Valor Añadido - S. McCoy

Valor Añadido

S. McCoy

 0 Comentarios 22/04/2009

En España sobra el 40% de las sucursales bancarias

Hoy le vamos a poner cascabel al gato de la imprescindible racionalización de sucursales que el panorama bancario español necesita. Una medida apuntada ayer por el Gobernador del Banco de España, Miguel Angel Fernández Ordoñez, que allá donde va se empeña en hacer amigos, ahora entre los sindicatos del sector. Es una obviedad, sin embargo, que en nuestro país sobran oficinas. ¿Cuántas? En mi más que modesta opinión hasta un 40% del parque actual que, grosso modo, son unas 18.000. Alguno pensará que a McCoy se le ha ido la cabeza. Bueno, primero argumentemos y luego critiquemos. El debate queda abierto.

 

España es de las economías más bancarizadas del mundo, si no la más, con cerca de una sucursal por cada mil habitantes. Un total de 45.000 oficinas de las que, cifra arriba cifra abajo, 25.000 corresponden a las cajas y 20.000 a los bancos. Mientras que estos últimos han reducido su red alrededor del 12% desde la crisis de 1993, las cajas la han aumentado en un 64%. Gran parte de tal incremento ha ido paralelo al boom del ladrillo, origen de una guerra por el activo, fundamentalmente hipotecario, que llevó a muchas de estas entidades de carácter esencialmente regional a operar fuera de sus áreas de influencia. Así, sus activos crecieron un 400% en apenas diez años mientras que su exposición al riesgo promotor se multiplicó por 20 en el mismo plazo.

 

Pues bien, si gran parte del crecimiento de la red se ha debido al fuerte aumento del negocio crediticio anterior al comienzo de la crisis -con tasas interanuales superiores al 25% de subida en años como 2005 y 2006 y un multiplicador del crédito sobre el PIB que alcanzó, en el pico de la burbuja, las 3,4 veces- no es descabellado pensar que la contracción de su actividad llevará aparejado el fenómeno inverso, toda vez que el menor volumen derivado tanto de la ralentización económica como de la cautela en la concesión de nueva financiación impiden, en muchos casos, que las sucursales sean rentables. Cabría imaginar una reducción del 50% del aumento de oficinas materializado en la última década por esta razón. Estamos hablando de unas 5.000. Habría que añadir todos aquellos cierres que se derivan de la necesidad de mejorar la eficiencia y el ROE, o retorno sobre Recursos Propios, en un entorno de ingresos de capa caída y de mayor regulación, que asimilará en cierto modo su operativa a la de una utility.

 

Además, la crisis de los entes regionales, fundamentalmente cajas pero también bancos pequeños y algún mediano, va a traer consigo un triple fenómeno que incidirá igualmente en la contracción de los locales abiertos al público por parte de las entidades financieras: repliegue geográfico hacia las zonas donde su actividad encontraba inicial justificación; concentración regional alrededor de la caja más fuerte que se determine como la superviviente; liquidación de redes de las sociedades intervenidas. No hay que olvidar que, en el ámbito de las cajas, Credit Suisse señala -en un informe firmado por Santiago López de 31 de marzo, Spanish Cajas- que el grado de solapamiento por regiones de las principales instituciones encuadradas en esta categoría es del 26% en Valencia, 23% para Galicia, 15% en el País Vasco (donde la concentración local de sus BBK-Kutxa y Vital es de tan solo el 50%), 37% en Andalucía y 37% en Cataluña. Sin tener en cuenta a dos de las grandes, como Cajamadrid e Ibercaja, un 25% de duplicidad se traduce en una redundancia de alrededor de 5.000 oficinas sólo para las cajas.

 

En tercer lugar, el tradicional modelo de proximidad, que justificaba tan extensiva presencia por parte de las entidades financieras a lo largo y ancho de la geografía nacional, va a evolucionar, una vez se estabilicen sus necesidades de financiación y la urgente captación de depósitos, hacia el criterio de rentabilidad de tal forma que, uno, lo genérico va a devenir en específico, abundando los productos a medida del solicitante, y dos, la segmentación horizontal, por negocios, se va a equiparar a la horizontal, por regiones. Esto implica una mayor profesionalización del personal empleado y la aparición como una alternativa válida de distribución del agente financiero, que no consume recursos y actúa como un proveedor de clientes para la firma bancaria para la que desarrolla su actividad especialmente incentivado para la venta cruzada. Por seguir con la información propia de las cajas, el 25% de sus sucursales se sitúan en pueblos de menos de 10.000 habitantes, 6.250. El modelo oficina principal más satélites o colaboradores terminará por imponerse.

 

Por último el fenómeno de la Red puede ser la puntilla para la red. En una sociedad cada vez más cibernética, gran parte de la operativa bancaria diaria se puede realizar a través de Internet, un proceso cuya evolución sólo va a ir a más en los próximos años. Se generalizará la existencia de cajeros sin soporte bancario físico que los ampare y proliferarán pequeñas oficinas para el desempeño de tareas de caja que serán apoyadas por unos servicios centrales potentes que acudirán al auxilio de las mismas cuando sea necesario como, por ejemplo, para prestar asesoramiento al cliente que lo necesite previa fecha y hora previamente concertada de mutuo acuerdo, probablemente a través de la propia sucursal virtual. La banca mirará sin duda al futuro y se olvidará del pesado lastre que incorpora el modelo bancario del pasado. Un fenómeno de difícil cuantificación donde importa menos la referencia cuantitativa que la cualitativa o el cómo será la oficina bancaria del siglo XXI.

 

Veremos en España un 40% menos de sucursales de las que ahora existen. No les quepa la menor duda. Para algunos, tal y como señalaba al inicio de este post, puede parecer algo inconcebible y, a todas luces, exagerado. Obviamente todo depende de lo que se alargue la crisis, de los apuros mayores o menores por los que pasen las entidades financieras nacionales y de cuál es el escenario bancario que queda finalmente en nuestro país. Servidor no es apocalíptico, sobreviviremos a todo, pero tampoco especialmente optimista. La débil situación se va a prolongar en el tiempo y de la contracción de los gastos de estructura y, por ende, de las redes de oficinas va a depender en gran medida la propia rentabilidad del negocio bancario español que algunos, como Analistas Financieros, ponen en serias dudas a fecha de hoy. Se admiten apuestas.

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Experto financiero que escribe Valor Añadido. Es un incisivo analista que despertó el interés de nuestros lectores con sus brillantes y didácticos artículos sobre empresas, sectores y tendencias del mercado.

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