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Aquí no paga nadie: algunas empresas tardan hasta 500 días en cobrar

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Aquí no paga nadie: algunas empresas tardan hasta 500 días en cobrar

@Daniel Toledo - 10/11/2008 06:00h

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Alerta roja. La situación de cientos de miles de pequeñas empresas y autónomonos es totalmente desesperada: no tienen liquidez para pagar nóminas, ni impuestos, no cotizaciones, ni nada. Los bancos les han congelado las líneas de descuento de papel y pymes, mientras sus proveedores tardan verdaderas eternidades en pagarles. “Yo tampoco cobro”, les dicen a modo de excusa. Antes de esta debacle tardaban 89 días en cobrar. Para el próximo año ya cuentan con que el plazo se acerque a los 100 días. Eso, en los negocios business to business (entre empresas), los más fiables. Más duro será para los que traten con la administración. Los ayuntamientos pueden tardar entre siete y ocho meses en cumplir. Hay comunidades autónomas que, en función del sector, se demoran hasta 500 días. La ley que obliga a pagar en 60 es papel mojado.

“En Cataluña estamos manejando 248 días de promedio en lo que se refiere a pagos de la administración en sectores concretos. Por ejemplo, en la sanidad las cifras se disparan. En Valencia hay laboratorios que pueden tardar en cobrar de la administración hasta 500 días. En Andalucía las cifras pueden rondar los 200días. Los ayuntamientos, en sus abonos a concesionarias de limpieza,  por ejemplo, llevarían un retraso de siete u ocho meses, cinco o seis si hablamos de equipamientos urbanos”, explica el experto en morosidad y asesor de Pimec, Pere J. Brachfield, también autor de un informe presentado la semana pasada por la patronal de las pymes catalanas a la Comisión Europea para buscar mejoras en la directiva contra la morosidad.

Los afectados confirman la mayor. En el caso de trabajos de saneamiento urbano, Aselip -patronal de empresas del sector que trabaja con 3.500 ayuntamientos- alerta de que los contratistas están tardando “en torno a ocho meses y medio en cobrar”. Un escenario que prueba que la Ley3/2004, que traspuso la directiva europea contra la morosidad, no se cumple ni de lejos. Brachfield va más lejos: “Hay que ser drástico y caminar en línea con las medidas tomadas en Francia, con un plan de choque para reducir todavía más los plazos de pago. En el caso galo, hasta fijarlos en 30 días para las empresas. Si no, vamos hacia una asfixia financiera”. 

En las administraciones públicas, Pimec aboga por que, “en caso de morosidad, los suministradores puedan cobrar automáticamente los intereses moratorios y gastos de gestión de cobros sin pasar por los habituales trámites burocráticos o, en su caso, judiciales”. La propia CEOE, en el documento que remitirá al Gobierno con sus propuestas para salir de la crisis económica, insistirá en la necesidad de que haya un “cumplimiento de pago por parte de las administraciones públicas por compra de bienes y servicios, así como las contratas”, según adelantó el presidente de la patronal, Gerardo Díaz Ferrán, en una conferencia pronunciada la pasada semana.

Una economía estrangulada

Y es que resulta insostenible un mapa en el que, por ejemplo, las empresas del sector de la alimentación soportan plazos medios de cobro de 100 días. O en el que los períodos de espera para contratistas y subcontratistas en el sector de la construcción pueden ser superiores a los 230 días. “En 2008", explica Pimec, "el promedio de plazo de ventas incluidas en el riesgo puesto en causa es de 197días, más de seis meses y medio de ventas”. Además, nadie se atreve a cobrarlos intereses moratorios y los gastos de cobro. Los procesos judiciales son lentos y costosos, además de que a menudo no sólo no se consigue cobrar, sino que se pierden los clientes. La normativa prevé el cobro, en caso de mora, del tipo de interés oficial fijado por el BCE más siete puntos porcentuales. Es decir, hoy, un 11,25% más que la factura.

Todo un planteamiento que lleva a un estrangulamiento de la liquidez.  Lo decía Díaz Ferrán: “Las empresas necesitan solucionar sus problemas de tesorería y activo circulante”. Un aserto que le bastaba para pedir que el Gobierno pusiera en marcha una línea de créditos o avales a través del ICO, ya que, cuando quiera tener efecto el plan de rescate para la banca, muchas empresas habrán echado el cierre. “Esa es la cuestión clave: la financiación del activo circulante. Y lo peor está por llegar", explica Brachfield, "en 2009 la cifra de pagos de se situará entre 97 y 98 días, frente a los 91 previos a la crisis”. Para Jesús Bárcenas, presidente de Cepyme, la falta de confianza resulta también clave: “Los bancos ya renuevan a las empresas la póliza con la que han funcionado siempre. Existe una enorme falta de confianza incluso con los buenos clientes. Ni se aceptan pagarés, que al menos hasta ahora no dejaba de ser un activo”.

