TENDENCIAS
@Ana Lacasa - 16/09/2009 06:00h
Durante algunos años, el concepto de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) parecía haber calado hondo en nuestro tejido financiero y empresarial. Las grandes (y no tan grandes) compañías crearon sus departamentos de RSC, establecieron fundaciones y asociaciones y, en general, lideraron un proceso de profesionalización de una actividad a la que, hasta entonces, sólo se habían dedicado muy marginalmente.
En momentos de crisis, los programas de RSC de las compañías se resienten necesariamente por un doble efecto; el primero, obviamente, las restricciones presupuestarias, que tienen un impacto directo en el gasto destinado a este fin y, el segundo, pero no por ello menos importante, la falta de enfoque de los equipos directivos que necesitan, al menos a corto plazo, concentrarse en temas urgentes que pueden incluso afectar a la propia continuidad de las compañías.
La sostenibilidad de la RSC probablemente no depende en última instancia del ciclo económico, sino de su implantación como una verdadera herramienta de gestión que, además de ayudar a la compañía a posicionarse como una entidad responsable en su entorno, sea capaz de verse reflejada en sus resultados, en términos de ingresos, estabilidad laboral, innovación, gestión y retención de talento. Se persiguen, por tanto, objetivos de mejora de rentabilidad, reputación, diferenciación, excelencia…
Sin embargo, es cierto que, en un entorno de crisis, es muy probable que la RSC se vea obligada a madurar, dejando atrás un modelo que se basaba más en la importancia del patrocinio o el mecenazgo como herramienta de publicidad y marketing. Hablamos entonces de la sostenibilidad de la RSC y buscamos su retorno. El problema es que es extremadamente difícil cuantificar los beneficios y rentabilidad de muchos de los programas si sólo se miden éstos en términos económicos. Pese a las dificultades, parece necesario establecer las herramientas de gestión necesarias para cuantificar, o al menos visualizar, el impacto de la RSC en la empresa y, de hecho, muchas escuelas
Algunos están yendo más allá, dando un enfoque adicional a la necesidad de las compañías de mantenerse o convertirse en socialmente responsables. Craig Smith, profesor del Insead que ha escrito ampliamente sobre la materia, mantiene con mucha sensatez que debemos aprender de esta situación: la estabilidad futura de los mercados depende en gran medida de la creación de modelos de negocio sostenibles en los que Gobiernos, reguladores, accionistas y gestores deben trabajar. Por ello, en épocas de crisis, la RSC, lejos de ser un lujo o un acto de generosidad en tiempos de bonanza, se convierte en un elemento importante en la definición de los nuevos modelos sociales y empresariales que desde ahora se comiencen a construir.
Opiniones de los lectores (3)
3. ricuevas16/09/2009, 17:35 h.
Hay varios estudios que afirman que frecuentemente se percibe como pura publicidad y eso termina por provocar el efecto contrario: Daño reputacional. La RSC debe ser inherente a la propia marca como política activa de principio a fin: O se es responsable o no se es.
Lo explico en:
http://ecomnomia.wordpress.com/2009/09/01/comunicacionrsc/
Un cordial saludo a todos.
2. lydon516/09/2009, 10:03 h.
A mi me ha parcido siempre salir en la foto, a ser posible con famosos por en medio.
¿Intrinseco a la gestión? Ningun argumento de los que veo en el articulo me explica por qué o como ayudaría a las empresas.
1. regeneracionya16/09/2009, 09:28 h.
Que sorpresa, no esperaba un articulo sobre la RSC en el Confidencial con la que esta cayendo!! Ud. ha dado en el clavo. Si entendemos -mal- la RSC como un acto de filantropia empresarial para parecer buenos, ocurrira que ante el recorte de los presupuestos [no solo de RSC, es general] no podremos seguir regalando y tendremos que dejar de aparentar ser tan "buenos".
Sin embargo, la propia UE reconce que la RSC no puede nunca ser un añadido, sino algo intrinseco al negocio, y ahi es donde reside su utilidad. La RSC hace a la empresa sensible a las demandas de sus grupos de interes, y este proceso bien gestionado e incorporado en los sistemas de gestion de la empresa es fuente de oportunidades.
Oportunidades de atender a mas mercados, de mejorar los productos/servicios, de satisfacer a mas "stakeholders", de innovar, de motivar a su fuerza laboral. Que una parte de estos beneficios puedan ser intangibles, de acuerdo, pero es que la propia evolucion de la empresa esta haciendo que el porcentaje del valor de las compañias que descansa en intangibles no haga sino aumentar.
En ese sentido, la RSC puede servir para navegar mejor en estas aguas turbulentas de la crisis.
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