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El tigre de Bengala

@Paula Mercado - 08/05/2009 06:00h

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Si Bangalore (o Bengaluru) es mundialmente conocida como la capital hindú de la tecnología informática, Bombay (Mumbai) es considerado el centro financiero del país, y ahora también la meca de la industria cinematográfica de la India, más conocida como Bollywood. El río Ganges, con su profundo significado religioso, particularmente a su paso por Benarés y Haridwar, así como la capital Nueva Delhi son, sin duda, también parte del conocimiento popular sobre este país asiático, al que se relaciona con la religión budista.

 

La península prendida al continente asiático por la cordillera del Himalaya, tiene una extensión de más de tres millones de kilómetros cuadrados y una población de 1.130 millones de habitantes. Como referencia, la superficie de la Eurozona es superior a los 4 millones de kilómetros cuadrados e incluye una población de 326 millones de habitantes. Es, por tanto, un país de gran tamaño y muy densamente poblado.

 

Ya hace 5.000 años India era una importante exportador de productos textiles y especias que comerciaba con Arabia, Egipto, Roma, Asia oriental y China para lo que crearon en el siglo IX el sistema de numeración decimal, que conocemos como números arábigos por ser los árabes quienes lo trajeron la Europa.

 

Después de que Vasco de Gama descubriera la ruta hacia la India a través del cabo de Buena Esperanza en 1498 (tal vez ya descubierta con anterioridad por los fenicios) compañías de comerciantes portugueses, británicos, holandesas, franceses y daneses establecieron legaciones comerciales y colonias. Con el tiempo fue la británica Compañía de las Indias Orientales la que consiguió el derecho de administración de Bengala, primero, y más adelante, en 1857, depuso al emperador, tras una revuelta militar.

 

Tras estos sucesos el derecho a comerciar con la India fue otorgado directamente al gobierno británico, convirtiéndose en una colonia británica. Este fue su estatus hasta su independencia en 1947 en que la India Británica se dividió para crear Pakistán, con una población mayoritariamente musulmana, y el estado secular de India.

 

Durante toda una generación, entre los años 50 y 80 del siglo pasado, India siguió políticas de inspiración socialista. Proteccionismo, regulación exhaustiva y compañías controladas por el estado llevaron a un entorno de corrupción y crecimiento lento. Sin embargo, desde 1991, tras sufrir una aguda crisis en su balanza de pagos, el énfasis se ha puesto en utilizar el comercio e inversión exterior como parte integral de la economía de la India.

 

Como consecuencia, su PIB ha crecido un 5,8% de media anual durante las dos últimas décadas, lo que la sitúa entre las economías de mayor crecimiento del mundo. Un 54% de su producción corresponde al sector servicios que, junto al agrícola (28%) e industrial (18%) son los más activos de su economía. Exporta mayoritariamente productos derivados del petróleo, textiles, joyería, software, productos de ingeniería, productos químicos y de cuero, mientras que necesita importar petróleo, maquinaria, gemas y fertilizantes.

 

La economía de la India es la cuarta más importante del mundo en términos de Paridad de Poder Adquisitivo (PPA), con un Producto nacional bruto de 3,1 billones de dólares. Sin embargo, de la elevada población del país se deriva una renta per cápita de 2.740 de dólares en términos de PPA y de 1.000 dólares nominales.

 

A pesar del impresionante crecimiento de la economía hindú en las últimas décadas, sigue siendo uno de los países más pobres del mundo. El porcentaje de población que vive por debajo de la línea internacional de pobreza de 1,25 dólares diarios disminuyó hasta un 42 por ciento en 2005. Pero en el mismo año aún había un 85,7 por ciento de población que vivía con menos de 2,5 dólares (PPA) al día, superando incluso al 80,5% del África subsahariana, a la que dobla también en la tasa de niños con bajo peso.

 

Sin duda India ha cosechado grandes éxitos en servicios de tecnología de la información y en algunos nichos de fabricación. Pero ambas son actividades que requieren un alto nivel de inversión, de cualificación y de costes salariales. La agricultura, que cuenta con una red obsoleta de irrigación e infraestructuras, está estancada y desincentivada por subsidios y restricciones que fragmentan el mercado interno.  

