Los nervios de Wall Street ante una nueva oleada de resultados empresariales le están jugando esta semana una mala pasada. Ayer, en rojo y hoy, en rojo de nuevo. De esta manera podríamos encontrarnos ante el fin del rally dentro del mercado bajista como sostiene uno de los analistas más respetados del mercado, George Soros. El Dow Jones de Industriales se ha dejado a cierre de la sesión un 2,34% y ni el rebote del sector financiero ni la ligera recuperación de Alcoa en la recta final ha logrado evitar que pierda más de 200 puntos en dos días. Tampoco ha sido un buen día para el Standard & Poor´s 500, que ha caído el 2,39% ni para el Nasdaq, que se ha dejado un 2,81% al cierre.

El protagonista indiscutible de la sesión ha sido la minera Alcoa. Todos los inversores se han mostrados expectantes ante la comunicación de sus resultados correspondientes al primer trimestre del año con los que se abre la veda de la temporada. No obstante, sus acciones, que abrían cediendo más de un 4% han logrado moderar su caída al 1,52% pese a que los analistas han augurado unas pérdidas de 58 centavos por acción, comparado con los 44 centavos que ganó en el primer trimestre de 2008.

Por otro lado, los miedos entorno a una nueva hecatombe en las cuentas del sector financiero, avivados por Soros, que el lunes alertaba de pérdidas incluso más profundas que en la Gran Depresión se han visto ligeramente paliados por las informaciones aparecidas en la prensa sobre la intención del Departamento del Tesoro de retrasar el informe sobre los resultados de los "stress test" realizados sobre las principales firmas del país. Con esta decisión de esperar a la publicación de resultados trimestrales la administración quiere evitar una "complicada reacción por parte de los mercados", según ha asegurado una fuente conocedora del asunto a la agencia Reuters.

Esto ha permitido el rebote de algunos bancos, que a primera hora de la mañana se encontraban en lo más bajo de la tabla. Citigroup ha sumado el 1,4%, y Morgan Stanley el 0,04%. Por contra Goldman Sachs se ha venido abajo en los minutos finales para dejarse un 0,49%, al igual que Bank of America, que ha retrocedido el 1,6%. American Express, por su parte, ha caído el 0,9% pese a que Citi elevaba su recomendación sobre la entidad de vender a mantener. No en vano, los datos publicados hoy por la Reserva Federal ponen de manifiesto que el consumo de tarjetas de crédito en Estados Unidos se deteriora por momentos después de que en febrero se registrara una caída al 9,7% interanual, el mayor descenso en 32 años. Tampoco JPMorgan se ha librado de la quema y se ha dejado el 3,37%.

El foco de atención también ha continuado este martes sobre las acciones de Sun Microsystems e IBM, después de que ayer de malograra la compra de la primera por parte de IBM por considerar Sun Microsystems la oferta de 7.000 millones de dólares demasiado baja. Las acciones de esta suman una caída del 4,27% al más del 20% que se dejaron ayer, mientras que IBM ha retrocedido un 2,27% al cierre.

En cuanto a los fabricantes de coches, General Motors vuelve a ser duramente castigado mientras la posibilidad de una quiebra es cada vez más factible. Sus acciones se han desplomado un 11,89% después de que el fabricante asegurara hoy que baraja la escisión en dos con el fin de dejar una compañía viable y otra sólo para los activos tóxicos, una medida que solo es posible acogiéndose a la ley de bancarrota norteamericana. El pesimismo también ha arrastrado a su competidora Ford, que ha corregido un 7,4% después de que el lunes acabara con subidas tras anunciar que había conseguido reducir su deuda en 9.900 millones de dólares tras la reestructuración.

Finalmente, destacan también las pérdidas de Caterpillar, que ha cedido un 5,9%, General Electric, que se deja el 4,83% y Du Pont, que ha recortado el 3,8%. Sólo Microsoft ha terminado en positivo en el Dow junto Citigroup gracias a un repunte del 0,8% al cierre.

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