¡Qué niño más mono! - cotizalia.com

¡Qué niño más mono!

@Leopoldo Abadía - 23/09/2008 06:00h

Deja tu comentario (20)

(4/5 | 62 votos)

Mi amigo de San Quirico entra en el bar con cara de pocos amigos. Dice “buenos días” por decir algo y me suelta: “Pero ¿tú eres tonto o qué te pasa? ¡Tan Ingeniero y tan no sé qué y no ves más allá de tus narices!”

Lleva un papel en la mano y me lo enseña. Lo reconozco. Es el Anexo 3 de mi Diccionario, que titulé “Distracciones”, porque pensé que en momentos de crisis, no hay que distraerse.

Allí apunté cosas que están pasando ahora y que me parecía que no eran más que intentos de distraernos de lo fundamental: los problemas económicos.

Mi amigo me dice: “¡Lee! ¡Lee en voz alta!” Obedezco y leo en voz un poco alta, para que me oiga él, pero procurando que no me oigan los de la mesa de al lado, que también son de San Quirico y amigos míos y ante los que tengo un cierto prestigio.

Y leo:

SIMIOS. Se está discutiendo algo así como un anteproyecto de Ley para regular los derechos fundamentales de los simios.

Y me animo y le digo: “Pues sí, me parece una distracción tonta, que, cuando estamos apurados, nos pongamos a discutir los derechos fundamentales de los simios”.

Pero él sigue: “¿No has leído lo del australiano?”

¡Lo que me faltaba! Ahora le da por la erudición y se pone a estudiar “lo del australiano”, que, por cierto, no tengo ni idea de lo que es.

Y me lo cuenta:

Resulta que hay un australiano que ha tenido una brillante idea.

Copio de la servilleta donde he ido tomado notas al dictado:

1. Ya no se discute si el embrión es un ser o no. Eso ya está sobrepasado.

2. Ahora estamos en el tema de la auto-conciencia.

3. ¿Y qué es la auto-conciencia?

4. Pues es algo así como darse cuenta de que uno existe. (Yo me doy cuenta todos los días de que existo, porque me duelen bastante las articulaciones. Me anima saber que eso se llama tener auto-conciencia.)

5. Pero resulta que mi nieto Gonzalito, majo como él solo, que tiene 4 meses, no tiene auto-conciencia, porque, aunque su padre diga que el niño es muy listo, estoy seguro de que el niño no se da cuenta de que él es un ser.

6. Para poner las cosas más difíciles, el australiano dice que se han hecho experimentos con monos (¡ya hemos llegado a los simios!) y que se ha visto que, puestos delante de un espejo, se reconocen. (Bueno, se reconocen o así. Deben dar saltos y hacer Uuuuuhhh)

7. De ahí deduce este señor que el chimpancé que se reconoce en el espejo tiene auto-conciencia

8. Y de ahí deduce que es un ser

9. Un ser con más derechos que Gonzalito, por lo de la auto-conciencia

10. Y entonces, supongo que lleno de vino, el australiano llega hasta las últimas consecuencias:

En un caso de incendio, si tienes que elegir entre Gonzalito y un mono de los que se miran al espejo, tu deber es elegir al mono, porque tiene personalidad y Gonzalito, no.

Voy enrojeciendo de vergüenza. Mi amigo es mucho más avispado que yo.

Como ve que me estoy batiendo en retirada, continúa:

“O sea, que, aunque los dos sean seres, el mono es más que tu nieto y tiene más derechos que tu nieto”

“Que, en cuanto se apruebe esa ley, los simios, en general, tendrán más derechos que los niños en general y que los retrasados mentales, en general”

Y añade, con una sonrisa perversa:

“Y de aquí a pocos años, tendrán más derechos que tú, porque, con lo mayor que eres y lo poco y mal que te funciona el cerebro, perderás en muy breve plazo la auto-conciencia”.

Y remata:

“O sea, ya estás sacando el tema de los monos del Anexo de Distracciones, porque igual no es que nos quieran distraer de la crisis, sino que alguien quiere utilizar la crisis para distraernos y colarnos un gol por la escuadra”.

Acabo el desayuno como puedo, pago la cuenta (mi amigo no hace ni el gesto) y me voy a casa hecho polvo.

Y como tengo tendencia a pensar bien de la gente digo: “¡No será para tanto! ¡Igual, el australiano no existe! ¡Y si existe, será un cantamañanas!”

Pero, por si acaso, he tomado dos decisiones:

La más lógica y más urgente, eliminar lo de los simios del Anexo de Distracciones

Ordenar a todos los de mi familia que, cuando vean a Gonzalito, digan: “¡Qué niño más MONO!”

Por si un día hay un incendio y alguien tiene que elegir.

http://www.leopoldoabadia.blogspot.com/

(4/5 | 62 votos)

RSS

Delicious

Technorati fresqui

Fresqui

Menéame

Negóciame

Wikio

Enlaces patrocinados

Opiniones de los lectores (20)

Deja tu comentario

20. usuario registrado soccer mom1, 25/09/2008, 13:56 h.

