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Las negociaciones que Sacyr Vallehermoso mantiene con la petrolera china Sinopec para la venta del 20% de Repsol en poder de la constructora española caminan hacia el fracaso, como antes ocurriera con la rusa Lukoil. Los chinos no parecen dispuestos a pagar más de 22 euros por acción. La última reunión entre las partes tuvo lugar el lunes 19 enero en Londres. La impresión general es que los contactos están bloqueados y Sacyr seguirá siendo accionista de referencia de Repsol durante bastante tiempo.

De acuerdo con las fuentes, al encuentro en la capital británica acudieron Pedro del Corro y Demetrio Carceller por parte de la firma que preside Luis del Rivero. El primero forma parte del Consejo de Sacyr Vallehermoso en representación de Torreal, la sociedad inversora del financiero Juan Abelló, vicepresidente segundo de Sacyr (10,15% del capital), del que es cerebro y hombre de absoluta confianza. Carceller, por su parte, es también accionista destacado (6%) y miembro del Consejo.

Siempre según las mismas fuentes, el encuentro dio poco de sí al chocar de manera inmediata con la cuestión capital del precio. Como ocurriera con Lukoil, tampoco Sinopec parece dispuesta a pagar más allá de los 22 euros por acción, una cifra que queda lejos de las pretensiones de Del Rivero y sus socios, teniendo en cuenta que el precio medio de compra del paquete fue de 26,7 euros acción, de modo que vender a 22 implicaría asumir importantes minusvalías.

Repsol cerró el viernes a 14,04 euros, mientras Sacyr lo hacía a 6,70 euros. El 20% de la petrolera vale ahora 3.430 millones de euros, poco más de la mitad de lo que la constructora pagó por él en su día. A preguntas de este diario, un portavoz de Sacyr negó que se haya producido esa reunión de Londres, señalando que se sigue negociando por parte de Dresdner, Citigroup –los bancos que tienen el mandato- y “los propios ejecutivos de la compañía”.

Las fuentes, de toda solvencia, insisten en la celebración de ese encuentro que, por lo demás, resulta revelador de lo que desde hace tiempo está ocurriendo en el accionariado de la constructora entre los accionistas profesionales, al tiempo que ejecutivos de la compañía –el propio Luis del Rivero (13,74%) y Manuel Manrique (8,22%), entre otros-, y los socios financieros, los anteriormente citados Abelló y Carceller.

Los dos últimos se han mostrado muy críticos con la gestión llevada a cabo por Del Rivero, fundamentalmente a cuenta del excesivo endeudamiento de la compañía, que ha penalizado con fuerza a la acción en Bolsa. Ambos llevan tiempo insistiendo en la necesidad de vender el 20% de Repsol. La presencia en Londres de Del Corro y Carceller indicaría una cierta carta blanca por parte del Del Rivero a estos accionistas para que lo intenten, consciente de las dificultades de llegar a un acuerdo en la cuestión clave del precio y porque, “en el fondo Del Rivero no quiere salir de Repsol por nada del mundo”.

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