¿Soluciones? Al menos Pimec propone el desarrollo de un reglamento que establezca que el pago habitual en la UE deberá ser de 30 días y que, excepcionalmente, el pago máximo sea de 60 días naturales. “Cuando el cliente quiera alargar ese plazo de pago y, previo acuerdo expreso del proveedor, deberá abordar al proveedor unos intereses disuasivos por la financiación concedida y entregar al acreedor un instrumento de pago garantizado por una entidad bancaria, véase un pagaré avalado por el banco”, expone en el informe remitido a Bruselas. Para la revisión del tipo de interés legal de mora, aboga por sumar al tipo de interés aplicado por el BCE más siete puntos porcentuales el IPC armonizado del último trimestre. Todo acompañado de procedimientos legales de 90 días como máximo para el cobro de deuda.

Futuro inquietante

De lo que nadie duda es de que el año 2009 será peor, mucho peor. Los datos sobre mortandad empresarial avalan un empeoramiento de los cobros en el futuro más inmediato. Por ejemplo, el director general de la Agencia Tributaria, Luis Pedroche, admitía la semana pasada que más de 470.000 empresas ya habían pedido el aplazamiento de su deuda tributaria y el número de sociedades que han entrado en concurso en el tercer trimestre del año alcanzó las 764, un 283,8%más que en el mismo período del año anterior, según datos del Registro de Economistas Forenses. La media de concursos desde septiembre de 2004 alcanza los 322 por trimestre; en el último de 2008 podrían superarse los 900. Nueve de cada diez empresas que entran en fase concursal no superarán el trance.

¿Y las familias? ¿Son suficientes las medidas del Ejecutivo para subsidiar temporalmente las hipotecas de los parados? “Eso es un parche caliente", explica Brachfield. "Es obvio que el principal problema es el paro, con el 50% de las familias hipotecadas, pero lo que se necesita es una ley de insolvencias familiares, una legislación existente en toda Europa y clave en España donde no tiene sentido que las familias acudan al concurso de acreedores. En Francia ya se han acogido una ley similar dos millones de personas”.  En efecto, apenas 119 personas entraron en concurso en el tercer trimestre del año, una cifra que en todo caso supone un incremento del 417% frente a las 23 del mismo trimestre de 2007. “Aunque la casa es lo último que se deja de pagar, muchas familias que compraron piso entre 2001 y 2007 son morosos potenciales si algún miembro de la familia pierde su empleo”, concluye el documento.

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Opiniones de los lectores (36)

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36. usuario registrado mikmuri10/11/2008, 20:06 h.

El autor deberia cuidar un poco la redacción. Dice lo siguiente: "...mientras sus proveedores tardan verdaderas eternidades en pagarles..." Son los "clientes" los que no pagan, no los "proveedores".

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35. usuario registrado Juan Azaceta10/11/2008, 19:15 h.

El problema es de caracter nacional. Los españoles (privados o instituciones) tenemos que pagar los creditos extranjeros a medida de su vencimiento, pero nadie nos fía dinero nuevo.
En consecuencia, el dinero en circulación dentro de España se reduce y, encima, todo el que puede lo retiene y saca de la circulación. No hay solución distinta de la de continuar retrasando los pagos interiores.

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34. BOSTABEL10/11/2008, 18:26 h.

No saben hasta que punto es cierto la asfixia que sienten las pequeñas empresas por no poder cobrar frente a las Administraciones Públicas que, además continúan haciendo pedidos pese a no haber pagado los anteriores y las empresas se encuentran con el grave problema de no cobrar, no poder hacer frente a nuevos pedidos y por tanto correr tambien el riesgo de perder al cliente en el futuro. ALGUIEN TIENE QUE HACER ALGO!!!

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33. Antimontilla10/11/2008, 17:43 h.

El verdadero problema de España es el funcionamiento de la Justicia. Si fuera bien no habría tantas hipotecas porque alquilar sería fácil, barato y bueno para todos: ante un impago, deshaucio rápido. La inseguridad ciudadana o el terrorismo tampoco serían un problema tan serio. Y desde luego, a nadie le saldría más a cuenta dejar de pagar una factura que ir al banco a pedir para saldar una deuda. Muchas empresas y particulares se han dado cuenta de esta disfunción y así nos va.

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32. usuario registrado Astinus10/11/2008, 16:36 h.

Cuando recien acabada la carrera, allá por 1.950, aprox. trabaje en Alemania para una multinacional. Y como director financiero de una sección importante del grupo, fui llamado al orden por facilitar plazos como se hacia en España y se sigue haciendo. Y efectivamente repercutia en el beneficio empresarial en un importante porcentaje, pero.....estábamos trabajando con España y en España-que problemas teníamos con los capitales que se traían, controles y mas controles!!!-y no había otra forma de hacerlo. Era incompresible para las mentes de los directores europeos, incluso para los de los países tres el telón de acero. Y "este país" sigue como en sus buenos tiempos, demorando el pago, creando problemas de liquidez, y que no se tenga que ir al Juzgado a reclamar...sine die.

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