Sí, Singer es famoso (al poco tiempo de llegar a Princeton, el presidente de la universidad recibió tantas amenazas que tuvo que contratar guardaespaldas) y muchos prestigiosos le leen y siguen también aquí (en el 2000 la facultad de Derecho de Harvard decidió ofrecer un curso de Derechos de los Animales y el temario sigue su libro “Liberación Animal”), pero él mismo reconoce que no pasa de eso: “Todo lo que tienes que hacer es ir a la esquina a McDonald’s para ver el poco éxito que he tenido”. En su mundo no hay lugar para los discapacitados, y menos para cuidar a una mujer anciana que esté ya a las puertas de la muerte. Aun así, después de la muerte de su madre Cora, que padecía de Alzheimer, cuando se le preguntó porqué se gastó una fortuna en un equipo médico que la cuidara en su casa, durante muchos meses y sin que ésta le reconociera, declaró: "Creo que esto me ha hecho ver que el tema de alguien sufriendo este tipo de problemas es realmente muy difícil. Quizás mas difícil de lo que pensaba, porque es distinto cuando se trata de tu madre.” (entrevista concedida a Michael Specter, The New Yorker, Septiembre 99):…un amargo reality check!.

marcar ofensivo Marcar como ofensivo

19. usuario registrado menos-brochagorda1, 24/09/2008, 14:20 h.

Venga Leopoldo, léete a Peter Singer con cuidado
antes de divulgar esos comentarios graciosos sobre los simios, los niños, etc.

De todas formas, gracias por tus gracias.

marcar ofensivo Marcar como ofensivo

18. usuario registrado Arties1, 23/09/2008, 20:32 h.

Excelente artículo.

marcar ofensivo Marcar como ofensivo

17. usuario registrado soccer mom1, 23/09/2008, 20:00 h.

Son ya muchos los que me han hablado de usted, D. Leopoldo, y ahora me llega un link con su artículo de los simios (priceless!) Me he lanzado por fin a mirar/leer cosas en su blog, y esta ‘soccer mom’ de Virginia le agradece la simplicidad de sus exposiciones para poder comparar las estrategias del gobierno de Zapatero con las que se debaten ahora mismo en el Congreso Americano y que todos podemos oir gracias a los “hearings” –nuevo vocablo que puede añadir a su lista y que no estaría mal que se adoptase en España- que nos trae C-Span.
Con sorpresa, hace poco leía aquí, “¿Y porque nos creemos que todo el mundo debe tener una casa en propiedad?”…Y sin sorpresa sigo oyendo el debate de los distintos congresistas y mandamases en el terreno financiero americano: nadie se replantea lo que se considera “la conquista del sueño americano.”

marcar ofensivo Marcar como ofensivo

16. ni de coña!!1, 23/09/2008, 19:30 h.

A mí también me parecen "paridas", pero no sé que es lo que comió. A lo mejor se comió un canguro. O un vegetal. O a lo mejor se zampó una zanahoria ser sensible o a la mejor es frutariano y se merendó una ciruela ya caída del árbol y, por tanto muerta. O quizá le va la comida macrobiótica, o mejor la comida macrobioética. Pero desde luego dijo una parida monumental el australiano. ¿O no hablabas de él...?

marcar ofensivo Marcar como ofensivo

El equipo de redacción revisará las opiniones para evitar la difusión de comentarios no apropiados o insultos. El horario del foro es de 07:00 a 23:00 h, con horario restringido a los invitados de 10:00 a 19:00 h. Fuera de ese horario no se incluirán opiniones.

Ver más comentarios Deja tu comentario

Como en Dinamarca

@Leopoldo Abadía - 20/09/2008

Me llama el director de la Agencia de la Caja de Ahorros de San Quirico. Me invita a tomar un café, pero en su despacho. Cuando llego, le veo con muy mala cara. Me dice que no se atreve a ir al bar y que perdone por el café de máquina que me da, que, realmente, es asqueroso (“aguachirri”, decía mi madre). Me pregunta: “¿Cómo ve usted las cosas?” Siempre me ha hablado de usted, pero hoy le noto un tono como más respetuoso. Y antes de que le conteste, me hace otra pregunta: “¿Dónde olía a podrido?” Esa me la sé. Le digo: “En Dinamarca”. Y me contesta: “Pues aquí, también”. Y me dice que “esos” (deduzco que son sus jefes, porque señala hacia arriba, donde, por cierto, no hay nadie, porque la Agencia sólo tiene una planta) le han estado engañando durante muchos años: “No hacían más que hablarme de la responsabilidad social y de no sé cuántas cosas más. Y me decían que vendiera unas cosas que yo no entendía en absoluto, pero como los clientes tampoco...