 

Pero donde se manifiesta un gran fallo es en la industria manufacturera. Las políticas de estado sobre mercado laboral, infraestructuras, generación eléctrica, subsidios, sector público, los sectores reprimidos de agricultura y servicios, derechos de propiedad inciertos y medidas protectoras contra importaciones e inversión externa, conspiran para evitar una producción industrial de trabajo intensivo. India necesita pasar su Revolución Industrial y aplicar su fuerza laboral rural a la fabricación en masa. Es lo que China y otras partes de Asia oriental han hecho.

 

Comparado con el crecimiento económico durante 2007, de 9,3 por ciento y el 7,3 por ciento registrado durante 2008, la economía hindú acusa la deceleración económica global. Según las estimaciones del Fondo Monetario Internacional, las estimaciones de crecimiento para 2009 son de 4,5 por ciento y de 5,6 por ciento para el año próximo.

 

India cuenta con grandes fortalezas para remontar la actual situación.  Cuenta con la segunda mayor fuerza laboral del mundo, con 516 millones de personas, y cuenta con un importante impulso emprendedor, como lo demuestra la conferencia celebrada en diciembre pasado en un hotel de Bangalore, donde más de 1.700 hindúes se reunieron para una conferencia sobre emprendedores. Entre ellos, magos de los negocios como Azim Premji, que transformó la compañía de aceite vegetal Wipro en un gigante del software, y Nadan Nilekani, uno de los fundadores de Infosys, otro gigante del software. La conferencia tuvo tanto éxito que se hizo necesario levantar una tienda para albergar a todos los asistentes.

 

Por otra parte, el mundo ha reconocido tácitamente la importancia de la economía hindú al incorporar el país a las rondas de conferencias internacionales como integrante del G-20 involucrado en decisiones estratégicas para la salida de la actual recesión mundial.

 

En España hay disponible una gran variedad de fondos de inversión que invierten en el subcontinente asiático y que se benefician tanto de su evolución positiva como de sus expectativas de crecimiento futuro. Destacan dos fondos, tanto por su patrimonio como por su rentabilidad durante 2009. El primero de ellos, DWS INDIA, de DWS Investments invierte su cartera principalmene en acciones, certificados, obligaciones, bonos convertibles y warrants sobre valores de emisores con sede o cotización bursátil en India, siendo su índice de referencia el MSCI India 10/40  A la fecha acumula un patrimonio de 225 millones de euros y, en cuanto a rentabilidades, a pesar de un dificil 2008, obtiene una revalorización de 17,90% en lo que va de año, según VDOS. Requiere una aportación mínima de 1 participación que, según el último valor liquidativo, tiene un valor de 910,25 euros.

 

Aberdeen Asset Management comercializa en España los compartimentos A2 y D2 del Aberdeen Global Indian Equity Fund que con un patrimonio de 364 y 171 millones de euros invierten en compañías domiciliadas en India o que tengan sus negocios en este país. Su rentabilidad durante 2009 se sitúa en 12,86 por ciento, según VDOS, siendo su aportación minima de 500 dólares.

 

Se trata en ambos casos de fondos con nivel de riesgo muy alto, sólo aptos sólo para perfiles agresivos en busca de rentabilidad. Sus comisiones por tanto son también elevadas, fija de 1,75 %  y 2% de depósito (para los subfondos de Aberdeen) y un 2% de comisión fija para el fondo de DWS que graba además al partícipe con hasta un 25% por resultados positivos del fondo con respecto a su índice de referencia.

 

El tigre de Bengala puede estar en peligro de extinción pero no así el país que lo ha elegido como símbolo, que presenta grandes posibilidades de desarrollo futuro.

 

Paula Mercado, directora de análisis de VDOS Stochastics

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Acerca de...

@Paula Mercado

Tras 20 años en Reuters, donde lideró, entre otros proyectos, la implantación de Lipper en España y Portugal, Paula Mercado se incorporó a VDOS Stochastics , como directora de análisis, en diciembre de 2007. Fondo de Fondos pretende ser una ventana abierta al sector de fondos de inversión y planes de pensiones, tanto desde la perspectiva inversora como de gestión, con un estilo ameno y reflexivo al mismo tiempo.

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