Iberdrola ha puesto fin a su batalla judicial con la francesa EdF. Según ha comunicado a la CNMV, el procedimiento abierto contra la eléctrica gala por obstaculización desleal ha terminado por satisfacción extraprocesal de las pretensiones de la compañía española. 

La actuación emprendida en los juzgados de lo Mercantil de Bilbao tenía que ver con la participación accionarial que EdF tomó en Iberdrola, así como por los posteriores planes estratégicos que podían derivarse. Según Iberdrola, estas medidas obstaculizaban su actividad empresarial, al extender una difusión contradictoria y ambigua sobre sus intenciones.

El acuerdo entre las dos eléctricas se ha producido después de que este verano el presidente de EdF, Pierre Gadonneix, efectuara unas declaraciones recogidas por numerosos medios de comunicación del pasado 1 de agosto afirmando que no tiene intención de adquirir una “participación significativa” en el capital de Iberdrola.

Esta comunicación adquirió carta de formalidad cuando la secretaria general de EdF, Marianne Laigneau, remitió una carta a Iberdrola el 19 de agosto, en la que reconocía que su participación accionarial no implicaba ningún interés en hacerse con alguna línea de negocio de la compañía española, ni en adquirir una participación significativa.

De esta manera, EdDF ha renunciado a sus pretensiones sobre Iberdrola, que llegó a posiciones como un posible aliado de la constructora ACS para hacerse con el control de la eléctrica presidida por Ignacio Sánchez Galán. Iberdrola considera que este anuncio pone fin a la incertidumbre generada desde febrero con sus manifestaciones y ausencia de desmentidos sobre sus planes de adquisición del negocio de la eléctrica.