El vicepresidente y consejero delegado del Grupo Santander, Alfredo Sáenz, ha afirmado que para las economías más endeudadas, como España, Estados Unidos y Reino Unido, la recuperación de la crisis será "lenta y progresiva", una "carretera con baches".

Sáenz ha intervenido esta tarde en una jornada sobre la crisis económica organizada por la escuela de negocios de la Universidad de Deusto, en Bilbao, de cuyo consejo es presidente, y en la que también han participado otros empresarios y directivos como Andrés Arizkorreta (CAF), José Luis Larrea (Ibermática), Álvaro Videgain (Tubacex) y Pedro Luis Uriarte (Innobasque).

El consejero delegado del Grupo Santander ha advertido de que el ajuste de la economía española "va a ser largo y complicado", pero que era "inevitable" porque se había alcanzado un nivel de endeudamiento de familias y empresas "exagerado" y muy ligado a los activos inmobiliarios.

"Hemos entrado en una fase de normalización inevitable del nivel de apalancamiento (endeudamiento), que es sano y eran deberes pendientes, y va a ser un proceso largo", ha augurado.

Sáenz ha opinado que en España este ajuste se está produciendo "bastante rápido" con un incremento del ahorro privado y, por tanto, un menor endeudamiento, y con una reducción del déficit exterior.

Ha señalado que la economía mundial se ha "estabilizado" por los "estímulos públicos", la reducción de tipos y las "cantidades fenomenales" de dinero que han "imprimido" los bancos centrales, "pero ese tratamiento habrá que retirarlo en algún momento" y entonces el ajuste será "complicado" para economías como la española.

"Los países que lo harán mejor son los que no están sujetos a un ajuste fiscal y financiero de familias y empresas, como los emergentes, especialmente Brasil y China", ha vaticinado.

En cuanto a la situación del sistema financiero, el consejero delegado del Grupo Santander ha considerado que se trata de un "entorno bastante hostil para los bancos" por el "desapalancamiento", la liquidez "escasa y cara" y la morosidad alta "en los próximos años".

No obstante, ha dicho que en esta coyuntura se pueden conseguir buenos resultados económicos y realizar "operaciones (de compra de entidades) a precios muy buenos, que sólo se pueden encontrar en épocas de crisis", y ha puesto como ejemplo de ello al Grupo Santander.

Sáenz ha reclamado que las entidades financieras que necesiten ayudas públicas "deben pagar por ello" porque se debe recompensar la prudencia, no la "imprudencia" y los errores.

En su opinión, las entidades "rescatadas" deberán cambiar su cúpula directiva, sus accionistas asumir pérdidas y la empresa reducir su negocio y su cuota de mercado.

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