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Zeltia tiene enfadadísima a su legión de seguidores. Primero, porque la subida posterior a la aprobación del Yondelis (desde 8,20 hasta 9,84 euros el 20 de julio) no fue ni de lejos lo que esperaba casi todo el mundo. Y segundo, porque, lejos de ver una continuidad de esa subida, el valor se ha hundido el 16,76% desde los máximos de ese día. El viernes cerró en 8,19 euros, un céntimo por debajo de donde se encontraba el 19 de julio, antes de que saltara la gran noticia. Es decir, ha perdido todo lo ganado.

“Toda la vida esperando al Yondelis como si fuera el santo grial y, cuando por fin llega, resulta que el efecto no dura más de dos semanas”. Así mostraba su decepción el viernes uno de los veteranos del parqué.

La frustración es comprensible: llevamos hablando una década del Yondelis (inicialmente conocido como ET-743), y los analistas y medios financieros habían extendido durante todos estos años la idea de que, cuando por fin se aprobara, Zeltia valdría lo que se llegó a pagar por ella en el año 2000 (21 euros). En consecuencia, una subida como la que recibió la noticia más deseada el 20 de julio -que, después de superar el 20% se quedó en el 14,51% hasta 9,39 euros- no era ni mucho menos lo que esperaba la legión de inversores atrapados en la biotecnológica gallega desde hace años.

Pero mucho más decepcionante todavía ha sido que el valor no sólo no iniciara una tendencia alcista más o menos fuerte, sino que ni siquiera pudiera aguantar en esos niveles. Pero aún: que perdiera todo lo ganado en tan sólo 10 sesiones de bolsa (ocho bajistas y dos de rebote). Diez años esperando y diez días para que esas esperanzas se queden en nada.

Con esta caída, el valor ha vuelto a perder los niveles anteriores al rechazo de la EMEA –la Agencia Europea del Medicamento- al Yondelis en junio de 2003. Para volver a sus máximos históricos, Zeltia tendría que subir otro 156,4% desde la cotización actual. Es decir, la gran mayoría de los inversores que entraron en el hipercalentón del año 2000 (y de los que confiaron en los rallies periódicos de los años posteriores) vuelven a acumular cuantiosas pérdidas, después de quedarse sin el alivio de la subida inicial tras la aprobación.

Dicho calentón que llevó a Zeltia desde 3 euros hasta 21 (el 600%) en nueve meses y, hay que recordar, estuvo motivado por las estratosféricas expectativas que inoculó el Santander entre los pequeños inversores.

Ahora, los analistas son mucho menos eufóricos de la que esperaban los inversores. “El sarcoma de tejido blando es una enfermedad muy rara, con sólo 5.000 afectados en toda Europa”, “los beneficios se estiman en 50 millones de euros, siendo optimistas” (cuando la empresa ha tenido que pedir 150 millones hace unos meses para financiarse), “los precios objetivos más altos se sitúan en torno a 11 euros”, son algunos de los comentarios que tratan de explicar el pobre comportamiento de la acción. Es más, se ha cumplido la predicción de Glenn Champman, de Ibersecurities, que dijo el 20 de julio que la reacción del valor ese día era excesiva y que los precios alcanzados deberían ser sus máximos.

La nueva esperanza es el cáncer de ovario

No todo es tan negativo. Los analistas creen que el visto bueno de la agencia europea al Yondelis para el sarcoma de tejido blando tiene más importancia cualitativa que cuantitativa: aumenta la visibilidad de la compañía, elimina el “estigma” negativo que tenía Zeltia en la industria y en la EMEA, y abre la puerta a la aprobación de otros fármacos o del Yondelis para otras indicaciones.

Todas las esperanzas están puestas en el cáncer de ovario, una enfermedad mucho más masiva y para la que el Yondelis se encuentra en fase II de investigación clínica (le falta la fase III, y puede tardar dos años en conseguir la aprobación).

Así pues, la idea es que, cuando se apruebe para el cáncer de ovario, será cuando Zeltia despegue de verdad en bolsa. Es decir, lo mismo que se decía hasta ahora del sarcoma y que se ha visto claramente frustrado, lo cual no despierta gran confianza entre los bolsistas. Pero a los atrapados en el valor no les queda más remedio que seguir esperando a que llegue su día. El bueno.

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Resultado (4 Votos)

El Ibex 35 aguanta el chaparrón con caídas del 0,9%, hasta 14.400 puntos(06/08/2007)

El euro supera los 1,38 dólares en busca de nuevos récords(06/08/2007)

Las acciones de EEUU caen con fuerza por los temores al mercado de los créditos(06/08/2007)

La Bolsa de Tokio cede con preocupaciones por los créditos (06/08/2007)