La Oficina Federal de Prisiones de Estados Unidos (BOP, por sus siglas en inglés) desmintió ayer que el financiero de Wall Street Bernard Madoff, de 71 años, estuviese gravemente enfermo como consecuencia de un cáncer de páncreas.

La institución salió así al paso de la información publicada previamente por el diario New York Times que apuntó que Madoff tomaba unas 20 pastillas diarias y estaba tan afligido que hablaba de su enfermedad con algunos de sus compañeros de la prisión de Butner.

El rotativo añadía que los rumores de que Madoff pudiera padecer un cáncer de páncreas comenzaron meses antes de que fuera encarcelado y que recientemente había participado en ceremonias religiosas de purificación mental y desintoxicación espiritual lideradas cada semana por algunos de los presos indios con los que comparte celda.

"Bernie Madoff no está enfermo terminal y no ha sido diagnosticado con cáncer", explicó la portavoz de la BOP, Traci Billingsley, en un comunicado recogido por los medios locales.

El ex presidente del Nasdaq ingresó el pasado mes de marzo en un cárcel de Carolina del Norte donde cumple una condena de 150 años por orquestrar la mayor estafa piramidal de la historia.

 

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