Piensa en verde: Obama y las armas de inversión masiva

@R.J. Lapetra - 03/11/2008 06:00h

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EEUU cambia su presidente. Barack Obama (ver perfil) se presenta como gran favorito frente a John McCain (perfil) a pocas horas de la noche electoral. El nuevo presidente encara uno de los escenarios económicos más negros y complicados en décadas. Es el que deja George Bush (perfil) Pero la factoría de ideas de Washington le permite entrar en esta guerra armado hasta los dientes. John Paulson (perfil) y Neel Kashkari (perfil), secretario del Tesoro y guardián del superfondo, respectivamente, le esperan con 700.000 millones de dólares para invertir en el capital de bancos y activos hipotecarios.

Ben Bernanke, presidente de la Fed, también da la bienvenida al nuevo presidente con otra rebaja de tipos de interés, del 1,5% al 1%. Lo de Bernanke puede entrar en el Guinness de la política monetaria. El 18 de septiembre de 2007 los comenzó a bajar desde el 5,25%, con lo que emula al recordman del mundo de la especialidad, el Fed chairman Paul Volcker, que bajó los tipos a principios de los 80 más de 500 puntos básicos en menos de un año. Los tipos oficiales se encuentran en el nivel más bajo de la historia, el 1%, que también visitó la economía de EEUU entre junio de 2003 y junio de 2004 durante el mandato de Alan Greenspan. Pese a la ineficacia actual de los recortes monetarios, el mercado espera que sirva a medio plazo de lubricante para desatascar el actual clima recesivo y de estancamiento económico.

Si cristalizan las encuestas, Barack se convertirá en el nuevo inquilino de la Casa Blanca. Pese a que no tomará posesión hasta enero de 2009 se espera que el traspaso de poder de Bush se acelere en lo que queda de año y el nuevo jefe de estado ponga en marcha el plan de inversiones con dinero público más importante -en cifras absolutas- de la historia del país. Al menos 700.000 millones de dólares se van a destinar a resucitar al sistema financiero. De ellos, unos 120.000 millones irán a los nueve bancos más importantes del país, cerca de 45.000 millones aterrizarán en entidades regionales, según cifras recopiladas por Propublica, una web imprescindible que da publicidad y transparencia a los rescates. La puesta en marcha del rescate aliviará de forma fundamental la situación de debilidad de capital de la banca más importante del mundo.

Pero la crisis ha dejado en segundo plano un plan propio de Obama, que le encumbró en las primarias demócratas como firme defensor de un cambio estructural de la política energética de EEUU. Su plan verde ha quedado eclipsado por la crisis, pero en marzo se situaba en el eje diferencial de su programa. El senador de Illinois quiere, básicamente, reducir la dependencia energética de EEUU del petróleo importado. Para ello preveía realizar inversiones valoradas en unos 5.000 millones de dólares en el desarrollo de energías limpias como la eólica o solar. La coyuntura energética de energética de entonces no ha cambiado. La importación de crudo exterior sigue ahogando la balanza de pagos de la mayor economía del mundo. La deuda exterior, que hasta ahora era un gran problema, ya es una prioridad nacional, debido a que los planes de rescate se financiarán con emisiones de bonos federales. Por eso vuelve a cobrar importancia neutralizar el desequilibrio entre importaciones y exportaciones. Y por ello, la energía emerge como puntal del cambio que promete Obama.

Por el momento, Wall Street ha vibrado en las últimas jornadas con la cita electoral. La esperanza de ese cambio y la inyección de dinero fresco ha podido con los pésimos datos económicos en el ánimo de los inversores. Ni la fuerte destrucción de empleo -que colocan al mercado laboral en niveles de marzo de 2003-, ni la entrada virtual en recesión durante el tercer trimestre han cotizado. Las bolsas se fueron la semana pasada de rally -sucesión de subidas consecutivas- y seguirán cotizando las elecciones en el inicio de noviembre. Mañana, martes 4 de noviembre de 2008, cambiará el jefe del país más poderoso del mundo. Y los mercados seguirán con la mente puesta en los gigantescos planes de inversión que regarán los sectores financiero y energético.

Pero también lloverá dinero sobre la industria auxiliar de alta tecnología que fabrica componentes para ahorrar energía o la automovilística, para cambiar el viejo modelo coches de gran consumo en EEUU o de esponjas sobre ruedas. La bolsa ha llegado a caer -caso del Ibex 35- más del 50% en lo que va de año, convirtiéndolo en el año más negro de su historia. Para Wall Street, los guarismos han llegado a ser los peores desde 1937, previo a su entrada en la II Guerra Mundial. Pero puede ser peor. Entre 1929 y 1933, el Dow Jones llegó a perder más del 70% de su valor. No obstante, el último rally de los mercados sigue activo. Sólo un rebote hasta ahora, pero que en 3 días se ha cobrado un 15% de subida, caso del Ibex 35 español. ¿Seguirá el rally esta semana?

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