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Era para hacer balance del año 2008. Sin embargo, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, convirtió en un mitin su comparecencia posterior al último Consejo de Ministros del ejercicio. ¿Objetivo principal? Dejar claro que “la recuperación económica es nuestro único horizonte”. ¿Recetas? Más gasto público. Y es que el jefe del Ejecutivo quiso dejar claro su rechazo a prescripciones para curar la enfermedad que tengan que ver con una mayor contención del gasto, con sacrificios salariales, con el recorte de servicios o con aumentar la facilidad de despido. “Tenemos recursos públicos que otros países no tienen y los vamos a utilizar”, lanzó.

Dicho y hecho. Zapatero anunció que el salario mínimo interprofesional (SMI) subirá un 4% en 2009, lo que situará su cuantía total en 624 euros. Es más, insistió en que el Gobierno socialista mantiene su compromiso de llevar la renta mínima hasta los 800 euros en 2012 y en que durante sus cinco años de gobierno el SMI ha subido en 200 euros, por los 36 en que lo hizo durante las dos legislaturas en el poder de José María Aznar. En esta línea y como ya era conocido, confirmó que las pensiones mínimas subirán una media del 6%.

En el terreno del gasto, también apuntó que el plan de inversión pública que se plasmará en 2009 es el más ambicioso de toda la historia del sistema democrático, con 33.000 millones de euros en liza. Zapatero aseguró que 22.000 ya están contenidos en los Presupuestos Generales del Estado (en inversiones, por ejemplo, para el AVE), mientras que los otros 11.000 millones engloban sobre todo los 8.000 que recibirán los Ayuntamientos para proyectos de rehabilitación. Según adelantó, hasta ahora se han presentado 2.200 proyectos por valor de 1.000 millones de euros, de los que se han autorizado 700. Añadió que se no habrá problemas para cumplir con el umbral económico fijado y que, cuando esté a pleno rendimiento en el mes de marzo, el proyecto generará 220.000 puestos de trabajo de directos.  

Y es que el empleo, que supone “el efecto más pernicioso de la crisis”, no dejará de destruirse con la actual fuerza hasta la segunda mitad de 2009, por mucho que el propio presidente hubiera adelantado los plazos recientemente. Zapatero precisó que, aunque no está previsto efectuar ninguna reforma de la prestación por desempleo, sí adelantó que habrá sensibilidad y afirmó de forma críptica que sí podríamos “atender algunos planteamientos de las centrales sindicales según vaya evolucionando el desempleo”. En todo caso, no cedió un ápice en su apuesta por “no responder a la crisis desde el recorte social, sino desde el aumento de la política social”. Un mantra que repitió en diversas variantes en toda su intervención. ¿Compromiso de pleno en empleo durante la legislatura? Zapatero matizó: "Es un objetivo, no un compromiso".

Bancos y cajas, en el punto de mira

Empieza a endurecer el tono el presidente del Gobierno respecto a bancos y a cajas, que disponen de avales por hasta 100.000 y a quienes se han destinado cuantías importantes para la compra de activas. Todo sin que el crédito llegue a la calle. Zapatero dijo que el Ejecutivo ya ha transmitido a las entidades financieras la conveniencia y necesidad de que, dentro de la evaluación de riesgo, deba recuperarse una normalidad en relación con el crédito. En este sentido, matizó que es probable que en enero vuelva a reunirse con los representantes de los principales bancos y cajas para abordar los problemas de liquidez que siguen atenazando el mercado del crédito.

En todo caso, para el presidente, en los primeros meses de 2009 debería verse una mejora de la situación. En caso contrario, advirtió, el Ejecutivo estará vigilante para poner en marcha otras medidas de estímulo, apoyo o exigencia para que se facilite el crédito a pymes y familias. Según expuso, un total de siete entidades ya están colaborando con el Instituto de Crédito Oficial (ICO) para facilitar circulante a las pequeñas y medianas empresas  a través de la línea extraordinaria que entró en vigor el 23 de diciembre.

También acogió buena parte de las preguntas la negociación sobre la financiación autonómica, pese a que todavía no hay ningún documento sobre la mesa. Zapatero dijo, vagamente, que el año próximo todas las comunidades autónomas van a tener más recursos y también consideró probable que haga público un texto antes del 31 de diciembre, algo que no impedirá que se continúe con el diálogo. Incidió en que el modelo descansará sobre los principios de equidad, solidaridad y estímulo a las comunidades autónomas para que generen más crecimiento económico, aunque matizó que no sólo se tendrán en cuenta criterios poblaciones, sino también algunas circunstancias particulares de algunas comunidades.

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