El presidente de la Generalitat de Cataluña, José Montilla, no quería ser menos que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y ante la acuciante situación de crisis financiera se reunió ayer, a puerta cerrada y durante dos horas, con los presidentes de la diez cajas de ahorros existentes en territorio catalán.

De momento, la versión oficial descarta hablar de fusiones o absorciones entre cajas. Así lo dejaron entrever el presidente de La Caixa, Isidre Fainé, que “no ve ninguna posibilidad de que las cajas catalanas se fusionen por la crisis financiera”, o el propio consejero de Economía y Finanzas, Antoni Castells, también presente en la reunión.

Sin embargo, tanto los protagonistas del encuentro como economistas y financieros catalanes reconocen fuera de micrófono que “la superviviencia de diez cajas, en estos momentos, es imposible”. Por eso, dibujan hasta cuatro posibles escenarios en función de como avance la crisis y, sobre todo, de cómo afecte a la operativa la falta de liquidez que padecen las entidades bancarias.

Caixa Tarragona en la cuerda floja

De acuerdo con las distintas fuentes consultadas por El Confidencial, el futurible mapa de fusiones pasaría por la primera y más posible absorción de Caixa Tarragona por parte de Caixa Catalunya. Esta unión sería posible sin difcultades, ya que ambas cajas están controladas por el PSC y ambas fueron fundadas por las Diputaciones de su territorio.

Bajo el mismo paraguas también podrían recalar hasta cuatro cajas más. Por orden de probabilidad estarían Caixa Laietana (Mataró), seguida de Caixa Manresa, Caixa Sabadell y Caixa Terrassa. Una ‘macrofusión’ que según círculos políticos concedería demasiado poder a Narcís Serra, presidente de la caja y antiguo hombre fuerte del partido socialista.

Sin embargo, es posible que estas tres últimas entidades -Manresa, Sabadell y Terrassa- intentasen una unión al margen de Caixa Catalunya, siempre que la situación no fuese tan desesperada como en el marco de fusiones planteado anteriormente. De este trío surgiría una alternativa ‘Caixa del Vallès’, que ocuparía un futurible tercer lugar en el nuevo mapa de cajas.

La Caixa, la mejor posicionada

Por su parte, La Caixa es quien mejor lo tiene en este juego de fusiones. En cualquier caso, será “la única” que “podrá decidir qué quiere hacer”. Precisamente a ella le correspondería hacerse cargo de Caixa Penedès, que cuenta con un 25% de su cartera crediticia -en torno a 4.000 millones de euros- vinculada a préstamos a promotores.

En este encaje por salvar todas las entidades catalanas, hay dos -las controladas por Convergència i Unió- que podrán tratar de ir juntas para una nueva etapa. Se trata de Caixa Girona y Caixa Manlleu, aunque la suma de ambas, como en otras entidades catalanas, no supone una reducción de la exposición a activos inmobiliarios.

Ante este panorama, el presidente Montilla ha decidido tomar personalmente cartas en el asunto. El consejero de Economía y Finanzas, Antoni Castells, “ha tenido mucho tiempo para preparar y estudiar este tema tan delicado, pero está más preocupado por el nuevo sistema de finaciación que por las cajas de ahorro catalanas”.

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