estados Unidos) interpuso una demanda al banco al entender que se le discriminaba por no poder ser beneficiario de la “Black Card”. Al igual que Mannion, este banquero logró hacerse con la preciada tarjeta.

En la actualidad, entre los titulares de Centurion Card se cuentan presidentes de empresas, empresarios, figuras políticas de primera línea, profesionales y estrellas del deporte, la música y la pantalla... todos ellos con varias características en común: su alto nivel de gastos e ingresos y un elevado grado de exigencia en los servicios que demandan.

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