El problema de la crisis puede ser el proteccionismo
@Ignacio Rodríguez Añino - 04/02/2009 06:00h
Al ver los datos económicos que se publican cada día, y que cada día parecen peores, la gran pregunta que surge es ¿se convertirá esta crisis en una Depresión como la de los años 30 del siglo XX? Si miramos el ritmo de destrucción del empleo y la caída de la actividad económica, hay motivos para preocuparse mucho.
Pero, en principio, no parece que una Gran Depresión vaya a ser el resultado de esta terrible crisis porque las autoridades monetarias han reaccionado de modo brillante. En los últimos seis meses se han hecho más cosas que las que hizo Japón en los primeros seis meses de su crisis. Además se han evitado los errores de 1929 cuando los ahorradores perdieron los ahorros de toda su vida, se subieron los impuestos, los tipos de interés se mantuvieron altos y se prefirió una contracción a un expansionismo Keynesiano.
Así que en 2009 podemos ver una lucha de monstruos, como dijo David Smith en el Sunday Times el pasado 4 de enero, no una pelea de patio de colegio. De un lado las fuerzas expansionistas, tipos de interés muy bajos -en el 0,x% en EEUU y UK, espero que también pronto en Europa-, fuertes estímulos fiscales, depreciación del dólar y la libra, y también precios muy bajos del petróleo y de materias primas. Del otro lado, la terrible crisis de crédito debida a la mala situación de los bancos y de otras entidades financieras a nivel global, que ha provocado una paralización de la actividad económica y unos fuertes riesgos deflacionistas.
En M&G Investments nos parece que la labor de las autoridades monetarias va a hacer que, aunque la crisis sea profunda y más duradera de lo que nos gustaría a todos, no vayamos a caer en una Depresión. Pero hay una cosa que nos preocupa porque lucha en favor de la Depresión: el Proteccionismo.
A primeros de los años 30 se aprobó en EEUU el acta Smoot-Hawley sobre aranceles a la importación. A pesar de que 1.028 economistas firmaron un documento en contra, esa ley incrementó hasta niveles récord los aranceles a la importación de más de 20.000 productos extranjeros. En cuanto se aprobó esa ley, muchos países reaccionaron de modo recíproco, subiendo los impuestos a las exportaciones americanas. En 1932, el comercio internacional de Estados Unidos había caído casi un 66% comparado con 1929, y algunos economistas culpan al acta Smoot-Hawley de una gran parte de esta caída.
¿Pueden cometer los Estados Unidos el mismo error en estos tiempos? El acta sobre el Acero- American Steel First Act, por la que sólo se puede utilizar acero hecho en EEUU para proyectos públicos, es una medida claramente proteccionista. Si vemos otras medidas de este tipo en EEUU y si se suman Europa y países asiáticos a esta corriente, podríamos ver una ralentización de la recuperación y más argumentos en favor de la Depresión.
Ignacio Rodríguez Añino, responsable de M&G Investments en España
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Opiniones de los lectores (1)
1. huelegangas04/02/2009, 13:30 h.
Tenía entendido que lo aprobo Bush tras los atentados del 11-S, junto con otro gran paquete de medidas para proteger/asegurar la producción de todos los sector susceptibles de ser intensivos en caso de guerra.
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