Leer completo |

Rita, Julio, mi mujer y yo

@Leopoldo Abadía - 16/09/2008

Hoy va de confesiones íntimas. Lo siento, me he levantado así. En el artículo de la semana pasada, hablaba de Julio Iglesias. Y por esas cosas curiosas que pasan en la vida algunos le llaman cruce de cables me acordé de Rita Hayworth. Rita era una actriz de los años 40 y 50, que se hizo muy famosa por la bofetada que le dio Glenn Ford en una película. No sé cuántas veces tuvieron que repetir la escena, pero estoy seguro de que la pobre lo pasó bastante mal. A mí me gustaba mucho Rita Hayworth. Yo era un chaval y aquella señora me parecía estupenda. Pasaron los años, muchos. Un día anunciaron por televisión una película suya. Nos quedamos mi mujer y yo a verla. Yo, para comprobar que tenía buen gusto ya de pequeño, y mi mujer, para lo mismo, porque yo le había hablado muchas veces de mis veleidades juveniles. Me quedé muy satisfecho. ¡Tenía muy buen gusto! Mi mujer también me felicitó. Hablando de mi mujer, me ha dado permiso...

Leer completo |

Mis amigos ex futbolistas y las medallas de plata de la Universidad

@Leopoldo Abadía - 09/09/2008

Ramón y Javier son dos amigos míos. Los dos fueron futbolistas famosos. Ramón metió el primer gol en la Romareda, cuando se inauguró el estadio del Zaragoza. Yo lo vi, hace 50 años. Javier fue internacional y, por lo que dicen yo no lo vi falló un gol clamoroso en un partido contra Francia, me parece. De esto hace otros 50 años. Lo supe en una boda. Nos pusieron en la misma mesa, con otros matrimonios. Al hacer las presentaciones, uno de los invitados, que no conocía previamente a Javier, le dijo: “¡Menudo gol fallaste ante Francia!” La mujer de Javier, muy discreta, me dijo en voz baja: “Con la cantidad de goles que metió y éste va y habla del de Francia”. Aunque parezca que no viene a cuento, me acordé del día en que me impusieron, junto a otras personas, la Medalla de Plata de la Universidad de Navarra, como premio a nuestros 25 años de trabajo en ella. (Quizá, habría que haberle dado el premio a la Universidad,...

Leer completo |

Usted, ¡A la calle!

@Leopoldo Abadía - 02/09/2008

Mi vecino viene con muy mala cara. Me dice: “Estoy pasando una enfermedad”. Como, a pesar de la mala cara, tiene aspecto muy saludable, le pregunto qué le pasa. Y la contestación me sorprende: “Tengo que despedir a un empleado. No lo había hecho nunca. No sé cómo se hace”. Y me explica la situación. Hace unos meses contrató a una persona de unos 30 años, casado, con dos hijos, para hacer un determinado trabajo. Y me dice: “¡Y ahora descubro que no se sabe el oficio! Lo que tengo fijado en 2 horas y media, él lo hace en 4, y mal. Y al cliente no puedo cobrarle las 4 horas, como es natural. Y, además, no hago más que recibir quejas diciendo que este hombre es un chapucero y tengo que enviar a otro para que arregle lo que éste ha estropeado”. Vuelvo a comprobar que mi amigo de San Quirico es una buena persona. Me dice: “Nuestra empresa es pequeña, les conozco a todos, conozco a sus mujeres, a sus hijos. Nunca he tenido que echar a nadie....

Leer completo |

Jimmy Carter y el señor que limpiaba el ficus

@Leopoldo Abadía - 29/07/2008

Me iba de viaje y, al preparar la cartera, me di cuenta de que me había dejado unos papeles en el despacho. Eran las 12 de la noche y fui a buscarlos.Mi despacho estaba en un edificio muy bonito, acristalado, muy cómodo. En la puerta me habían puesto un ficus con hojas grandes, que siempre estaban brillantes. Yo suponía que el ficus es una planta que tiene las hojas brillantes.Aquella noche me abrió el vigilante y me dijo. “Qué, ¿otra vez se le ha olvidado algo?” Pues sí, se me había olvidado, cosa que es muy frecuente en mi familia. Mi mujer dice que mis hijos y yo casi nunca salimos definitivamente de casa. Siempre nos vamos y volvemos porque nos hemos dejado algo.Llegué a mi despacho y me encontré con un señor que estaba limpiando el ficus, hoja por hoja. ¡Qué sorpresa! No es que el ficus tenga hojas brillantes porque Dios lo hizo así. Dios lo hizo, pero hay que sacarle brillo todas las noches para que tenga buen aspecto.Con todos los papeles en la cartera esta vez,...

Leer completo |

Acerca de...

@Leopoldo Abadía

Leopoldo Abadía es un chaval de 75 años, 12 hijos y 36 nietos, ex profesor del IESE y presidente del Grupo Sonnenfeld, que asegura no saber nada de economía pero que ha puesto en claro la mejor explicación en castellano sobre la crisis subprime.
A partir de ahí, para su sorpresa, miles de personas de todo el mundo consultan diariamente su blog. Desde su atalaya de San Quirico, aporta una voz independiente sobre la complicada realidad económica y social actual. Sin más pretensiones.